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Topia: Tratamientos psicoterapéuticos especiales para pacientes borderline

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TRATAMIENTOS PSICOTERAPÉUTICOS ESPECIALES PARA PACIENTES BORDERLINE
Dr. Alberto Samperisi                                                                         Dra. Alejandra Taborda

El interés por pacientes Borderline, que nos lleva a escribir este trabajo, deviene de una serie de consultas que desde el año 1.970 se fueron presentando en una institución que llamamos “Clínica de Psicoterapia Psicoanalítica”, creada en 1.969, caracterizada fundamentalmente por el trabajo en equipo de los terapeutas que la integran.
El equipo de trabajo se ha abocado a la búsqueda de instrumentos técnicos capaces de ampliar los recursos terapéuticos de base analítica a partir de la integración de los aportes teóricos y técnicos brindados por Klein, Fairbairn, Kohut, Kermberg, Grotstein, Moreno, Fontana, Bion; lo que nos ha llevado a adoptar una perspectiva objetalista, humanista, personalista. Tal como lo hemos expuesto en diferentes publicaciones.
La Clínica de Psicoterapia Psicoanalista se configura como una institución con identidad y continuidad en el tiempo, que se organiza alrededor de seminarios de estudios, controles individuales, ateneos clínicos, grupos operativos y tratamientos psicoterapéuticos psicoanalíticos de cada uno de sus miembros.
Siguiendo lo consignado por Jacques, (1.965) el equipo de trabajo, en sí mismo, se convierte en un recurso terapéutico, dado que las instituciones permiten que se les proyecten ansiedades y fantasías primitivas las que podrían ser más fácilmente contenidas por un grupo de trabajo. Así “el sádico enemigo malo es combatido, no en el solitario aislamiento del mundo interno inconsciente, sino en la vida real, en cooperación con camaradas de armas. Los individuos, no sólo, se liberan de este modo de la persecución fantástica, sino que además los miembros del ejército quedan temerariamente libres de ansiedad depresiva porque sus propios impulsos sádicos pueden ser negados, atribuyendo su agresividad al cumplimiento del deber, esto es, expresar los impulsos agresivos recolectados e introyectados de toda la comunidad”. (Jacques, 1.965).
El trabajo en equipo, como recurso terapéutico, representa un continente tanto para el paciente como para el terapeuta. Así, la relación transferencial trasciende la relación dual, lo cual estimula procesos de proyección, identificación, apego, separación, amplificándose las posibilidades de atención y recolección transferencial. Los terapeutas se sienten contenidos por el grupo de trabajo, lo que permite tolerar más fácilmente las identificaciones proyectivas recibidas. El equipo se configura como un objeto bueno que da la esperanza de restaurar la calma para poder pensar, lo cual se puede transmitir al paciente, que percibe la función continente del encuadre que proporciona el equipo con capacidad de revêrie. (Bion, 1.966).
La búsqueda de nuevos recursos terapéuticos están destinados a favorecer la regresión y con ello el acceso a los núcleos más primitivos de la personalidad, lo que permite interpretar más plenamente la resistencia para iniciar el camino a la elaboración.
Los pacientes a los cuales nos referimos anteriormente eran personas que concurrían por primera vez a la consulta con síntomas de orden aparentemente psicótico (alucinaciones, fantasías de robo de pensamiento, delirios autorreferenciales, conductas antisociales); lo cual llevaba a diagnosticarlos frecuentemente como esquizofrénicos. La rapidez con que remitían los síntomas, con un posterior funcionamiento de tipo neurótico, pasa a constituir un hecho llamativo frente a otros pacientes psicóticos en que no sólo, no remitían con la misma facilidad, sino que además quedaban con un defecto en la estructuración de la personalidad.
Esta notable diferencia en el tiempo y la calidad de recuperación nos llevaron a estudiar con más profundidad y nos fuimos encontrando con que en realidad se trataba de pacientes Borderline. Nuestras primeras confusiones eran en el mismo sentido que describe Paz. (1.976) quien dice:”... y henos aquí en 1.975, el lector y nosotros luego de un largo viaje desde finales de siglo XIX, cuando por primera vez puede detectarse la presencia de casos fronterizos en la literatura psiquiátrica, hasta un presente con multitud de trabajo, investigaciones específicas y este mismo libro, trasuntando el creciente interés por esclarecer este aspecto de la Psicopatología” . (Pág. 108 – cap. I).
En este mismo libro, el autor muestra cronológicamente como se modifica el diagnóstico. Bleuler, (1.911) lo llamó esquizofrenia latente, hasta que empieza a desaparecer esta denominación. Bellak (1.958) lo llamó esquizofrenia latente ambulatorio, seudoneuròtica, abortiva hasta que después de esta fecha, en la literatura aparece en forma más exclusiva, el nombre de pacientes Borderline, reconociéndola como una estructura autónoma.
A partir de considerar claramente que el Borderline es un estado que responde a una estructura autónoma se comenzaron a intentar estrategias terapéuticas acorde con ellas. Nuestro equipo de trabajo, también comenzó con este intento, teniendo en cuenta características psicopatològicas, el contexto histórico-científico y el medio en el cual se desarrollaba.
El quipo de trabajo se basa en un modo fundamentalmente grupal de encarar la asistencia en el terreno mental. Sin que sea excluyente, creemos que hay un determinado grupo de pacientes que por la gravedad de sus síntomas y/o las perturbaciones sociales que se generan por ellos y con ellos, rebasan la posibilidad de atención individual.
Los esfuerzos de atención individual a pacientes esquizofrénicos, alcoholistas, Borderline, depresivos, muchas veces responde a desarrollos teóricos individualistas en la que no se han tenido en cuenta suficientemente dolor mental que provoca en los terapeutas.
Para que la capacidad de revêrie se incremente, es necesario que el grupo de trabajo se piense como equipo para poder funcionar como tal, y así elaborar fantasías de los más diversos órdenes que surgen como defensas frente al impacto de la locura, de la perturbación social, de la fantasía de muerte, de los cambios catastróficos, etc. este grupo cumple con el trabajo de pensarse a si mismo a través de realizar grupos operativos, seminarios, controles individuales, ateneos clínicos y tratamiento psicoterapéutico psicoanalítico de cada uno de sus miembros, como ya lo expresamos anteriormente. Esta reiteración obedece al énfasis que queremos darle a toda esta actividad que es fundamental para el desarrollo de la práctica clínica en estos casos.
También en relación a esto, es que se ha hecho un peculiar ensamble de las teorías en las cuales nos basamos, dado que evidentemente hay muchas técnicas que se justifican si se las usa individualmente pero que no se pueden aplicar a los grupos. Si tenemos en cuenta que al haber pacientes muy perturbados y que movilizan grupos, ya sea entre quienes quieren prefieren ocultar ala enfermedad, los que buscan que se pongan de manifiesto, los que quieren que se cure, etc.; se forma entonces, un grupo que tiene una especial dinámica. De esta manera se asiente también al fenómeno del encuentro entre dos grupos, el grupo de terapeutas y el grupo de paciente moviliza. De este encuentro surgen nuevas dinámicas, que para comprenderlas debemos recurrir a la sociometría de Moreno.
El encuadre de trabajo que se pone en juego a partir de la dinámica que posibilita un grupo que se piensa a si mismo, donde se generan roles estables que otorgan cierto reaseguro, el trabajo en grupos operativos rompe con la cristalización y rigidización de los mismos, facilitando la flexibilidad controlada en el encuadre de trabajo, que va en busca de comprender el sentido de la enfermedad.
A lo consignado, se agrega que este equipo de trabajo se inserta en una ciudad del interior (San Luis) que ha triplicado su población en estos últimos años. Lo cual ha implicado la inclusión social de un gran grupo de personas que se enfrentan al desarraigo, lo que motiva un importante número de consultas. Por otro lado los cambios que se van presentando en las manifestaciones psicopatològicas por las que se consultan; las que se dan en un tiempo posterior, al menos en frecuencia, al que se presentó en otros lugares de mayor población urbana, tales como drogadicción, anorexia, bulimia, etc. ha influido enormemente en la configuración de nuestra práctica clínica.
Siguiendo a Kermberg podemos decir que el paciente Borderline presenta una organización caracterológica crónica que no es, ni típicamente neurótica, ni típicamente psicótica y que esta caracterizada por:
1.     – Constelaciones sintomáticas típicas.
2.     – Una constelación típica de maniobras defensivas del Yo.
3.     – Una patología típica de las relaciones objetales internalizadas.
4.     – Rasgos genéticos-dinámicos típicos.
5.     – Difusión de la identidad.
Además se diferencian de las psicosis, en que a pesar, de que sufren ciertas alteraciones en sus relaciones con la realidad y en sus vivencias de la misma, conservan su prueba de realidad. Salvo en circunstancias especiales, como una gran tensión, regresión inducida por alcohol o drogas y en algunos procesos transferenciales.
Coincidimos con Rolla, 1.992 en que una gran tensión psíquica, se produce cuando el paciente ama, porque si ama, la confusión psicotizante lo lleva a la impulsividad y a la compulsión de destruir el objeto amada.
En la constelación sintomática típica, pueden presentarse los siguientes síntomas:
1.                 – Ansiedad.
2.                 – Neurosis neurosintomáticas.
3.                 – Tendencias sexuales perversas polimorfas.
4.                 – Estructuras de personalidad prepsicóticas clásicas.
5.                 – Neurosis y adicciones por impulso.
6.                 – Trastornos del carácter de menor nivel.
Entre sus defensas utiliza la escisión  , idealización primitiva, formas tempranas de proyección, especialmente la identificación proyectiva, negación, omnipotencia y desvalorización.
Las  relaciones objetales internalizadas de la personalidad fronteriza, se centra en su incapacidad para sintetizar las introyecciones e identificaciones buenas y malas. La imposibilidad de integrar imágenes objetales totalmente buenas y totalmente malas, pone serios obstáculos a la integración del Súper Yo.
En cuanto a los rasgos genéticos-dinámicos, la agresión pregenital, sobre todo oral, tiene una participación decisiva en esta configuración psicopatológica. La difusión de la identidad se representa por un concepto pobremente integrado del sí mismo y de otros significantes. Se refleja en la experiencia subjetiva de vacío crónico, autopercepciones contradictorias, que no pueden integrarse en una forma emocionalmente significativa, lo que se acompaña de percepciones huecas, insípidas y empobrecidas de los demás.
El encuadre psicoanalítico clásico tropieza con las dificultades que el paciente tiene para vincularse, escuchar, pensar e incorporar lo que otra persona puede brindarle. Es más, cuando percibe lo valioso del intercambio y experimenta sentimientos afectuosos se produce una gran tensión psíquica que lo lleva a la impulsividad y compulsión a destruir al objeto; por lo cual busca activamente romper el vínculo.
Estas características en el modo de vincularse hace que la relación transferencial se torne muy frágil, tendiente a intempestivas interrupciones. Las cuales son más frecuentes a medida que el paciente siente la unión con el terapeuta. Dichas interrupciones generalmente son bruscas, escandalosas, dado que rápidamente pasa del amor al odio, de la construcción a la agresión, no pudiendo contener dentro de si el gran monto de tensión psíquica, descargándolo a modo de conductas antisociales.
Por este motivo consideramos que la labor psicoterapéutica psicoanalítica se facilita en la medida que intervenga un equipo de psicoterapeutas, asistentes sociales, etc., para contribuir a resolver los problemas y descompensaciones que esporádicamente se presenta en el curso de un tratamiento, permitiendo al psicoterapeuta no abandonar la neutralidad técnica necesaria para manejar la transferencia. Con este tipo de encuadre, y por ser muy estructurado, los episodios de descompensación pueden resolverse muy brevemente.
Esta técnica se puede emplear, no sólo entre nuestro equipo, con pacientes que acuden a la clínica, sino que podemos brindar el servicio de apoyo terapéutico grupal, a profesionales que habitualmente trabajan en forma individual, en aquellos momentos en que sus pacientes presenten descompensaciones y que la situación exceda sus posibilidades.
Los pacientes Borderline necesitan aún más de un equipo de trabajo cuando los familiares no le pueden brindar la contención necesaria de referencia al que pueden recurrir en el momento que lo necesiten.
En aquellos pacientes que el grupo familiar busca contenerlo, el equipo de trabajo toma otro significado; y probablemente la atención se reduzca a un terapeuta dedicado a la atención del paciente. Aunque frecuentemente otro terapeuta trabaja con los padre o eventualmente el grupo familiar. Generalmente esta división de roles terapéuticos preserva el posterior trabajo psicoanalítico y la relación transferencial.
Además, la relación transferencial que no pudo sortear los primeros abatares destructivos adquiere en el equipo de trabajo una modalidad diferente, dado que distintos sentimientos y vivencias son proyectados en cada uno de los terapeutas que integran el equipo de trabajo. Será el terapeuta principal el encargado de interpretar este fenómeno para buscar la integración.
Otra de las dificultades que se observan en los tratamientos terapéuticos especiales para Borderline son las características polisintomáticas que presenta la enfermedad misma, lo que hace necesario contar con una variedad de recursos terapéuticos pre-analíticos, que le permitan al paciente desarrollar vínculos en los que en cierta medida pueda confiar y respaldarse.
Cuando se consulta con un estado de abatimiento, el equipo que mencionamos, trabaja con el tratamiento Anti depresivo TAD creado por Fontana (1.971).
Esta técnica pre-analítica proporciona enorme gratificación al paciente, con lo cual se logra disminuir las fantasías oral-sádicas y la severidad del Súper Yo, llevando al paciente a mejorar su autoestima. (para más detalles ver el libro “Psicoanálisis y cambio”, Fontana, A. 1.971).
Por tratarse el Borderline de un cuadro donde esta presente la regresión oral, se puede combatir mediante la gratificación en ese nivel, tal como procura el TAD, si además tenemos en cuenta que muchas de las descompensaciones de estos pacientes son a partir de heridas narcisísticas que sufren, este método entonces, se presenta como ideal para restituir el nivel de narcisismo que lo mantiene compensado.
Como esta tarea es realizada desde una perspectiva Psicoanalítica permite que todo aquello que no puede realizar el psicoterapeuta, al conservar la neutralidad técnica, pueda aquí ser hecho por los otros miembros del equipo; sobre todo, poder brindar  a éste toda la información que deviene del despliegue transferencial que hace el sujeto sobre la institución. Esto permite entonces, ampliar el conocimiento transferencial. Por otra parte, indicaciones precisas y muchas sugerencias pueden ser hechas desde los coterapeutas, con toda la energía necesaria para que el paciente pueda preservarse en los momentos de aparición de acting-out.
En otros pacientes se observa que la consulta se realiza cuando la descompensación se ha producido a partir de las consecuencias que han traído sus conductas antisociales y/o sexuales, con lo que se ha expuesto a intensas agresiones por parte de los otros. El paciente Borderline tiene muchas dificultades para reflexionar sobre el por qué de su actuar y el por qué del actuar del otro. En estos pacientes el tratamiento psicoterapéutico se centra desde un comienzo, en la difusión de la identidad que sufre cuando se involucra sentimentalmente.
Dicha difusión de la identidad se produce porque el paciente tiene un concepto pobremente integrado de si y de otros significantes; por lo tanto es imprescindible diagnosticar qué ideas idealizadas son las que consolidan su narcisismo, y observar cómo se estructuran los objetos internos buenos idealizados. Al ser dichas ideas y objetos mantenidos a través de idealizaciones primitivas, éstas son sumamente frágiles. Por éste motivo en estos pacientes es necesario ser especialmente cuidadosos en el tratamiento de dichas ideas y objetos hasta que la relación  transferencial haya logrado gestar y ampliar un espacio interno que luego de lugar al pensamiento.
Otras dificultades observadas en el desarrollo de la transferencia, es la modalidad en que el paciente implementa las identificaciones proyectivas, dado que permanentemente espera del terapeuta ser criticado y enjuiciado por sus conductas antisociales y/o ser intensamente castigado.
Gran parte del inicio del tratamiento transcurre en la espera de dicho castigo. La confirmación reiterada de que el castigo es reemplazado por la invitación a pensar, así como, el comprobar que ni el equipo, ni el terapeuta son destruidos por sus conductas sádicas, paulatinamente va creando las posibilidades de pensar.
Al estar el equipo integrado por Profesionales de diversas disciplinas, se instrumentan recursos terapéuticos diferentes e integrados. Uno de ellos, que requiere una cuidadosa evaluación de sus posibilidades, es la medicación. La misma queda muy reservada a crisis de ansiedad intensa, ya que si bien reciben la medicación sin resistencia y muchas veces la solicitan, en la medida de lo posible, se busca recurrir a otros modos psicoterapéuticos, dado que por su predisposición a desarrollar adicciones suele costarle abandonarlas.
El psicodrama es otra técnica que se ha implementado en estos pacientes. Al instrumentar esta técnica ponemos especial énfasis en lograr un caldeamiento eficaz, lo que permite activar aspectos emocionales que en el crescendo de la acción va creando en el paciente un estado especial, que es el que Moreno llama espontaneidad.
Es necesario poner  especial énfasis y el mayor cuidado en el caldeamiento, por dos motivos:
1) Dado el nivel de impulsividad y la tendencia al acting-out, es fácil llevar al paciente a un acting-out, en vez de un estado de espontaneidad.
2) De no mediar un buen caldeamiento, siempre hay una reserva interior que impide el estado de espontaneidad; o cual toma una particular fuerza en este tipo de patologías por la desconfianza que prima en sus modos vinculares.
El conseguir este estado de espontaneidad para el paciente, es toda una novedad porque en realidad cada vez que comienza a hacer algo en el que se ve involucrado emocionalmente hace un acting-out. En el psicodrama con un buen caldeamiento tiene como resultado un acto creativo, lo cual es un re-descubrimiento que lo conduce paulatinamente a confiar en sus conductas y en la de los otros.
Así, el énfasis no esta puesto en comprender e interpretar analíticamente; sino a través de un caldeamiento eficaz, lograr el estado de espontaneidad que permita al paciente encontrar solución a sus problemas, y con ello redescubrirse.
Después de obtener un nivel de compensación a partir del tratamiento psicoterapéutico individual, de ser posible son beneficiosos, en el trabajo con pacientes Borderline, el tratamiento psicoterapéutico grupal y la comunidad terapéutica porque un paciente acuciado por sus síntomas no logra comprender la dimensión social de sus conflictos, y el grupo o la comunidad terapéutica le permiten tomar conciencia de esta dimensión; dado que la fuerza del grupo apoya esto.
Por las características de los pacientes Borderline es conveniente incluirlo en grupos psicoterapéuticos integrados por pacientes con diferentes patologías, no sólo por la resistencia, la intensidad de las identificaciones proyectivas, los frecuentes acting-out que imposibilitarían el trabajo; sino que también, por la fuerza del grupo y diferentes expresiones conductuales que le brindan otros modelos de identificación que paulatinamente podrá ir introyectando.

Dolores Mosquera: Caraterísticas del TLP

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Abordaje del trastorno límite de la personalidad. Dolores Mosquera.
Hay muchos aspectos a tener en cuenta en el diagnóstico y el tratamiento del trastorno límite de la personalidad o TLP, y aunque de esto hablaremos en la parte del curso referente al diagnóstico y abordaje terapéutico (módulo II), en este apartado expongo ciertos aspectos que se pueden observar en muchas personas con trastorno límite de la personalidad con el fin de comprender muchos comportamientos y contradicciones que se pueden dar durante las entrevistas.

1.- INESTABILIDAD EN EL SENTIDO DE SÍ MISMO
Estas personas suelen tener una auto-imagen variable que generalmente se basa en cómo son percibidos por los demás (ante una crítica se pueden sentir “malos”, “ineptos”, “no válidos” y ante un piropo se pueden sentir “una buena persona”, “alguien estupendo”, etc.). Esta variabilidad en la auto-imagen o forma de percibirse, conlleva cambios de humor y pensamientos contradictorios acerca de uno mismo y de los demás. De esta forma, en el curso de una entrevista y en función del tema que estemos tratando (o de la persona con la que tenga relación ese tema) el paciente se puede mostrar bien, muy alegre o contento o bien muy disgustado, decepcionado o asqueado consigo mismo y/o el terapeuta u otras personas. Esto está muy relacionado con el pensamiento dicotómico o pensamiento del "todo o nada" que presentan los pacientes con este diagnóstico.
Además de lo anterior, estás personas suelen tener una inseguridad tremenda y una gran dificultad para percibir en ellos cualidades positivas y en ocasiones, ante comentarios agradables acerca de ellos o de algo que han hecho bien, sienten que están siendo halagados pero que en el fondo no es cierto, “lo dices para que me sienta mejor pero en el fondo sabes que soy mediocre y que no valgo para nada”.

2.- RELACIONES INTERPERSONALES INESTABLES:
La formación de relaciones “intensas e inestables” es uno de los criterios básicos para el diagnóstico del trastorno límite. Al mismo tiempo, es uno de los aspectos más vulnerables de estas personas. Una persona con trastorno límite de la personalidad puede necesitar a los demás de forma desesperada y a la vez sentir la necesidad de evitar este contacto íntimo para evitar un mayor daño emocional.
Algunas personas llevan este tipo de conflicto a sus relaciones, confundiendo a los demás y, finalmente, apartándolas de sus vidas. Algunas de las personas con trastorno límite de la personalidad tienen una necesidad desmedida de apoyo, compañía y cariño y esperan que los demás sepan lo que necesitan en todo momento (incluso sin decirlo).
Por lo general, suelen ser muy perceptivos y captar las necesidades y puntos débiles de los demás. Sin embargo, en ocasiones tienen dificultad para observar estas necesidades, en especial, cuando se trata de sus seres más cercanos. Esto hace que, para sentir apoyo o protegerse emocionalmente auto-convenciéndose de que no lo necesitan, utilicen métodos indirectos como (idealizar a una persona o devaluarla respectivamente, por ejemplo) o por el contrario muy directos y llamativos (amenazas de suicidio, cortes, etc.). Esto crea gran confusión en los familiares y allegados que suelen percibir estas conductas como manipuladoras.

En los casos en los que las conductas son indirectas, es probable que se deba a que la persona con trastorno límite de la personalidad no admite de forma consciente su necesidad por los demás e irónicamente, incluso los aparta en los momentos que más los necesita. Este tira y afloja suele terminar en relaciones de muy corta duración con comienzos y finales intensos.
La persona con trastorno límite no es consciente de que en realidad, esta forma de conseguir atención genera un malestar importante en los demás, que se suelen sentir chantajeados y presionados y que finalmente, estos comportamientos son lo que les hace alejarse de ellos confirmando una vez más que “no le importa a los demás porque no es una persona que valga la pena”

3.- PROBLEMAS PARA “FUNCIONAR” O SACAR PROVECHO DE SUS HABILIDADES:
Muchas personas con trastorno límite de la personalidad son altamente funcionales y poseen múltiples habilidades que no son capaces de utilizar con éxito. Es decir, tienen capacidad para lograr lo que se proponen pero su inestabilidad e inseguridad no les permite aprovechar su potencial y acaban practicando “el autosabotaje”. En gran parte esto se debe a su dificultad para autoobservarse y poder ver estas cualidades en ellos mismos.

4.- ALTERNAR ENTRE SUSPICACIA Y EXTREMA INGENUIDAD
Las personas con este trastorno suelen actuar de formas muy diferentes. Es muy conocida su tendencia a oscilar entre los extremos. Lo mismo ocurre con la confianza; en momentos de estrés pueden desconfiar hasta límites inimaginables, llegando a rozar la paranoia y en momentos en los que se encuentran bien, pueden ser extremadamente ingenuos y confiar por completo en la primera persona que se cruza en su camino. No es raro que un paciente se lleve a un desconocido a su casa o a alguien que le dice estar pasando un mal momento y no tener adónde ir o que le facilite su dirección y llaves de casa para que se vayan a descansar un rato.

Esto en parte, tiene relación con su necesidad de mantener relaciones íntimas o tener amigos en los que confiar y a los que poder contar sus problemas, o simplemente dar la oportunidad que ellos no han tenido en algún momento de su vida en el que se han sentido abandonados.

Es muy frecuente que estas personas acudan a consulta después de un nuevo desengaño o una estafa sintiéndose fatal por ser tan "idiotas" y “pensar que los demás pueden ser como yo".

<< Siempre hago lo mismo. Siempre pienso que los demás son como yo. Me desvivo por los demás, soy capaz de hacer cualquier cosa. He llegado a hacer cosas desagradables para complacer a los demás. Cuando conozco a una persona que parece estar sufriendo no puedo evitar intentar acabar con su sufrimiento. Me he llevado a vagabundos para casa a personas que decían no tener papeles y la mayoría de las veces el resultado ha sido pésimo, me han robado, maltratado e insultado. Lo más grave de todo es que sé que lo volveré a hacer. Si encuentro a alguien que sufre y no le ayudo y después resulta ser verdad y nadie le ayuda.....

Lo que más daño me hace es que se aprovechen de mi confianza y buena intención... cuando conocen mis puntos débiles siempre los acaban utilizando para hacerme daño. >>

5.- RECURRIR AL PENSAMIENTO MÁGICO
Muchas personas con trastorno límite de la personalidad recurren a este tipo de pensamientos con frecuencia. Es como un sentimiento de "solo tengo que tener eso" para que todo vaya bien. Es decir, pensar que una persona, lugar, cosa, conducta o idea puede hacer que los problemas desaparezcan de forma instantánea o hacer que la persona se sienta feliz y/o segura. Los pensamientos mágicos más frecuentes suelen tener relación con que "otros arreglen su malestar". Por ejemplo, la persona con TLP puede pensar que lo único que necesita es a alguien que le acompañe o a alguien a quien dar todo ese cariño que tiene para dar, que sólo tiene que encontrar a la amiga de su vida o al compañero ideal. La persona "mágica" puede ser una persona conocida, alguien con quien conecta en un día de buen rollo, una persona que se encuentra por la calle desvalida y sin lugar adónde ir o alguien que le echa una mano en medio de algún follón nocturno.

Cualquier persona, cosa o situación adquiere un supuesto "poder" que es capaz de controlar su malestar. Ejemplos: “Si mi ex-pareja vuelve conmigo me pondré bien", "sólo necesito una persona que me quiera y me cure con su cariño", "si me compro otro vestido me encontraré mejor", "si me corto una vez más, será la última y dejaré de hacerlo".

Caso: si tuviese una mascota todo iría mejor
Paciente con trastorno límite de la personalidad y fobia a los animales. En una sesión de grupo otros participantes hablan de sus respectivas mascotas y el cariño que les dan. A los pocos días empieza a pensar que si tuviese un perrito a quien dar su cariño y cuidar todo iría bien. Afirma que así saldría a pasear, que no lo hace porque tiene que hacerlo sola. La familia no está de acuerdo pero ella se empeña en que sin la mascota no podrá mejorar. Finalmente aceptan. Le regalan un perrito y los primeros días está entusiasmada, su atención gira en torno a la mascota y a sus necesidades (darle comida, cariño, paseos y demás). Semanas más tarde le empieza a tener miedo, se siente culpable porque dice que le ha contagiado su depresión. Afirma que por su culpa no come ni duerme y que si no tuviese el perrito se encontraría mejor. Devuelve la mascota a su dueño y semanas más tarde la empieza a echar de menos. Dice que ha sido un error y que si tuviese al perrito se encontraría mejor.

En este caso el pensamiento mágico es claro: necesito un perrito para poder pasear y sentirme mejor. Al mismo tiempo, la mascota le servía como un desvío de atención de su verdadero problema (el trastorno límite de la personalidad). Ahora su único problema es no tener perro y posteriormente el único problema es tener el perro. La solución es igual de mágica: tenerlo o no tenerlo. A esto me refiero cuando digo que es algo así como "solo tengo que tener esto para que todo vaya bien".

6.- OTRAS CARACTERÍSTICAS
Además de lo anterior podemos hablar de un afecto variable, una "estable inestabilidad", conductas impulsivas, conductas autodestructivas y trastornos cognitivos o de percepción en determinados momentos de alta emotividad. Esto les puede llevar a sentir o pensar en formas parecidas a las siguientes:

  1. Sentimientos de no ser querido o defectuoso: “Nadie me querría si me conociera de verdad”; “Nadie podría querer a alguien como yo”, "Si me conocen de verdad se darán cuenta de lo terrible que soy".
  2. Sensación de inutilidad o de "no ser apto para": "No sé hacer nada bien", "Soy un completo desastre".
  3. Sensación de dependencia: “No puedo valerme por mi mismo, necesito a alguien en quien apoyarme”; “Si no me acompañas, seguro que me sale mal”.
  4. Sensación de ser ignorado, abandonado u olvidado: “Estaré solo, nadie estará ahí para mí”; “Si dejo de hacerme cortes, tengo miedo de que se olviden de mi”, "quién podría acordarse de llamar a alguien como yo".
  5. Sensación de pérdida de control: “No me puedo controlar”; “Me dejé llevar, es algo que escapa a mi control”, "si me equivoco la habré fastidiado por completo".
  6. Falta de confianza en uno mismo y/o en sus propias decisiones: “Si no hago lo que quieren los demás, me abandonarán o atacarán”; “Si le digo lo que pienso de verdad, pensará que soy un estúpido”.
  7. Desconfianza o suspicacia en relación a otras personas: “Las personas me harán daño, atacarán o se aprovecharán de mí”; “Seguro que me trata bien porque quiere algo de mí”; “Me debo proteger de los demás”.
  8. Terror a ser arrastrados, engañados o traicionados por sus emociones: “Debo controlar mis emociones o algo terrible ocurrirá”; “No le puedo demostrar lo mucho que me he alegrado de verle o no volverá”, "si sabe lo que siento de verdad pensará que estoy loco".
  9. Autocastigo o Autosabotaje: “Soy una mala persona, merezco ser castigado”; “Si soy así de infeliz es porque me lo merezco”, “solo encuentro una explicación a este malestar que siento: yo me lo provoco, por lo tanto, merezco sufrir”.

James Masterson: psicoanalista del narcisismo

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James Masterson: Psicoanalista del Narcisismo

Existen muchas maneras de acabar diagnosticado con una enfermedad mental. Una de las más sutiles es la de los trastornos de personalidad, definidos por el manual de la Asociación Psiquiátrica Americana como "patrones de conducta que se desvían de las expectativas culturales". El psicoanalista y psiquiatra James Masterson, fallecido el 12 de abril a los 84 años, dedicó su vida a aliviar el malestar de los que sufren y hacen sufrir por su insoportable manera de ser.
Graduado en Medicina por la Universidad Thomas Jefferson de Filadelfia y veterano de la II Guerra Mundial, estudió dos personalidades patológicas complementarias: los narcisistas y los borderline(personalidad límite). Los primeros son incapaces de amar y, para compensar este vacío, buscan desesperadamente admiración. Los segundos, carentes de autoestima, terminan enganchados a relaciones que se encargan de dinamitar con sus ansiedades y cambios de humor. Si los narcisistas usan a los demás como espejo que refleje su grandeza, los borderline los necesitan para conseguir lo que en el fondo desean: ser abandonados.
Subrayaba que sus pacientes no sólo sufrían, sino que hacían sufrir
El profesor Masterson fue un importante autor de la corriente kleiniana del psicoanálisis, que considera crucial para el desarrollo de la personalidad los primeros meses de vida, cuando el niño se relaciona sólo con la madre. Según las teorías que defendía, tanto narcisistas como borderline habían caído en la trampa de intentar complacer a la madre a toda costa, desarrollando como resultado una falsa identidad. En sus sesiones de psicoterapia, buscaba desenterrar la verdadera manera de ser del paciente. Si con los borderline recomendaba la confrontación -sacar a la luz las contradicciones, aunque fuese de manera brusca-, con los narcisistas prefería la interpretación -negociar pausadamente una explicación alternativa de la realidad-.
Nacido en Pensilvania (1926), pasó los años sesenta y setenta analizando a adolescentes problemáticos, y se percató de que los cambios en la sociedad afectaban a la psique del individuo, produciendo cada vez más una juventud obsesionada con el poder, la belleza y la riqueza (narcisistas), y también con las relaciones superficiales y las posesiones materiales (borderline). De esta época data El dilema psiquiátrico de la adolescencia (1967), aunque su libro más vendido fueLa búsqueda de la verdadera personalidad (1988).
En 1977 fundó el Instituto Masterson de Psicoterapia Psicoanalítica, con sedes en Nueva York y San Francisco, donde formó a terapeutas en el arte de construir personalidades "fuertes y autónomas". La misión era liberar a los borderline de la nociva fantasía que les hace posponer su vida hasta que encuentren a alguien que cuide de ellos. Con los narcisistas, propuso diferenciar a los extravertidos -arrogantes y soberbios- de los introvertidos -que se presentan como tímidos peropronto destapan su necesidad de ser reconocidos como superiores-.
A Masterson le preocupaba que el mundo se convirtiese en un lugar aún menos agradable para vivir debido a la velocidad con la que se extendían los trastornos de personalidad, que condenan a los que los padecen a vivir en la paranoia "de que todos les envidian, cuando verdaderamente son ellos los que envidian a los demás". Profesor emérito en la Universidad de Cornell (Nueva York), siempre recordaba en sus artículos que sus pacientes no sólo sufrían, también hacían sufrir: "Para los narcisistas el resto del mundo existe sólo para lo que existe una hamburguesa: para hacerles sentir bien. Te halagarán y te manipularán para hacerte ver lo maravillosos que son, pero en cuanto consigan tu admiración, te dejarán".

Oliver Sacks: sus "despertares" dan paso a un artículo brillante

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Con un artículo sencillo, emotivo y directo, paradójicamente lleno de optimismo, el escritor y neurólogo Oliver Sacks anunció este miércoles en The New York Times que padece un cáncer terminal y que le quedan semanas de vida. “Por encima de todo, he sido un ser con sentidos, un animal pensante, en este maravilloso planeta y esto, en sí, ha sido un enorme privilegio y una aventura”, escribe este autor insólito, cuyos libros sobre los recovecos de la mente humana, comoDespertares o El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, han sido adaptados al cine y han vendido millones de ejemplares en todo el mundo.
Oliver Sacks, que tiene 81 años, recibió la mala noticia hace unas semanas, cuando le informaron de que padece múltiples metástasis en el hígado, que proceden de un tumor primigenio en el ojo detectado hace ocho años. Asegura que los médicos pueden ralentizar el avance, pero no detenerlo.
Titulada Mi propia vida, en homenaje a la autobiografía que escribió el filósofo David Hume cuando supo también que padecía una enfermedad sin cura, su despedida está llena de optimismo: “Me encuentro intensamente vivo y quiero y espero que el tiempo que me quede por vivir me permita profundizar mis amistades, despedirme de aquellos a los que quiero, escribir más, viajar si tengo la fuerza suficiente, alcanzar nuevos niveles de conocimiento y comprensión. Esto incluirá audacia, claridad y hablar con franqueza; trataré de ajustar miscuentas con el mundo. Pero también tendré tiempo para divertirme (incluso para hacer alguna estupidez)”.
Sacks explica que en abril publicará sus memorias y que tiene otros cuantos libros a punto de ser terminados. El escritor confiesa que no piensa dedicarse a nada que no considere esencial, que no quiere perder el tiempo. “No puedo decir que no tenga miedo. Pero mi sentimiento predominante es el de la gratitud. He amado y he sido amado; he dado mucho y me ha dado bastantes cosas; he leído, viajado y escrito”.
Nacido en Londres en 1933, Sacks vive en Nueva York desde los años sesenta. A lo largo de los años, ha ido plasmando en sus libros las experiencias con las que se cruzó en su consulta en libros editados en España primero por Mario Muchnik y actualmente por Anagrama.Un antropólogo en Marte, Migraña, Con una sola pierna, La isla de los ciegos al color, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, El tío Tungsteno, Veo una voz, Despertares y Alucinaciones son sus títulos más conocidos.
En una entrevista con este diario en 1996, con motivo de la publicación de Un antropólogo en Marte, Sacks habló precisamente de la relación de los pacientes con la enfermedad.  "Para mí es fundamental la relación que se establece entre enfermedad e identidad y la forma en que la gente reconstruye su mundo y su vida a partir de esa enfermedad", explicó. "Todos los casos que expongo en este libro han descubierto una vida positiva que surgía tras una enfermedad. El pintor que tras perder la visión del color no desea recuperarla. El ciego de nacimiento que recobra la vista hacia la mitad de su vida y no puede soportarlo. La mujer autista que encuentra en el autismo una parte de su identidad... Pero no quiero parecer sentimental ante la enfermedad. No estoy recomendando que se haya que ser ciego, autista o padecer el síndrome. de Tourette, en absoluto, pero en cada caso una identidad positiva ha surgido tras algo calamitoso. A veces la enfermedad nos puede enseñar lo que tiene la vida de valioso y permitirnos vivirla más intensamente".
Hace unos meses, Sacks publicó un artículo maravilloso en The New York Review of Books sobre los recuerdos y la ficción titulado Habla, memoria. En él relataba como según envejecía iban surgiendo recuerdos cada vez más claros de su infancia; recordaba, por ejemplo, dos episodios en los que bombas nazis cayeron cerca de su casa en Londres cuando era un niño durante la II Guerra Mundial. Sin embargo, su hermano mayor le explicó que el primero lo había vivido, pero que el segundo se lo habían contado, porque en ese momento ya no estaba en Londres.
Este episodio le sirve a Sacks para hacer una larga disertación sobre la importancia de la ficción en la vida, porque al final lo que hemos leído y nos ha impresionado acaba por ser tan importante como lo que hemos vivido. “Nosotros como seres humanos hemos desarrollado sistemas de memoria que tienen fallos, fragilidades e imperfecciones”, escribe. “La indiferencia sobre las fuentes nos permite asimilar lo que leemos, lo que nos cuentan, lo que dicen otros y pensar, escribir y pintar, de una forma tan rica y tan intensa como si fuesen experiencias primarias. Nos permite ver y escuchar con los ojos y los oídos de otros, entrar en la mente de los demás, asimilar el arte y la ciencia y la religión de toda una cultura”.
Este texto es una muestra de la forma que tiene Sacks de escribir y pensar y, a la vez, de la inmensa influencia de sus escritos sobre la manera en que vemos el mundo en el que vivimos. La tranquila lucidez con la que afronta la noticia de su cáncer sin retorno es una prueba más de su sabiduría.

Ibone Olza: El derecho a estar bien acompañada

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¿Con quien te gustaría parir? ¿Quién quieres que te acompañe en el nacimiento de tu bebé?
Muchísimas, probablemente la mayoría de las mujeres, dirán que con el padre del bebé. Muy bien. Pero si además del padre, te haces la pregunta de quién quieres que te anime, te acompañe, te acaricie, te recuerde algunas frases importantes en momentos de decaimiento o cansancio...Si quieres que alguien te ayude con el dolor o la fatiga, alguien que te pueda dar un masaje o recordar tus deseos a los profesionales que te atienden si tú no estás para hablar...Igual quieres que te acompañe tu hermana, o tu madre, o tu mejor amiga. O igual quieres que te acompañe una doula.
Parir bien acompañada es importante. El miedo bloquea, detiene, y complica el parto. En el parto intervienen las mismas hormonas que en el coito, que se alteran de igual manera. Es decir, para parir idealmente necesitamos sentirnos igual de confiadas, relajadas y tranquilas que cuando hacemos el amor con la persona amada. Si sentimos miedo, si nos interrumpen con preguntas o explicaciones, si nos ponen mala cara, si nos hacen cambiarnos de un lugar a otro, si nos dejan solas sin saber que sucede...el parto se detiene, se alarga, y las hormonas del estrés pueden incluso hacer que al bebé le llegue menos oxígeno y comience a sufrir.
El derecho a estar bien acompañada en el parto es algo básico. Y sin embargo todavía son demasiados los profesionales que atienden partos que no lo comprenden ni respetan. Así se dan situaciones a diario tremendas. Por ejemplo, en algunos hospitales te puede acompañar el padre en la cesárea si eres una "recomendada", es decir, si tu pareja o tu trabajáis en ese hospital o tenéis a alguien muy cercano que trabaje allí, probablemente dejen a tu pareja entrar al quirófano en la cesárea, pero si no ni de broma. O si no tienes pareja, igual tu amiga puede acompañarte en el parto pero no tu doula. O si pasaste por un parto terrible la vez anterior que te dejo traumatizada, y quieres que una doula que te conoce desde entonces te acompañe en este parto porque eso te va a tranquilizar, tampoco te dejan. Son los profesionales del parto los que deciden, reglamentan, abren o cierran la puerta al paritorio con criterios bastante dispares, que no suelen estar escritos, o que si lo están admiten numerosas excepciones en función de quien esté de guardia. En cualquier caso lo que prima no es el respeto a la decisión de la mujer ni a sus necesidades, sino las opiniones, la comodidad, o las preferencias de los profesionales.
Y esto se da por igual en el nacer y en el morir. Hace unos días un padre escribió esta carta: La soledad de una UCI pediátrica. El derecho a estar bien acompañados se vulnera en las UCIs, pediátricas o de adultos. Muchas personas han fallecido solas en una UCI cuando sus seres queridos habrían dado lo que fuera por poder acompañarles en el tránsito, pero "las normas" lo impedían.
Para mí lo más grave del "informe doulas" es esto: lo que conlleva de no comprensión del derecho básico a estar bien acompañadas/os en los hospitales. En el parto, en el nacimiento, en la enfermedad, en la muerte.

TOC desde el ángulo psicodinámico

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Enfoques de orientación psicoanalítica para el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo

Publicado en la revista nº009

Autor: Gabbard, Glenn O.

Psychoanalytically Informed Approaches to the Treatment of Obsessive-Compulsive Disorder. Publicado originariamente en Psychoanalytic Inquiry: A Topical Journal for Mental Health Professionals, vol. 21, no. 2, p. 208-221 (2001). Copyright © 1999 de Melvin Bornstein, Joseph Lichtenberg & Donald Silver. Traducido y publicado con autorización de The Analytic Press, Inc.

Traducción:  Mª Rosa Salanova García-Mauriño

A medida que la investigación en neurociencia ha descubierto las bases genéticas / biológicas del trastorno obsesivo compulsivo (TOC), se ha llegado a un amplio consenso de que los tratamientos de elección para esta enfermedad son la terapia conductual  y un inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina. No obstante, los enfoques de orientación psicoanalítica tienen todavía mucho que ofrecer en un plan de tratamiento general. Los síntomas determinados biológicamente tienen significados inconscientes para el paciente que pueden llevarle a dedicar mucho esfuerzo en mantener los síntomas. También los factores psicodinámicos pueden estar involucrados en provocar que los síntomas se desencadenen y exacerben. Además, las compulsiones y los pensamientos obsesivos tienen casi siempre significados interpersonales que hay que abordar. Los miembros de la familia y otras personas, lo que incluye a los terapeutas, pueden sentirse forzados a acomodarse a la enfermedad respondiendo a comportamientos coercitivos del paciente. Finalmente, en muchos casos, los rasgos caracteriales de los individuos con TOC tienden a debilitar los esfuerzos terapéuticos y puede ser necesaria una terapia de orientación  psicoanalítica para tratarlos.

Históricamente se ha considerado a dos entidades clínicas, la neurosis histérica y la neurosis obsesivo - compulsiva, las condiciones modelo para el tratamiento psicoanalítico. Mientras que el psicoanálisis nació de las experiencias con la histeria, el escrito clásico de Freud de 1909 sobre “El hombre de las ratas” introdujo la neurosis obsesivo-compulsiva en la literatura psicoanalítica con una formulación psicodinámica rica y convincente de los síntomas. Desde ese momento, la formulación clásica, comúnmente aceptada en los círculos analíticos, fue que la ansiedad provocada por la situación edípica producía en el neurótico obsesivo-compulsivo la regresión a una constelación de defensas de la fase anal que incluían la formación reactiva, hacer y anulación  y el aislamiento del afecto. Con frecuencia se consideraba que esta regresión era más probable por la presencia de las fijaciones anales de larga data resultantes de las alteraciones durante la fase de entrenamiento de control de esfínteres (Nemiah, 1988).

A pesar de la tradición de larga data de tratar la neurosis obsesivo-compulsiva con psicoanálisis, los informes sobre curas sintomáticas con tratamiento psicoanalítico son virtualmente inexistentes (Zetzel, 1970; Malan, 1979; Jenike, Baer y Minichiello, 1986; Nemiah, 1988; Perse, 1988).

De forma paralela a la toma de conciencia de que el psicoanálisis no altera los síntomas obsesivo - compulsivos, se ha dado una creciente tendencia dentro de la psiquiatría a considerar que el trastorno tiene una etiología con mucha base biológica. De hecho, el cambio de la nomenclatura en el DSM-III de neurosis obsesivo-compulsiva a trastorno obsesivo compulsivo (TOC) refleja un punto de vista ampliamente mantenido de que los mecanismos neuróticos, tal como los definía tradicionalmente la teoría psicoanalítica, no guardan una relación específica con la etiología del TOC.

La evidencia de los componentes biológicos en la etiología es convincente. Los pacientes con TOC exhiben (en comparación con los sujetos control normales) un incremento del metabolismo en la corteza orbitofrontal, la corteza cingulada anterior y el núcleo caudado (Baxter et al., 1987; Swedo et al., 1989). Otras líneas de evidencia incluyen una tasa mayor de concordancia de TOC en los gemelos monocigóticos y dicigóticos, un incremento de la prevalencia en pacientes con el síndrome de Tourette (y en sus familias) y una respuesta dramática en algunos pacientes a la  psicocirugía (Elkins, Rapopart y Libsky, 1980; Lieberman, 1984; Turner, Bieder y Nathan, 1985). Además, Luxenberb et al. (1988) demostraron con el uso de la tomografía computarizada que el volumen del núcleo caudado es significativamente menor en los pacientes con TOC al compararlos con individuos sanos usados como control. Los pacientes con TOC también muestran de forma significativa más signos de disfunción del sistema nervioso central que los controles (Hollander et al., 1990). Uno de los últimos resultados más sorprendentes sobre los pacientes con TOC, que también sugieren un componente biológico, en la etiología es el hecho de que no existe ninguna respuesta placebo (Mavissakalian, Jones y Olson, 1990). Este resultado está en marcado contraste con condiciones como el trastorno de pánico que pueden tener de un 25 a un 40 por ciento de respuesta placebo (Gabbard, 1992).

Ahora están surgiendo modelos animales para el TOC que sugieren que las anormalidades de la  serotonina tienen un peso importante en la patogénesis del TOC (Greist y Jefferson, 1995). Muchos de estos, como el lamido de las patas, una conducta de acicalamiento en perros grandes, que es muy similar a la conducta obsesivo-compulsiva de los humanos, parece responder a potentes inhibidores de la recaptación de la serotonina (Rapaport, Ryland y Kriete, 1992). Además, los inhibidores potentes de la recaptación de la serotonina son también efectivos en el tratamiento del TOC en humanos (Greist y Jefferson, 1995).

Parte de la dificultad en el campo proviene de la diferenciación entre  trastorno de la personalidad obsesivo -compulsiva (TPOC), que responde muy bien al psicoanálisis, y el TOC. A pesar de la tendencia histórica a considerar las dos condiciones como parte del mismo continuo de enfermedad, hay ahora evidencia sustancial de que son dos entidades bastante distintas (Pitman y Jenike, 1989; Baer et al, 1990; Stein y Hollander, 1993). De hecho, sólo en torno a un seis por ciento de los pacientes con TOC tienen también trastorno de la personalidad obsesivo -compulsiva. En general, los pacientes con TOC ven sus síntomas de forma más egodistónica y, por tanto, tienen como resultado un mayor sufrimiento. Con frecuencia, los rasgos de los pacientes con TPOC son egosintónicos y pueden causar más sufrimiento en personas significativas para el paciente que en el propio paciente. Esta distinción tiene ciertas limitaciones y los clínicos deberían tener en mente que algunos pacientes con TOC también vivencian sus síntomas de forma algo egosintónica (Rasmussen y Eisen, 1989; McCullough y Maltsberger, 1995). En este trabajo me centraré específicamente en los enfoques de orientación  para el TOC más que para el TPOC.

En una época en la que la terapia conductual y los inhibidores de la recaptación de la serotonina se han convertido en tratamientos de elección muy aceptados en los pacientes con TOC (Greist y Jefferson, 1995), corremos el riesgo de relegar a la historia los enfoques de orientación psicoanalítica y, por tanto, privar a muchos de nuestros pacientes de un componente necesario y valioso para el arsenal  terapéutico utilizado con los pacientes con TOC. A pesar de la impresionante investigación en las neurociencias sobre las bases  biológicas del TOC, los clínicos  de orientación  psicoanalítica tienen todavía mucho que aportar para un plan global de tratamiento de tales pacientes.

Las estrategias de tratamiento para el TOC que articularé se pueden clasificar de manera amplia  en la categoría de psiquiatría psicodinámica (en contraposición a la psicoterapia psicodinámica). He definido con anterioridad la psiquiatría psicodinámica de la siguiente forma: “Un enfoque para el  diagnóstico y el tratamiento que se caracteriza por una forma de pensar tanto sobre los pacientes como sobre los clínicos que incluye el conflicto inconsciente, los déficits y las distorsiones de las estructuras intrapsíquicas, y las relaciones objetales internas” (Gabbard, 1994b, p. 4-5). Tal como implica esta definición, el clínico psicodinámico siempre piensa en términos de significado inconsciente, transferencia, contratransferencia y resistencia, incluso cuando no se dedican a la psicoterapia psicoanalítica o psicoanálisis ortodoxos. Por ejemplo, un clínico psicodinámico puede prescribir un inhibidor de la recaptación de la serotonina a un paciente con TOC y a la vez pensar en las interacciones con el paciente desde una perspectiva psicodinámica. Este enfoque de orientación  psicoanalítica implica un modelo conceptual particular para comprender la enfermedad del TOC.

El modelo de diátesis/estrés del TOC

Una evidencia creciente sugiere que muchos de los trastornos psiquiátricos principales se pueden comprender mejor en base a un modelo de diátesis/estrés (Gabbard, 1992, 1994a). Aunque es evidente que en la etiología y patogénesis del TOC actúan procesos genéticos, los estresores psicológicos también parecen ser importantes. Los clínicos han observado desde hace tiempo que el aumento del estrés o la reaparición de problemas que ya habían precipitado el TOC pueden empeorar los síntomas, mientras que la reducción de la tensión puede mejorarlos (Black, 1974). Alguna  investigación que llama a la reflexión sugiere que los temas relativos al cuidado de los hijos y el embarazo pueden tener una influencia significativa sobre los síntomas del TOC. Por ejemplo, Buttolph y Holland (1889) descubrieron que el 69 por ciento de los pacientes con TOC podían relacionar la exacerbación o aparición de sus síntomas con el cuidado de sus hijos, el embarazo o el parto. En un estudio de 106 mujeres que padecían TOC, Neziroglu, Anemone y Yaryura-Tobías (1992) observaron que el embarazo estaba asociado a la aparición de los síntomas del TOC más que a cualquier otro acontecimiento de la vida. De hecho, el 39 por ciento de aquellas pacientes con niños experimentaron los síntomas por primera vez durante el embarazo. Cinco mujeres del estudio habían tenido un aborto, espontáneo o provocado, y cuatro de esas cinco observaron que los síntomas del TOC surgían o se exacerbaban cuando estuvieron embarazadas.

En mi propia experiencia clínica, con madres jóvenes o embarazadas con TOC, he observado con frecuencia un nexo entre el incremento de la intensidad de los síntomas del TOC y un aumento en la agresión inconsciente o apenas consciente hacia el niño. Por ejemplo, una madre primeriza con TOC de un bebé de seis meses decía que apagaba inmediatamente la televisión cada vez que en las noticias o un programa de entrevistas aparecía un debate sobre el abuso parental a un niño. En el transcurso de la psicoterapia reconoció hasta que punto luchaba contra abrumadores deseos asesinos hacia su hijo. Aunque la forma que adoptaban los pensamientos obsesivos a menudo sugería que un desastre del exterior mataría al niño, la exploración dinámica ayudó al paciente a comprender que la amenaza que temía realmente procedía de su interior más que de fuentes externas.

Parte de este modelo conceptual es que los síntomas, con independencia de la influencia biológica que tengan, tienen significados, conscientes o inconscientes, para el paciente. Como observé en una comunicación previa (Gabbard, 1992), con frecuencia los conflictos psicodinámicos se apropian de las fuerzas bioquímicas del cerebro y las utilizan como vehículo de expresión. En esa comunicación describí a un joven que había controlado completamente la vida de su madre hasta el punto que ella dejó su trabajo para permanecer en casa con él y satisfacer todas sus necesidades. Al mismo tiempo, el padre se vio forzado por el joven a permanecer en una habitación aparte de la casa para no contaminar a su hijo con “gérmenes” del mundo exterior. A este respecto, los síntomas del TOC sirvieron como forma de facilitar un triunfo edípico inconsciente en el cual el joven tenía a su madre toda para él, mientras su padre estaba fuera de escena.

En este caso, era de gran importancia la resistencia del paciente a cualquier tipo de tratamiento psiquiátrico. Había rechazado acudir al psiquiatra y aceptar medicación con alguna eficacia probada en el TOC. Sólo cuando se pudo encarar y comprender su resistencia el paciente fue capaz  de colaborar en un programa de tratamiento global. Por consiguiente, el descubrimiento de la intensa dependencia respecto a su madre y su deseo de continuar en su conflictivo triunfo edípico, obtenido en base a la comprensión dinámica, tuvo que ser encarado antes de que finalmente accediera a toma clomipramina.

Consecuencias  para el tratamiento

Al considerar las onsecuencias para el  tratamiento del TOC, la viñeta del caso anterior pone de relieve puntos extraordinariamente cruciales - como por ejemplo que muchos pacientes con TOC se aferran a sus síntomas por sus significados especiales y por el control interpersonal que ejercen sobre los demás. Por tanto pueden no mostrar interés en realizar el trabajo de la terapia de conducta o no cumplir con la medicación. De hecho muchas pruebas controladas excluyen a estos problemáticos pacientes por su escasa motivación o su negativa a seguir las instrucciones y, por tanto, la investigación empírica sobre el TOC puede no encarar de forma adecuada a este subgrupo de pacientes.

Incluso cuando los pacientes con TOC siguen las normas del tratamiento, los resultados están lejos de ser ideales. Por ejemplo, en el amplio proyecto multicentro para estudiar la eficacia de la clomipramina, la reducción principal de síntomas tras 10 semanas de tratamiento fue sólo de 38 al 44 por ciento ( Comipramine Collaborative Study Group, 1991). Es más, muchos pacientes tienen recaídas con clomipramina u otros inhibidores de la recaptación de la serotonina si no se ha combinado con terapia conductual (Zetin y Kramer, 1992). La modificación de conducta que incluye la exposición en vivo combinada con la prevención de respuesta parece tener los mejores resultados (Barlow y Beck, 1984), pero también se produce una alta tasa de recaídas con esta modalidad, lo que requiere una amplia cooperación del paciente (Marks, 1981).

Con frecuencia, los pacientes con TOC tienen considerables dificultades en las relaciones interpersonales, tanto con los miembros de la familia como en el trabajo o en otros entornos sociales. El diagnóstico del TOC está asociado con un alto riesgo de separación o divorcio (Zetin y Kramer, 1992). Los enfoques psicodinámicos son muy útiles para ayudar a clarificar y abordar los problemas de relación con los que se topa la enfermedad. La identificación de los estresores y sus significados particulares para los pacientes también puede ayudar, tanto al paciente como a los miembros de la familia, a ser conscientes de los acontecimientos que precipitan el trastorno y a intentar reducir su impacto o evitarlos en la medida de lo posible.

El substrato neurobiológico del TOC conduce a ciertos tipos de pautas inconscientes en las relaciones que, en última instancia, se internalizan como relaciones objetales características del paciente. A continuación éstas se reexternalizan en las relaciones familiares y extrafamiliares para crear una gran cantidad de problemas. La ventaja de la orientación psicodinámica en el tratamiento es que permite examinar la evolución de la transferencia -contratransferencia de manera sistemática como una forma de ayudar a los pacientes a comprender sus problemas relacionales en otros contextos.

El Sr. A era un hombre soltero de 26 años que fue admitido en una unidad de un hospital psiquiátrico porque sus síntomas le estaban convirtiendo prácticamente en un inválido y porque se había negado a cooperar con los enfoques de farmacoterapia y terapia de conducta. Estaba preocupado por la posibilidad de que sus padres hubieran cogido el virus del SIDA en el camino a casa desde sus respectivos trabajos y estaba convencido de que la casa necesitaba una desinfección minuciosa para impedir que él entrara en contacto con el virus. Sus padres se habían aliado con él en su insistencia de que cada mueble fuera pulverizado y limpiado a fondo. Cada tarde realizaban sistemáticamente el ritual de rociar y limpiar gran parte de la casa bajo la dirección del paciente.

Cuando el Sr. A ingresó en la unidad del hospital, pidió a su enfermero los detalles del ocupante anterior de su habitación. El enfermero le explicó que esa información era confidencial y no podía compartirla con él. No obstante, siguió haciendo preguntas, en particular las relacionadas con los hábitos de masturbación del anterior ocupante. Se obsesionó con la idea de que podía haber manchas de semen en su habitación que podían transmitirle la infección del VIH. En mis entrevistas diarias con él, gran parte de nuestras conversaciones se consumía con esa posibilidad. A pesar de lo absurdo de este temor, su insistencia de que discutiéramos la posibilidad de la contaminación del VIH era de un gran poder coercitivo, hasta tal punto que me descubría a mi mismo dedicando grandes esfuerzos para argumentar desde un punto de vista racional y  lógico que sus temores eran, fundamentalmente, irracionales. La demanda del Sr. A. de que participara con él en un diálogo sobre el VIH tenía asociada una cualidad de ser obligatoria. Me sentía invadido  y empujado a un tipo de folie à deux en la que ninguna otra cosa  fuera importante para  nosotros dos. En resumen, me había convertido en una extensión del Sr. A.

Una mañana, haciendo la ronda, entré en su habitación y encontré al enfermero del Sr. A con espray desinfectante en una mano y una toalla de papel en la otra “descontaminando” el mobiliario de la habitación del Sr. A. El enfermero parecía bastante avergonzado por haber sido descubierto coaligado con el temor de contaminación del paciente.

Cuando más tarde me reuní con el enfermero le expliqué que podía empatizar con su dilema - es decir, que la necesidad del Sr. A de hablar de su obsesión y de iniciar rituales para asegurarse que la habitación estaba descontaminada era tan sumamente obligante que cualquiera se podía ver arrastrado con facilidad a actuar en connivencia con ello. Señalé al enfermero que, a través de la identificación proyectiva, el paciente lo había tiranizado de la misma forma que había tiranizado a sus padres en casa. Compartí con el enfermero la consagrada visión del hospital psicoanalítico como un lugar donde un paciente recrea su situación familiar (más precisamente, su mundo objetal interno) en el entorno del hospital con diversos miembros de la plantilla (Gabbard, 1988).

Cuando el enfermero se negó a involucrarse en tal alianza  tras ese incidente, el Sr. A se indignó mucho. El alcance de lo que él creía su derecho era sorprendente. Claramente tenía la expectativa de que la gente de su entorno debía comportarse como extensiones narcisistas de sí mismo. Negaba de forma masiva la autonomía y subjetividad de cualquier otro en su vida, existían sólo para responder a sus necesidades y su control omnipotente era enormemente  deshumanizador.

Empleé buena parte del tiempo de mis reuniones con él en señalar su pauta en las relaciones objetales, tanto en sus relaciones con el enfermero, conmigo en la unidad, como con sus padres en casa. Clarifiqué con él que su sensación de urgencia sobre la naturaleza catastrófica de sus pensamientos en relación con la contaminación del VIH, provocaba que los demás sintieran que tenían que hacer lo que a él se le antojara o habrían consecuencias funestas. Aunque este enfoque no redujo directamente sus síntomas obsesivo - compulsivos, fue de un extraordinario valor para ayudarle a desarrollar una mayor empatía hacia los demás y a considerarlos sujetos en vez de objetos bajo su control omnipotente. En las sesiones del asistente social con los padres y el Sr. A, se realizó un gran progreso en ayudar a los padres a ver que, a largo plazo, aliarse con sus necesidades de “descontaminación” no era lo mejor para él. Los padres sintieron un gran alivio al recibir permiso del trabajador social y, con el tiempo, del Sr. A, para actuar según sus propias necesidades en vez de someterse a la conducta de control del Sr. A.

Otra razón convincente para incorporar nuestras estrategias psicodinámicas con los pacientes con TOC es el hecho de que muchos tienen temas caracteriales que sirven como poderosas resistencias a formas de tratamiento tales como la terapia de conducta o la farmacoterapia. De hecho Baer et al. (1990) descubrieron que la presencia de trastornos esquizotípico, borderline y evitativo de la personalidad, predecían un resultado de tratamiento pobre en pacientes con TOC tratados con clomipramina. Más aun, incluso cuando los pacientes no cumplen todos los criterios del DSM - IV para un trastorno de la personalidad, aún pueden tener rasgos caracteriales importantes que interfieren con la ejecución de un programa de tratamiento amplio.

En otro estudio (Aubuschon y Malatesta, 1994), se trató a 31 pacientes con TOC con un trastorno comórbido de la personalidad con  una amplia gama de terapia conductual. Se comparó sus resultados con los de un grupo de pacientes con TOC sin trastornos de la personalidad comórbida. Se consideró que esos pacientes con trastornos de la personalidad  eran más difíciles de tratar y que tenían más posibilidades de finalizar la terapia conductual de forma prematura y que requerirían más hospitalizaciones psiquiátricas que los pacientes con TOC sin trastornos de la personalidad.

El señor B. era un divorciado de 38 años que había tenido éxito en un puesto directivo hasta que se volvió incapaz de funcionar de forma efectiva en el trabajo debido a la presencia de pensamientos obsesivos y rituales compulsivos. A pesar de que tenía desde hacía tiempo un trastorno paranoide de la personalidad y algunos síntomas leves de TOC, su funcionamiento nunca se había visto afectado hasta que su padre enfermó y murió dos años antes de buscar tratamiento conmigo. Sus obsesiones y  conducta ritualista empeoraron de forma dramática a la muerte de su padre, hasta tal punto que no pudo funcionar de forma efectiva en el trabajo.

El paciente se había enfadado con su padre la última vez que lo vio antes de su muerte y se sentía extraordinariamente culpable por el hecho de que su último encuentro fuera uno tan rabioso. El día anterior al funeral de su padre, el Sr. B  se había hecho daño en la espalda  jugando al baseball y durante el funeral sufrió un dolor lumbar  tan grave que necesitó tomar narcóticos. A pesar de que dejó de tomarlos después de varios días, su dolor de espalda continuó junto con el empeoramiento de los pensamientos obsesivos. El contenido de estos pensamientos se centraba fundamentalmente en su daño potencial a otros. Por ejemplo, tenía miedo de que si iba al trabajo abriría la puerta del servicio de caballeros y dañaría gravemente a alguien que saliera, golpeándole con la puerta.

De niño, el Sr. B había intentado anular la rabia hacia sus padres con varias formas de conducta ritualista. El empeoramiento gradual de sus rituales desde la muerte de su padre reflejaba su convicción inconsciente de que había causado la muerte de su padre por la intensidad de su rabia. Una variedad de rituales, que incluía conducir ida y vuelta al trabajo hasta ocho o diez veces, estaban destinados a anular la muerte mediante el incrementar los rituales.

Había visto a dos clínicos antes de acudir a que le ayudara. Inicialmente había intentado una terapia cognitivo-conductual que se centraba exclusivamente en sus síntomas. Finalmente los dejó porque sentía que el terapeuta cognitivo-conductual no le ayudaba. Me dijo que le había explicado repetidamente a su terapeuta que era consciente de lo ridículas que eran las distorsiones cognitivas, pero que la conciencia de su naturaleza irracional no lo ayudaba a cambiar los pensamientos.

A continuación acudió a un psiquiatra que se ofreció a prescribirle clomipramina. Leía todo material que caía en sus manos en relación a la medicación pero rechazaba tomarla. Por su orientación paranoide básica hacia el mundo, estaba convencido de que la medicación le destruiría de alguna forma o que, como mínimo, le causaría efectos secundarios difíciles de controlar.

Cuando finalmente vino a verme pasé mucho tiempo trabajando con él su resistencia a tomar medicación. Señalé que parecía estar muy preocupado de que su ira hubiera herido a su padre. En respuesta a esa observación, afirmaba repetidamente que, de hecho, no era una persona irascible. Con frecuencia, su ira aumentaba a medida que insistía sobre la idea de que había superado cualquier problema con la ira. Finalmente, tras mucho trabajo sobre sus rasgos caracteriales paranoides, estuvo de acuerdo en tomar la clomipramina. Lo hizo durante aproximadamente un año en dosis terapéuticas máximas pero no experimentó cambio alguno.

Entonces pasó por un período de meses en el que se obsesionó acerca de si sería recomendable que probara fluoxetina. Volvió a leer mucho sobre  fluoxetina y trabajó conmigo sus ideas paranoides relativas a los efectos secundarios. Tras unos meses de discutirlo, intentó tomar fluoxetina pero, después de dos meses, sintió que estaba cada vez peor y suspendió el tratamiento.

A pesar de su falta de éxito con la farmacoterapia y la terapia cognitivo-conductual, persistió en su terapia psicodinámica individual y, poco a poco mejoró en muchas áreas de su vida. Aunque sus síntomas eran manejables, no desaparecieron. Por otro lado, su personalidad paranoide mejoró de muchas formas significativas. Se hizo menos rígido y muy abierto a considerar ideas que había rechazado con anterioridad. Llegó a ser capaz de formar una confiada alianza terapéutica conmigo y, relacionada con esta confianza, se hizo mucho menos hostil. También fue capaz de tener una relación sexual significativa y mutuamente gratificante con una mujer, algo que con anterioridad había sido impensable por su paranoia. Se volvió mucho menos aislado y creó también otras relaciones. Incluso volvió a trabajar a media jornada a medida que su ansiedad por los síntomas del TOC se hizo menos molesta. En resumen, había hecho una adaptación a sus síntomas que enriquecieron mucho su calidad de vida.

Conclusiones

Estas breves ilustraciones clínicas destacan el papel vigente del tratamiento de orientación psicoanalitica para  pacientes que padecen un trastorno obsesivo-compulsivo. A pesar de la presencia de los determinantes biológicos que pueden generar los síntomas del TOC, estos síntomas son ricos en significado inconsciente, lo que puede causar que los pacientes se esfuercen mucho en mantener sus síntomas. La comprensión psicodinámica del significado de esos síntomas pueden ser de gran ayuda para mejorar el cumplimiento de  los programas de tratamiento con fármacos o de terapia conductual.

El TOC es una enfermedad cuya gravedad fluctúa, por lo que una comprensión dinámica de los detonantes psicosociales puede ayudar a manejar al paciente con TOC. Por ejemplo, en el caso del Sr. B, se hizo evidente que la aparición de sus síntomas estaba íntimamente ligada a las preocupaciones por la agresión hacia los demás. En otros pacientes puede contribuir la ansiedad de dañar a niños o a bebés. Sin embargo, en otros son las ansiedades sexuales las que pueden actuar como detonante.

Casi siempre los síntomas del TOC tienen significados interpersonales que se deben tratar. Los síntomas determinados biológicamente pueden servir como el vehículo ideal para expresar conflictos con base psicodinámica. Por tanto, los miembros de la familia y las personas que tienen relaciones significativas con el paciente se pueden encontrar controlados o coaccionados a realizar conductas muy disfuncionales. Las dimensiones de transferencia - contratransferencia de la relación terapéutica con pacientes con TOC pueden aportar pistas sobre estas recurrentes pautas que se pueden encarar con provecho como parte del tratamiento.

En muchos casos, los rasgos caracteriales de los individuos con TOC tienden a minar los esfuerzos terapéuticos. Confrontar e interpretar las dimensiones caracteriales del paciente puede tener un impacto significativo sobre el manejo global del paciente. Es más, los rasgos de personalidad de los individuos con TOC pueden responder de forma dramática a la psicoterapia dinámica y, por tanto, estos pacientes pueden llevar vidas mucho más gratificantes. El caso del Sr. B demuestra un ejemplo en el cual el ajuste del paciente a la vida mejoró mucho a pesar del hecho de que los síntomas del TOC persistieron.

Finalmente, debemos ser conscientes de que un cierto porcentaje de pacientes no responderán ni a la farmacoterapia ni a la terapia de conducta. Puede ser necesario un enfoque terapéutico psicodinámico para afrontar una situación en la que no hay respuesta al tratamiento, a pesar de que el clínico deba tener objetivos modestos para la mejora de los síntomas per se. El TOC sirve como una enfermedad modelo para demostrar el valor de un enfoque integrado para el tratamiento de los trastornos psiquiátricos mayores. Las estrategias psicodinámicas continuarán teniendo un papel principal en la psiquiatría tal como ilustran las muchas formas en las cuales el pensamiento psicodinámico se aplica a condiciones tales como el TOC. 

Etiología del Trastorno Obsesivo Compulsivo

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Consideraciones Sobre la Etiología y los Tratamientos del Trastorno Obsesivo-Compulsivo, (T.O.C.). (*).


Autor: Fco. Javier López González

Psicólogo Clínico y de la Salud

CENTRO MÉDICO ESTACIÓN ALICANTE (ESPAÑA)


“… el individuo no se atrevía a atravesar un puente, pasar cerca de un embalse o peñasco o permanecer en una habitación con vigas, por miedo a que tuviera tentaciones de ahorcarse, ahogarse o precipitarse. Si se hallaba ante un auditorio silencioso, como por ejemplo en un sermón, temía que pudiera proferir en voz alta e incontroladamente palabras indecentes y malsonantes…”
Robert Burton.: “The Anatomy Melancholy”, (1883).

 

 Resumen y abstract.

 Introducción.

 Etiopatogenia del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC).

Tratamiento farmacológico del TOC.

Tratamiento psicológico del TOC.

Comorbilidad o solapamiento de síntomas.

Agradecimientos.

Referencias.

 

Resumen

El objetivo del presente trabajo narrativo consiste en pasar revisión al estado actual de cosas referentes tanto a la etiología, como a los tratamientos psicológicos y psicofarmacológicos del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Hacemos una breve pero ilustrada introducción sobre qué es a lo que debe –según nuestro juicio- su peculiaridad el mencionado trastorno; obviando los criterios del DSM-IV-TR, nos lanzamos seguidamente a plantear la cuestión etiológica, tanto para el modelo bio-médico como para el psicológico, haciendo más énfasis en este último y describiendo las técnicas actuales de tratamiento. Finalizamos con un apartado de comorbilidad o solapamiento de síntomas que pudieran confundir al clínico a la hora de realizar su diagnóstico.

Abstract

The aim with this feature consist in to assess the knowledge that we have nowadays about Obsesive-Compulsive Disorder,  making reference not only to the etiology but also to the psychological and psychopharmacolgical treatments. We make a brief but illustrative introduction about, from our point of view, where  lies the peculiarity of this disorder. Leaving the criteria of DSM-IV-TR to one side, we proceed to set the etiological matter out, not only to the bio-medical model but also to the psicological model, placing a particular emphasis on the second model and
describing all the current techniques (methods) of treatment. Finally, we set a section aside for to talk about underhanded symptoms that could caused confusion when the psychologist comes to diagnose.

Introducción

Como el lector podrá colegir de la cita anterior, el Trastorno Obsesivo-Compulsivo, (TOC en adelante) no es una entidad nosológica nueva, como le pudiese parecer por la lectura de las diversas ediciones del DSM (APA), sino que incluso, remontándonos mucho más atrás en la historia, también se conocen algunos casos que, aunque aislados, no por ello fueron menos importantes e incapacitantes.
A mi juicio y como psicólogo clínico, el TOC debe su peculiaridad a 4 factores, a saber: a): la dificultad que entraña el explicarle al paciente en qué consiste su trastorno y su solución (y más aún a sus familiares y allegados); b): a la extrañeza que puede suponer para la gente con que interacciona el paciente sus conductas ritualistas, a diferencia de otros problemas de ansiedad en los cuales la evitación y/o el escape es más comprensible o menos embarazoso; c): a las técnicas de intervención que debemos utilizar los clínicos –en algunos casos incluso, temerarias y extrañísimas también- para que el tratamiento sea efectivo; y d): el hecho de ser un trastorno –como algunos autores indican- a caballo entre las “neurosis” y “psicosis”; lo que nos llevaría en cierta medida, a admitir la hipótesis freudiana de la existencia de un continuo, en cuyos polos o extremos estarían ubicadas las dos citadas entidades.
De hecho en las últimas ediciones del citado manual (DSM-IV-TR), debe especificarse para su diagnóstico “si es de tipo pobre insight”; es decir, si el sujeto la mayor parte del tiempo es consciente de que sus temores son irracionales, o está más o menos convencido de que son “reales”; aunque luego separe, para su clasificación –y con objeto de comunicación por parte de los profesionales- entre trastornos de ansiedad por un lado, (antiguas neurosis) y esquizofrenias y trastornos psicóticos, por otro (psicosis). Eje I.
No obstante como de todos es sabido, pero creemos conveniente recordar, también existe el Trastorno Obsesivo-Compulsivo de la Personalidad, como entidad nosológica, pero en este caso, evidentemente, en el Eje II.
Pero pasemos a realizar breve y humilde descripción del cuadro que nos ocupa en cuanto a su etiología, así como en lo referido a su clínica y sus tratamientos, tanto psicológicos como farmacológicos.

Etiopatogenia del Trastorno Obsesivo-Compulsivo

En lo que respecta a la etiología bio-médica del trastorno obsesivo compulsivo, los datos son bastante controvertidos; ya que, para comenzar,  en estudios de gemelos que tratan de objetivar por ejemplo y, entre otras cosas, si hay o no componente genético, algunos autores responden afirmativamente, mientras que otros no lo tienen tan claro.
Asimismo en estudios de neuroimagen se parece demostrar que hay una disfunción en los ganglios basales con una patología frontal; así como alteraciones bioquímicas relacionadas con el sistema serotoninérgico.
Ahora bien, deberíamos inquirir ¿y en qué trastorno no las hay? (las alteraciones biológicas y neuroanatómicas, claro). En la depresión se producen, en la fobia social también, en el pánico con, o sin agorafobia… etc…
Y lo que es más inaudito también… (sobre todo para los profesionales de la psiquiatría, que –afortunadamente solo algunos- lo basan casi todo en lo biológico, descartando factores ambientales y de aprendizaje p.ej.), ¿cómo es posible que con técnicas cognitivo-conductuales se consigan los mismos cambios neuroquímicos y neuroanatómicos beneficiosos que se producen con los psicofármacos? La cuestión desde luego, a nuestro juicio, es harto compleja, “dando mucho trabajo”, para pensar al menos.

Para el modelo cognitivo-conductual de la psicología que es el que mejores resultados obtiene en la actualidad, se sabe por ejemplo que hay una alteración en el procesamiento de la información –aunque esto también es difícil de objetivar- así como una alteración en los mecanismos de excitación-inhibición centrales (SNC).
También se han propuesto como etiológicos, factores de aprendizaje como la “transmisión de información” por cualesquiera de las fuentes que sean (imágenes vistas en la tv., películas, internet, narraciones sobre otros casos), y a menudo, el comienzo del trastorno, se asocia a“eventos estresantes”, como el nacimiento o muerte de personas allegadas, el matrimonio, etc… No obstante, tenemos que insistir en que para dicho modelo no importan tanto las causas, como los procedimientos para poner remedio a dicho problema de conducta. 
En este orden de asuntos, para el modelo conductual del TOC, (Foa y Kozak, 1986; Steketee, 1993), se presupone una determinada vulnerabilidad biológica y psicológica. El estrés elevaría la frecuencia, duración y la intensidad de las cogniciones intrusivas, que cabría considerarlas como “estímulos condicionados”, por los factores descritos en el párrafo anterior, y que la persona alivia su malestar por refuerzo negativo al emitir los rituales o neutralizaciones (compulsiones), que no son más que formas más o menos veladas de evitación/escape. Con lo cual, exponiendo al sujeto prolongadamente a los estímulos o situaciones que evocan las mismas y previniendo asimismo la respuesta de escape mencionada, debería remitir la sintomatología del cuadro, pero las mencionadas compulsiones ponen fin a dicha exposición, impidiendo que la ansiedad se extinga, es por esto también que se impide la reevaluación de estos pensamientos disfuncionales y, con ello, que se mantenga el trastorno en el tiempo.
No es ocioso recordar que el poner en marcha toda esta serie y suerte de rituales, lleva aparejada una considerable pérdida de tiempo que el sujeto podría utilizar en otras actividades, sean estas agradables, obligatorias (trabajo), o de otro tipo. Con lo cual se asiste por añadidura a posibles déficits conductuales de reforzamiento que, probablemente, hagan que la persona se deprima –si es que no existía una comorbilidad previa- lo que a su vez aumentaría la posibilidad de que se produjesen nuevas obsesiones, perpetuándose de este modo un círculo vicioso difícil de cortar.
El modelo cognitivo del TOC surgió entre otras cosas, para paliar las deficiencias o insuficiencias que planteaban los modelos de condicionamiento; ya que éstos explicaban, (y lo siguen haciendo muy bien) como se mantienen y extinguen las conductas obsesivas, pero no explican de forma satisfactoria –al menos para algunos, como para el autor de este trabajo- cómo se inicia o cuál es la raíz de dicho fenómeno.
Para algunos autores como Freeston, (Freeston y cols, 1996), los errores fuente del trastorno vienen dados por creencias y valoraciones que están sesgadas, sobreestimadas o exageradas y que, en definitiva, pasan a convertirse en disfuncionales. Como por ejemplo las siguientes:
  1. Exagerar la responsabilidad para sucesos que están más allá del control del sujeto y de sus consecuencias perjudiciales.
  2. Tener la necesidad de buscar un estado en el cual no existan incertidumbres; es decir, tener un control perfecto sobre los comportamientos y las cogniciones o pensamientos.
  3. Creer que la ansiedad, malestar o angustia generada por los pensamientos es inaceptable y peligrosa.
  4. Sobrestimación de la importancia de los pensamientos y sus derivaciones, como la fusión del pensamiento y la acción, y el pensamiento mágico (tener un pensamiento sobre una acción, es como realizar la misma acción).
  5. Sobreestimar, asimismo, la probabilidad y la gravedad del resultado de eventos negativos. (Como por ejemplo: “no neutralizar cuando una cognición intrusa ha sucedido, es lo mismo que buscar o desear el daño sobre el que versa la intrusión”).
Para el mencionado autor, en un estudio ejemplar, las obsesiones “normales” acontecen en población no clínica -o general- en un 84- 87%, sin que se deban considerar cualitativamente distintas de la población clínica. No obstante, Freeston soslaya un concepto que para otros autores como Salkovskis o Rachman, es de vital importancia para explicar el TOC, y es la noción de “responsabilidad”. Responsabilidad,  según Rachman significa que la persona “cree” o “interpreta” que puede causar un grave daño a otros o a ella misma, a menos que lleve a cabo una conducta preventiva o restaurativa. (Rachhman, 1993). Esta evaluación cognitiva de las obsesiones como señal disparadora de saberse responsable, es la que suscita los comportamientos o conductas compulsivas, ya sean encubiertas o manifiestas.
Así por ejemplo, si a una mujer se le ocurre un pensamiento tal como “a ver si se muere de una vez mi marido”, y lo “interpreta” como que hay una probabilidad de que ella pudiese asesinarlo, llevará a cabo comportamientos tales como el evitar quedarse a solas con él, en determinados momentos o situaciones (como en la cocina con cuchillos), separarse de él cuando esté cerca de una ventana, no pasar juntos por un puente, intentar pensar en otras cosas (evitación cognitiva), intentar encontrar reaseguración, (tranquilización) en otras personas, etc.
Salkovskis, como ya hemos referido, también encuentra en el concepto de responsabilidad una apoyatura fundamental –necesaria, y extraordinariamente sugerente- para explicar su novedoso y original modelo, ahora bien, no la considera suficiente, por lo que añade asimismo la diferenciación conceptual entre “pensamientos automáticos negativos” y “pensamientos intrusivos”; siendo los primeros “egodisfóricos” o “egosintónicos”, (ya que el contenido de los mismos adquieren un cierto grado de creencia o duda acerca de su realidad para el sujeto) y, los segundos, “egodistónicos” (el contenido de la cognición es incongruente con el sistema de creencias y valores del individuo).
Elaboró en un primer momento, un “modelo cognitivo-conductual sobre el mantenimiento y modulación del TOC; ahora bien, el mismo Salkovskis (1985), afirmó que para que éste resultase útil debería responder a una serie de cuestiones comunes y problemáticas que se dan en la práctica clínica habitual y que influyen sobre manera en la mayoría de los modelos explicativos que existen en la actualidad, así como el hecho de explicar su posible origen. Dichas cuestiones son: a): En muchas obsesiones –o “ideas obsesivoides”- no parecen producirse pensamientos de culpabilidad y/o responsabilidad; b): Se ha constatado asimismo, que en algunos pacientes (obsesivos), con presencia de ánimo disfórico se produce un decremento y en ocasiones hasta la plena remisión del cuadro, ya que en su primer modelo se observaba una correlación positiva entre sintomatología depresiva y obsesiones; c): En otros casos la neutralización, lejos de provocar pensamientos negativos, los provoca positivos;  y, d) Por último, asistimos en la clínica a la observación de que existen neutralizaciones o compulsiones “absurdas” ; es decir, que no guardan una relación estricta con el objeto de la obsesión, o con dichos pensamientos de culpa o responsabilidad.
 Para ello, junto con Warwick (Salkovskis y Warwick, 1988), elaboró un nuevo modelo mucho más comprehensivo que el anterior, siendo éste más cognitivo que conductual; que aunque incluyera aspectos de ambas orientaciones, incidió más en la primera.
Se podría resumir de la forma que sigue como ejemplificadoramente lo hicieron las profesoras Cristina Botella y Cristina Robert (1995),:        
“Algunas personas son vulnerables a interpretar los pensamientos intrusivos como una indicación de que son responsables del daño que les pudiera ocurrir a ellos mismos o a otros. Esto se debería a haber sido sometidos a determinadas prácticas de crianza en las que se pusiera mucho énfasis en la responsabilidad personal. Además, esa sensibilidad especial habría dado lugar a la formación de una serie de supuestos disfuncionales (por ejemplo, el hecho de fracasar al prevenir un daño, es lo mismo que realizar el daño). Cualquier creencia disfuncional de este tipo puede comenzar a interactuar con los pensamientos intrusivos después de haberse producido un incidente crítico que sirve para interactuar con los supuestos disfuncionales. Según Salkovskis (1989b), aunque no es necesario que siempre sea así con gran frecuencia los incidentes críticos estarán asociados a un aumento en la responsabilidad de la persona (por ejemplo, tener un hijo, casarse, cambio de empleo). De este modo, las obsesiones “normales” se convierten en foco de responsabilidad; lo cual, como hemos visto anteriormente, da lugar a pensamientos negativos y, poco a poco, se desarrollarán las conductas neutralizadoras”.
Y para ilustrarlo en aras de comprensión, se incluye –esquematizado- dicho Modelo Cognitivo del desarrollo del trastorno obsesivo-compulsivo, (Salkovskis y Warwick, 1998):
MODELO COGNITIVO DEL DESARROLLO DE LOS PROBLEMAS OBSESIVOS
modelo cognitivo del desarrollo de los problemas obsesivosmodelo cognitivo del desarrollo de los problemas obsesivos
No obstante y como indican las mismas autoras, el hecho de considerar que una determinada perspectiva nos haya hecho avanzar en la comprensión del TOC, obviamente no significa que ya dispongamos de todas las respuestas. “… Muchos de los aspectos característicos del trastorno siguen siendo un misterio… (Botella y Robert, 2002).

Tratamiento farmacológico del TOC.

Tradicionalmente el trastorno obsesivo compulsivo se ha venido tratando por los psiquiatras con Clomipramina (Anafranil). Un antidepresivo de la familia de los tricíclicos que tiene potentes acciones sobre la bomba de inhibición  de la recaptación de un neurotransmisor llamado serotonina, afectando sin embargo a su vez, a otros neurotransmisores cerebrales que nada tienen que ver con la actividad terapeútica. Se sigue utilizando en la actualidad para casos graves y refractarios. Debido a su cardiotoxicidad y a otros efectos secundarios, a partir de la segunda mitad de la década de los 90 se empezaron a utilizar otros antidepresivos, que éstos sí tenían una selectividad “cuasi”-pura sobre dicho neurotransmisor, evitando así los efectos secundarios que poseían los tricíclicos. La familia de los que se citan (ISRSs) son: Fluoxetina, Fluvoxamina, Sertralina, Paroxetina, y Citalopram. Surgiendo después un hermano de éste último llamado Escitalopram, metabolito activo de citalopram racémico.
Los últimos meta-análisis (revisión sistematizada sobre los resultados y efectos de un determinado tratamiento) indican que la Paroxetina, Sertralina y Clomipramina son los fármacos de elección a día de hoy para tratar dicho trastorno. Ahora bien, como hemos dicho que tienen efectos secundarios es conveniente administrarlos de forma conjunta con un anticonvulsivo (de tipo gabaérgico o benzodiacepínico) que aumente el umbral convulsivo así como para controlar en cierta medida la estimulación causada por la administración del fármaco.
También afectan a la respuesta sexual humana (anorgasmia en mujeres y eyaculación retardada en hombres), así como leves y transitorias alteraciones gastrointestinales como náuseas y estreñimiento. Reversibles al continuar el tratamiento, o al cesar el mismo.
Las dosis se deben de incrementar de 10 en 10 mg. para la paroxetina por ejemplo, (los comprimidos suelen ser de 20 ranurados), para sertralina y clomipramina bastaría con incrementos de 25 en 25 mg. respectivamente, por la posible aparición de cuadros de pánico en personas predispuestas o con antecedentes de presencia de los mismos. Asímismo, la dosificación  y la duración de los tratamientos debe ser algo superior a la utilizada para el episodio depresivo mayor; como sucede también, para los trastornos de ansiedad generalizada, fobia social y pánico con agorafobia en los cuales las dosis y el tiempo de administración del fármaco también deben ser mayores que para el trastorno depresivo.
Otros fármacos utilizados en el T.O.C. y en las ideas obsesivoides han sido neurolépticos como la Risperidona, el Haloperidol, la Olanzapina, o la Levomepromazina, (sobre todo si existe algún rasgo esquizoide o fuertes ideas sobrevaloradas), así como toda la gama de Benzodiacepinas disponibles en el mercado, recomendándose las de vida media larga (previniendo la acumulación de los niveles plasmáticos del principio activo), y desaconsejándose las que pudiesen tener un efecto más desinhibitorio que otras; como por ejemplo el bromazepam, alprazolam o clonazepan frente al cloracepato que sí posee dicho efecto, con el subsiguiente efecto contraproducente para el paciente, que puede consistir en un aumento de las obsesiones/compulsiones al estar desinhibido.

Tratamiento psicológico del TOC.

El tratamiento psicológico conductual de trastorno obsesivo compulsivo, ha consistido (según también las últimas revisiones meta-analíticas) y en cuanto a criterios de eficacia, efectividad y eficiencia, en “técnicas de exposición con prevención de respuesta”. Tras finalizar el tratamiento, la terapia conductual se mostró asociada a una mejora global más acentuada que con la medicación. Es por ello, que debería ser la primera línea de intervención para la mayoría de los casos, utilizando la combinación con fármacos para los casos más graves o para cuando existe una comorbilidad con depresión mayor u otros trastornos asociados. Estas estrategias consisten en exponer a la persona a los objetos personas o imágenes que le provocan la ansiedad y las obsesiones, impidiendo que realice las neutralizaciones (compulsiones o rituales) que hacen que disminuyan su ansiedad (prevención de respuesta de escape), p.ej. contaminándole con algún objeto sucio o con posibles gérmenes e impedir que se duche o que se lave las manos durante períodos largos. (Esto se haría para un TOC con ideas de contaminación, que por lo demás, son las más comunes).
De todos modos, esto no es más que un ejemplo aislado ya que el tratamiento es más complejo además de incluir otras estrategias.
También se utiliza la “exposición imaginaria” : cuando el contenido de las obsesiones no es accesible, cuando el paciente relata un excesivo temor a consecuencias catastróficas si no lleva a cabo la neutralización o cuando las obsesiones están compuestas por imágenes, más que por situaciones, estímulos o sucesos externos.
Un caso más complejo de cara al tratamiento (por eso nos entretendremos un poco en ello), consiste cuando “las obsesiones se dan sin conducta compulsiva manifiesta”; ya que la evitación y las compulsiones se dan casi en su totalidad de forma encubierta, por lo que se llegan a confundir las obsesiones con las neutralizaciones, que salen a relucir en forma de cavilaciones o rumiaciones mentales.
Cuando esto sucede, se suelen emplear técnicas tales como el “entrenamiento en habituación y la parada de pensamiento”.  
El “entrenamiento en habituación” consiste en que el paciente plasme por escrito los pensamientos obsesivos repetitivamente o que rememore de forma deliberada el/los pensamiento/s obsesivo/s y que los mantenga así hasta que su terapeuta se lo indique (tomando generalmente como criterio, que las unidades subjetivas de ansiedad en un termómetro de miedo p. ej. se vean reducidas a la mitad menos uno de su valor inicial, que puede oscilar de 0 a 100 o, que al menos disminuyan un 50% de dicho valor).
Otra estrategia para ello y, que especialmente nos gusta poner en práctica, -como indican Foa y Wilson en su ya famoso libro- (Foa y Wilson, 2001),  es la de grabar en una casete (a ser posible con audífonos y con la propia voz del paciente) los pensamientos ansiógenos, que posteriormente escucha al mismo tiempo que su pensamiento va siguiendo la cinta. Este método es especialmente útil ya que como dice Cruzado, (Cruzado, 1998), “…este método asegura que el pensamiento ocurra con la máxima predictibilidad y por lo tanto asegurará la habituación…”
En cuanto al entrenamiento en la parada o detención del pensamiento, podremos soslayarlo o no reparar mucho en él ya que no existen estudios –salvo error- que hayan incluido un grupo control en sus diseños. A groso modo, el paciente debe realizar una lista de pensamientos obsesivos y otra con pensamientos agradables alternativos. El terapeuta primero y posteriormente el paciente, describen la obsesión, que cuando lleva mantenida en la mente un tiempo predeterminado, ambos pueden gritar en voz alta un “para”, “basta” o “stop” que luego se hará interno. El pensamiento entonces habrá desaparecido, debiendo imaginar después el sujeto la escena alternativa. No es ocioso recordar que en esas listas, no se deban incluir pensamientos neutralizantes.

Comorbilidad o solapamiento de síntomas.

Algunos pacientes con TAG (ansiedad generalizada), con trastorno de pánico con o sin agorafobia, o con cualquier otro trastorno de ansiedad,  y/o depresión, pueden presentar sintomatología obsesivoide en el curso o contexto de su cuadro clínico, y normalmente ante cualquier evento estresante.
A diferencia de los pacientes con TOC las personas con ansiedad generalizada y/o pánico perciben sus pensamientos ansiogénicos o ansiosos como relativamente reales pero rara vez desarrollan rituales para aliviar su ansiedad; esto es lo que nos lleva a los clínicos a tener que “hilar muy fino” al hacer el diagnóstico diferencial, ya que se podría confundir con mucha facilidad un trastorno por otro con el consiguiente error al elegir y aplicar también los tratamientos, aunque se asemejen en algunos aspectos un poco.    
Cuando no se ha consolidado todavía un cuadro de TOC propiamente dicho, algunas estrategias o indicaciones como las que siguen, pueden serle suficientes al sujeto para paliar (en casos leves, desde luego), la sintomatología obsesiva; como nos recuerda de nuevo el profesor Cruzado (1998), éstas son:
1º.- Pensar cosas negativas no significa que una persona las desee. Los pensamientos son diferentes de las acciones. Muchos pacientes creen que si un pensamiento negativo entra en su mente, significa de inmediato que desean que una cosa mala ocurra. Esto no es cierto. (Esto es lo que se conoce como pensamiento mágico).
2º.- Todos tenemos pensamientos que nos avergonzarían si los otros los supieran; de todo tipo, religiosos, sexuales, etc… y en algunos casos, impulsos de hacer daño a sí mismos o a los demás.
3º.- Hay que pensar que el contenido de las obsesiones es irracional. Has de decirte a ti mismo/a: “estoy teniendo un pensamiento irracional, exagerado y sin sentido”, “es fruto del problema de ansiedad que tengo, es una obsesión”.
4º.- En lugar de intentar detener el pensamiento, es más adecuado aceptar que se está teniendo un pensamiento o imagen obsesiva que es la que te está provocando la ansiedad, en definitiva, “se trata de exponerse” a ese pensamiento, idea o imagen.
5º.- Después de llevar a cabo la exposición tres o más veces el grado de malestar al comienzo de la siguiente sesión será menor. Esta es la mejor indicación de que el tratamiento va funcionando.
6º.- En los casos de exposición en imaginación se deben incluir pensamientos de consecuencias desastrosas futuras que provocan miedo, ansiedad o angustia.
7º.- Las exposiciones largas son mas efectivas que las exposiciones breves e interrumpidas. Aunque la ansiedad o angustia sea alta, ésta se suele disipar aproximadamente a los treinta minutos. Se debe continuar la exposición mientras la ansiedad continúe alta y hasta que baje al menos -tomando como criterio- a la mitad menos uno de la escala de 0 a 10 que ya es sabida.
8º.- Si se manifiestan varias fuentes de ansiedad o angustia el tratamiento de exposición debe dirigirse al pensamiento obsesivo principal, tras lo cual se aborda el segundo en importancia alternando el tratamiento de ambas ideas o imágenes obsesivas.
9º.- Ejemplos de autoinstrucciones positivas ante una obsesión o idea obsesivoide podrían ser: “estoy teniendo una obsesión, no debo evitarla, debo seguir exponiéndome, cuanto más me exponga antes acabaré con ella, puedo hacerle frente”; “éste es el momento álgido, si aguanto un poco mas esto empezará a bajar”; “no puede sucederme nada peor, estoy haciendo lo que tengo que hacer, que es exponerme a esta obsesión absurda”.

Martin Seligman: La Psicología de la Felicidad

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a psicología como ciencia ha generado aporte inmensos a los estilos de vida de las personas, a recuperar la capacidad de poder ser funcional y de recuperar un equilibrio que por ansiedad, depresión, fobias, baja autoestima, estrés, dependencia, etc se había perdido. Pero nótese que los problemas psicológicos como los mencionados anteriormente están en función de experiencias negativas en el ser humano, experiencias no satisfactorias las cuales deben ser superadas para poder restaurar una funcionalidad, hasta el momento me he referido a los aportes de la psicología tradicional desde que comenzaron los experimentos de laboratorio de Wilhelm Maximilian Wundt.


Ahora...
 ¿qué aportes ha tenido la psicología para personas que no presentan trastornos mentales? 
Esas personas que tienen vidas equilibradas, que se levantan, van a sus trabajos, llevan estudios y en la noche leen o se entretienen con un programa de televisión, esas personas que “no ocupan de la asistencia de un psicólogo”. Con estas personas la psicología tradicional se ha quedado corta, esto quiere decir que si bien la psicología tradicional no ha dejado de lado las experiencias positivas al día de hoy han sido mínimos los estudios conocidos al respecto y sobre todo los aportes a las personas equilibradas.


Martin Seligman quien fuese presidente de la American Psychological Association venía haciendo esta observación en sus intervenciones de su praxis profesional, con sus años de experiencia logró identificar que las habilidades y recursos que una persona necesita para volver a equilibrar su vida, no son las mismas que se requieren para desarrollar el máximo potencial de las fortalezas y bienestar. Nos referimos a que las personas que logran estar a la altura de las circunstancias saben utilizar ante las nuevas experiencias y problemas sus recursos eficazmente, y estas habilidades son diferentes a las personas que han logrado equilibrar sus vidas, mismas que aún no han aprendido las virtudes para obtener lo mejor de sí ante nuevas circunstancias.
Los trabajos de Martin Seligman junto a colaboradores comenzaron a descubrir por métodos científicos qué se necesita y cómo se logra estando en equilibrio, el máximo desarrollo de las virtudes personales sin necesidad de estar padeciendo un trastorno psicológico, este conjunto de experimentos y actuales conclusiones se ha denominado psicología positiva que según este autor se puede definir como. “el estudio científico del funcionamiento óptimo del ser humano”, la psicología positiva debe considerarse por lo tanto: un complemento a los aportes de la psicología como ciencia para la ayuda hacia las personas.

La Psicoterapia es más eficaz que los antidperesivos: INFOCOP

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Los próximos días, 16 y 17 de noviembre, tendrá lugar la IX Reunión Anual de la Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud (SEPCyS). Bajo el título ¿Es rentable la Psicología Clínica y de la Salud? Aportaciones en tiempos de crisis,el evento reunirá a un importante elenco de expertos psicólogos de nuestro país, junto a otra gran figura de la psicología internacional: el profesor Irving Kirsch (Universidad de Connecticut y Universidad de Hull).
Irving Kirsch y su equipo de investigación han sido los artífices de una prometedora y provocadora línea de investigación que ha puesto en tela de juicio la eficacia de los antidepresivos y que ha revolucionado la interpretación de los resultados de la literatura científica en depresión, cuestionando seriamente los modelos de enfermedad mental y la práctica médica habitual, basada exclusivamente en la intervención farmacológica para este tipo de pacientes (para más información ver: Irving Kirsch y la caída del mito de los antidepresivos).
Aprovechando su próxima visita a España, Infocop ha realizado, junto con la SEPCyS, una entrevista a este conocido psicólogo, quien reflexiona sobre los últimos hallazgos en este campo y su repercusión en la práctica clínica. La entrevista original, en inglés, puede verse aquí.
 
Irving Kirsch
ENTREVISTA
Infocop: ¿Qué le llevó a estudiar los antidepresivos y el efecto placebo?
Irving Kirsch: Siendo aún estudiante de grado de psicología, me quedé fascinado al ver cómo las creencias y expectativas de las personas influían en su experiencia. Estaba convencido de que los efectos de auto-confirmación de las expectativas eran centrales para los efectos de la terapia de comportamiento y fui capaz de confirmarlo empíricamente a través de estudios controlados. Entonces comencé a investigar sobre el efecto placebo. Mi primer metaanálisis sobre los antidepresivos tenía como verdadero objetivo investigar el efecto placebo. Al ver los resultados me sorprendió comprobar el poco efecto que tenía el fármaco (por ejemplo, al comparar las diferencias de suministrar un fármaco y un placebo). No fue hasta ese momento que comencé a centrarme en la investigación sobre la eficacia de los antidepresivos.
Infocop: ¿Podría explicarnos en qué consiste el efecto placebo? ¿Cuál es el hallazgo más sorprendente que han encontrado durante estos años de investigación?
I.K.: El efecto placebo es esa parte de respuesta que se produce al suministrar un fármaco (o frente a cualquier otro tipo de intervención médica) que se debe no a su composición química, sino a sus características psicológicas. El hallazgo más sorprendente en la literatura sobre el placebo es nuestro descubrimiento acerca de que los placebos pueden ser eficaces incluso cuando se le señala al paciente que se le está dando un placebo, siempre y cuando la explicación que se le dé acerca de que se le está suministrando un placebo se haga en un entorno terapéutico cálido (ver aquí).
Infocop: Entonces, ¿son los antidepresivos verdaderamente eficaces? ¿Funcionan realmente y hasta qué punto lo hacen?
I.K.: Como mucho, los antidepresivos tienen un efecto significativo sólo para una minoría de los pacientes con depresión a los que se les prescriben fármacos, un 10-15% de los pacientes con depresión mayor. El resto de pacientes, lo mejor que puede hacer es tomar placebos, ya que producen prácticamente la misma mejoría pero evitan los efectos secundarios y los riesgos sobre la salud que producen los antidepresivos.
Infocop: A la luz de los resultados de tus investigaciones, ¿podría decirse que la causa exclusiva de la depresión sea un desequilibrio químico en el cerebro?
I.K.: Hoy por hoy, la teoría sobre el desequilibrio químico en el cerebro está lo más cerca que una teoría puede estar en la ciencia de ser invalidada por la evidencia. Aquí no me estoy únicamente refiriendo a los resultados de mis investigaciones sino a los que han obtenido otros muchos investigadores. Por poner un ejemplo, las personas con depresión mejoran por igual tanto tomando Estimulantes Selectivos de la Recaptación de la Serotonina –ESRS- (fármacos que disminuyen la serotonina en el cerebro) como tomando Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina –ISRS- (fármacos que se supone aumentan el nivel de serotonina).
SEPCyS: Si hay tantas intervenciones diferentes (medicación, placebo, tratamiento psicológico, deporte, comprar una mascota, etc.), ¿no deberíamos, en primer lugar, cuestionarnos la entidad del diagnóstico? Es decir, si hay un trastorno que puede "curarse" con cualquier cosa que tenga credibilidad, ¿no será que lo que estamos haciendo es manejarnos con pseudo-diagnósticos?
I.K.: Los diagnósticos para los trastornos psicológicos se enfrentan, en general, a problemas. La depresión es una "situación" muy seria que puede que ni siquiera sea una enfermedad como tal. Tal vez se trate de una reacción normal frente a circunstancias de la vida o sea una señal de que la persona necesita cambiar aspectos importantes de su vida.
SEPCyS: ¿Podría considerarse la depresión como un comportamiento adaptativo frente al ambiente actual en el que vivimos –el supuesto mundo desarrollado?
I.K.: Si se utiliza como una señal de que algo no va bien, que pueda conducir a la persona a realizar cambios necesarios en su vida, desde luego puede ser adaptativa. Sin embargo, su alta prevalencia también está asociada a factores externos sobre los que las personas pueden tener poco control. Sabemos, por ejemplo, que la depresión está asociada con dificultades económicas y con discriminación. Prevenir la depresión exige cambios sociales y económicos muy amplios, así como intervenciones individuales como la psicoterapia.
Infocop: ¿Qué implicaciones tienen estos hallazgos tanto para la investigación como para la práctica clínica?
I.K.: Los antidepresivos no deberían ser un tratamiento de elección en la depresión. En su lugar, deberían utilizarse en primer lugar tratamientos como el ejercicio físico y la psicoterapia. Si se hace finalmente necesario utilizar antidepresivos, deberían usarse únicamente como último recurso sólo cuando el resto de tratamientos no hayan funcionado. En lo que respecta a la investigación, deberían ponerse fondos a disposición de la investigación para una mejor evaluación de los tratamientos no farmacológicos dirigidos a la depresión.
SEPCyS: Sus investigaciones han creado cierta polémica en diferentes sectores, como la industria farmacéutica o el lobby médico. ¿Qué opina del impacto de sus estudios y de la reacción de la Asociación Americana de Psiquiatría?
En 1998, cuando junto con Guy Sapirstein informamos por primera vez de que la mayor parte de los resultados de los antidepresivos se explica por el efecto placebo, la reacción fue de incredulidad y nuestros resultados fueron ignorados. Resulta gratificante comprobar que cada vez más personas se están tomando estos hallazgos en serio y que están empezando a tener un impacto en la práctica clínica, por lo menos en Reino Unido. Por supuesto, los psiquiatras se resisten a estos resultados; su medio de vida y su quehacer profesional están ligados a la prescripción de medicamentos psicotrópicos, especialmente antidepresivos.
Infocop: En los últimos años, estos resultados han sido replicados por otros investigadores. No obstante, ¿piensa que los resultados han tenido un impacto suficiente en la práctica clínica diaria? ¿Podría explicarlo?
Cambiar la práctica médica es un proceso lento. Los médicos todavía se inclinan rápidamente a prescribir antidepresivos a los pacientes que están ligeramente deprimidos, sin explorar otras vías alternativas. En el Reino Unido, lo siguen haciendo a pesar de que las directrices de tratamiento oficiales indican lo contrario.
SEPCyS: En comparación con el grado de apoyo empírico que se deriva de los estudios sobre antidepresivos, ¿cómo valora la evidencia empírica sobre los tratamientos psicológicos?
A corto plazo, los resultados de la psicoterapia son los mismos que los de los antidepresivos, sin embargo, los resultados a largo plazo de los tratamientos psicológicos son considerablemente mejores. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado que puede reducir el riesgo de recaída durante seis años. Por otro lado, la psicoterapia no conlleva los riesgos para la salud asociados a los antidepresivos, entre ellos la disfunción sexual y el riesgo de mortalidad. Es por este motivo, que los tratamientos psicológicos deben ser el tratamiento de elección. En el caso de que se usasen los fármacos en absoluto, deberían emplearse como último recurso, sólo cuando otros métodos menos invasivos han fallado.
SEPCyS: Teniendo en cuenta el actual contexto de crisis económica, ¿piensa que el modelo de salud mental que impera, basado en la prescripción de medicación desde los servicios de Atención Primaria y las Unidades de Atención Especializada en salud mental es eficaz y sostenible?
Las evaluaciones sobre costes/beneficios ponen en evidencia que proporcionar psicoterapia cognitiva y conductual para la depresión es más barato a largo plazo que recetar fármacos. Esto se debe a que estas terapias son breves – no más de 15 a 20 sesiones, y sus efectos se mantienen en el tiempo -. En contraste, la tasa de recaída es mucho mayor cuando las personas dejan de tomar los antidepresivos. De tal manera que para evitar que los pacientes recaigan se tiene que mantener la medicación durante años. Esto es lo que hace que, a largo plazo, el tratamiento farmacológico resulte más caro que la psicoterapia.
SEPCyS: De acuerdo a estos datos, ¿cuál debería ser el papel del psicólogo en el sistema de salud mental?
Los psicólogos pueden hacer terapia y/o actuar supervisando la provisión de esta terapia por otros profesionales de la salud mental. Este enfoque inicial resulta mucho mejor que la medicación para tratar la depresión.
Infocop: En septiembre, la revista Nature publicó un editorial en el que denuncia que el apoyo y financiación que recibe la investigación en psicología es escandalosamente bajo. A su modo de ver, ¿a qué se debe esta situación?

No existen grandes compañías que puedan sacar provecho de estas investigaciones psicológicas y, por tanto, que estén dispuestas a financiar estos estudios.

Al borde de la celotipia

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Son terribles los efectos que tiene la infidelidad en una pareja. Un elevado porcentaje no puede metabolizar lo sucedido y se decanta por la separación.
La infidelidad rompe el principio básico de confianza y cuestiona el rol de mujer, cuando lo lleva un hombre.
Es delicado, se está atacando la identidad del afectado.
Para entender la infidelidad no podemos centrarnos solo en la persona que realiza la infidelidad. El problema está en el vínculo. Bien pudiera ser que la persona que hace la infidelidad tenga una patología pero a menudo no es así. La infidelidad surge Entre las dos personas de la relación.
Los efectos en estas personas son diversos, por ejemplo la celotipia en la persona afectada y la culpa depresiva en la persona que realiza la infidelidad.
La persona afectada ve mellada y cuestionada su identidad, se plantea qué habrá hecho para que los acontecimientos hayan sido de este modo. Para la persona que hace la infidelidad se puede decir que puede ser una persona inmadura emocionalmente que busca el cobijo de una persona que le ampare.
Muy a menudo este tipo de infidelidades se suelen dar después de tener hijos. Como sabemos lo filial conlleva un cambio radical en el statu quo de la pareja. Se rigidifica la relación y se cristaliza la rutina con hábitos monótonos que no se pueden apenas cambiar sin perjudicar a la/s criatura/s.

Rodrigo Córdoba Sanz
rcordobasanz@gmail.com

Celotipia

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Todos hemos sentido celos alguna vez en nuestras vidas, y hasta en ciertos casos pueden ser considerados como una respuesta saludable ante situaciones determinadas, pero, ¿cómo saber si los celos que sentimos son adecuados o si definitivamente son rasgo de un trastorno de fondo?

Los celos son una respuesta emocional que presentamos al percibir o reconocer a alguna situación o persona que amenaza con quitarnos algo que consideramos de nuestra propiedad. Desde el punto de vista de la psicología evolucionista clásica se considera que los celos tienen un origen biológico y que van a ser diferentes orígenes según nuestro género. Para las mujeres se presentan al sospechar una infidelidad emocional de su pareja, por miedo a que su pareja deje de ser el proveedor. En el caso de los hombres es por una infidelidad sexual de su pareja, y que está tenga descendencia que no tiene su carga genética.  El Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales número IV (DSM-IV por sus siglas en inglés) describe a la celotipia como un subtipo de un trastorno delirante, presentando ideas que no tienen un fundamento sustentable y que afectan a la persona que las presenta en todos los ámbitos de su vida.

Los celotipia evita que la persona se desenvuelva correctamente en sus diferentes actividades cotidianas y puede ser tan grave como para poner en riesgo su vida o la de la persona celada.

Cómo reconocer la celotipia?
1- Incorporación de un tercero imaginario en la relación de pareja.
2- El sujeto no puede o no sabe como controlar los celos, porque no tiene conciencia de ello.
3- Está permanentemente vigilante de situaciones cotidianas revisando objetos personales de su pareja, llamadas telefónicas, mensajes de texto
4- Percibe e interpreta hechos cotidianos de manera errónea, pero siempre relacionado a los celos Es decir, esta percepción e interpretación errónea busca siempre justificar una situación de infidelidad o engaño.
5- Imposibilidad de controlar impulsos, pensamientos, percepciones falsas que se le autoimponen
6- En la situación de pareja los celos enfermizos o celotipia producen discusiones diarias ya que el otro se siente incómodo, no logra comprender del todo la situación generando impotencia y malestar.

El tratamiento para la celotipia es con terapia psicológica aunque ésta es una patología que es muy difícil de erradicar ya que la persona tiene poca consciencia de su enfermedad o la considera normal aun y las múltiples complicaciones que se le presentan en la vida cotidiana. Incluso en algunos casos en los cuales el delirio es severo se pueden dar medicamentos. El tratamiento y terapia siempre deben de ser dados y supervisados por un profesional.
Contesta este test para conocer tu grado de celos.

Tratamiento cognitivo de la celotipia

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Comparto con ustedes un artículo sobre el abordaje cognitivo de un trastorno delirante como es la celotipia. Me parece hortera que se eleve a psicopatología cuando ha sido escrito mucho antes por Shakespeare en Otelo. En fin, la ciencia se constriñe en un pensamiento hermético y pierde el contexto, casi el rumbo. Rodrigo Córdoba Sanz

Cuando la convicción y convencimiento en la infidelidad de la pareja es irrefutable y la seguridad de que la realidad tal como se percibe es absoluta, la vivencia celotípica puede ser completamente delirante. La intensidad de la reacción emocional y la interferencia en la vida cotidiana asociada, dependerá de la intensidad del sufrimiento (sentimiento de humillación y frustración) derivado de los celos y de la duración de los mismos. En este caso, lo importante no son los celos en sí, sino el delirio de engaño que existe detrás de los mismos (Francisco Santolaya, 2010). La convicción que mantiene el paciente con delirios de celotipia en sus creencias suele provocarle un gran sufrimiento, inestabilidad emocional, convirtiéndose la situación, a menudo, en un auténtico tormento tanto para la persona afectada como para su pareja, dando lugar a cambios radicales en la relación de ambos (sospechas, interrogatorios constantes, comprobaciones y búsqueda permanente de indicios de infidelidad). La exacerbación de la idea delirante propicia, inevitablemente, el desarrollo de un estado de ansiedad e irritabilidad que deriva en muchos casos en conductas de pérdida de control y agresividad hacia la pareja. La persona afectada puede mostrar un comportamiento completamente diferente en otros contextos o áreas.

Por definición , la idea delirante se considera como una "creencia personal falsa que se basa en inferencias incorrectas sobre la realidad externa, creencia que se sostiene con firmeza a pesar de lo que creen casi todos los demás y a pesar de lo que constituye una prueba o evidencia obvia e indiscutible de lo contrario " , DSM-IV (APA, 1994).En contra de las descripciones tradicionales ,en la actualidad la idea delirante se concibe como un extremo del continuo grado de convicción de determinada creencia y por lo tanto la convicción, la preocupación y estrés dimanante de la misma, están sujetos a modificación a través de intervenciones cognitivo-conductuales.
Aproximación cognitiva.
 
Desde la perspectiva de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), el abordaje terapéutico de los celos patológicos (pasionales, obsesivos…), se centra básicamente en la modificación de la creencia delirante y sus consecuencias emocionales y conductuales. Para ello se utilizan distintos procedimientos terapéuticos: Prevención de respuesta y exposición para el componente conductual (rituales de control y cualquier conducta de evitación/escape, control, comprobación, etc.); Técnicas de desactivación, para reducir las manifestaciones fisiológicas asociadas; Entrenamiento en habilidades de comunicación y mejora de la relación de pareja complementariamente.
Sin embargo, para actuar sobre los delirios de celotipia, aunque tradicionalmente el tratamiento de elección para el trastorno delirante tipo celotípico ha sido siempre el abordaje farmacológico (neuroléptico, e incluso algunos antidepresivos de última generación), varios estudios han mostrado la eficacia de la aplicabilidad y combinación de algunos modelos basados en técnicas cognitivas como: El modelo de Terapia Cognitiva para las ideas delirantes propuesto por Chadwick y Lowe (1994) y el modelo para los delirios, voces y paranoia de Birchwood y Trower (1996). Ambos modelos están basados en técnicas cognitivas, (Reestructuración Cognitiva y Terapia Racional Emotiva etc.). ¿En qué se fundamenta esta aproximación terapéutica? y ¿Cuáles son sus elementos básicos?.
Objetivos terapéuticos.
A través de estos enfoques se intenta que el paciente reconozca al delirio o celotipia como una creencia y no un hecho objetivo (A); Que  su delirio representa una reacción y un intento de dar sentido a su experiencia.; Que entienda que muchas de las perturbaciones que sufre están ligadas al delirio (B) y por lo tanto, no son consecuencias inevitables de su experiencia (A).Y finalmente ,que rechace (tras el proceso de discusión y comprobación) el delirio a favor de un marco explicativo alternativo (nuevo B) que es menos perturbador y produce menos afectaciones (nuevos C).
 
Formulación del problema.
Una vez establecida una relación de confianza con el paciente, finalizada la evaluación, y determinado el grado de convicción en las creencias delirantes, se formula el problema del paciente explicando las posibles conexiones entre sus experiencias, su estilo interpersonal, los acontecimientos significativos, el inicio del problema y el análisis del ABC actual. Con el objetivo de que el paciente desarrolle una explicación alternativa y una formulación (ABC) propia, que sus perturbaciones emocionales no son el resultado de los delirios en sí, sino de las interpretaciones que él mismo hace de estos. Para esto, se exploran las creencias que posee (B), mediante preguntas, utilizamos la conexión (A-C), para que el paciente se dé cuenta de la forma que adoptan sus pensamientos (inferencias sin verbalizar) con el objetivo de hacerlas más explícitas. El propósito final es demostrar al paciente que lo que genera sus alteraciones emocionales y conductuales, no son los acontecimientos activadores (desconocer el paradero de su pareja por ejemplo), sino las cogniciones que tiene respecto a las mismas.
 
Teniendo en cuenta el nivel de firmeza que suele asociarse al sostenimiento de las ideas delirantes y para evitar los efectos de una confrontación directa con los mismos, se procura cuestionar los indicios que mantienen la idea delirante con tacto y mediante preguntas adecuadas que permitan al paciente cuestionar creencias. En cualquier caso, es preciso tener en cuenta tanto la propia perspectiva como la del paciente.
 
Disputa verbal.

 
Una vez entendido el sistema de creencias y los acontecimientos relacionados con la idea delirante se procede a su modificación .Para eso, es necesario debatir y poner a prueba las inferencias (afirmaciones que pueden o no ser verdaderas) que hace el paciente mediante el análisis de las evidencias y la generación de un marco alternativo. Como procedimiento para controlar los delirios, utilizaremos la disputa verbal, proceso que se lleva a cabo a lo largo de la superposición de los siguientes pasos:

1.     Cuestionar la evidencia de las creencias.
Para hacer ver al paciente la influencia de sus creencias en su conducta y sus emociones, se le ayuda a cuestionar la evidencia de estas creencias. Se aborda la creencia o parte de la misma, empezando por el aspecto menos significativo, para ir avanzando hacia el núcleo de la misma. En vez de cuestionar el delirio en sí, se analiza la evidencia de su certeza y la convicción que se tiene de la misma. Proceso que permite el darse cuenta de la influencia de las creencias centrales en la interpretación delirante y por consiguiente en la emoción y la conducta, más que cualquier aspecto real de la situación.

 
2.     Cuestionar la consistencia interna y la plausibilidad del delirio.

Mediante la identificación de los aspectos irracionales, se invita al paciente a cuestionar la consistencia interna y la plausibilidad de las creencias delirantes, teniendo en cuenta los distintos grados de consistencia y envergadura que puede presentar, con el objetivo de identificarlas e intentar debilitarlas.
3.     Ofrecer una explicación alternativa de los acontecimientos.
Redefinir el delirio como un intento por parte del paciente de dar significado a experiencias desconcertantes o como una respuesta comprensible que intenta dar sentido a una serie de experiencias específicas altamente desconcertantes. Para redefinirlo, es preciso que el paciente entienda el delirio como experiencia que le ha permitido resolver la sensación de desconcierto, proporcionando una explicación a las emociones experimentadas, pero que conlleva un gran coste de perturbación.
4.     Valoración de la idea delirante y explicación alternativa ante la nueva información disponible.

En esta fase se valora la creencia central del paciente y se propone una alternativa clara opuesta a esta, dejando claro, previamente las condiciones necesarias para aceptar o refutar una creencia. Una vez consideradas las alternativas, se le pida al paciente que valore su nivel de convicción respecto a cada una. En este sentido, nuestra labor consiste más que en cambiar los pensamientos del paciente, en ofrecerle una perspectiva de pensamiento diferente.
Además, de debatir y poner a prueba las evaluaciones, sobre todo las que causan mayor malestar ,se procede a diseñar con el paciente y llevar a la práctica "experimentos conductuales" que intentan validar o invalidar la creencia o parte de ella; o sea, someterla a comprobación empírica, más que modificar los delirios, se actúa sobre las inferencias asociadas al mismo. La información que se derivada de los experimentos conductuales puede ser asimilada por parte del paciente, debido al establecimiento previo del marco conceptual mediante el debate verbal.
 
Aproximación conductual.
Para completar el trabajo y, paralelamente al abordaje cognitivo, se llevan a cabo distintas estrategias de carácter conductual encaminadas fundamentalmente a reducir las conductas comprobatorias y los rituales de control que ejerce el paciente sobre el comportamiento de su pareja (llamadas constantes, controlar el móvil de su pareja, comprobación de olores, grabaciones de sonidos, etc.) mediante prevención de respuesta y búsqueda del acuerdo de ambas partes para no responder a las llamadas de seguridad, con el objetivo de eliminar el refuerzo negativo que suponen estas últimas para el cuadro. De igual modo se utilizan técnicas de desactivación y de exposición (variante imaginada) masiva, en imágenes a los temores con la finalidad de producir una saciación a los estímulos fóbicos y reducir la ansiedad derivada la intensidad del malestar emocional derivados de los mismos. Paralelamente, una modificación de los pensamientos o de las creencias distorsionadas asociadas con los temores fundamentales en los celos patológicos.

 
Para evaluar la eficacia de la intervención, se utilizan principalmente, cuestionario de celos, medida del grado de convicción en la creencia, escalas subjetivas de ansiedad y estado de ánimo y resultados del autorregistro de conductas de comprobación y control de la conducta de la pareja. Como en la mayoría  de los cuadros clínicos, para garantizar el mantenimiento y la generalización de los resultados conseguidos, resulta imprescindible trabajar la prevención de recaídas y preparar al paciente para el seguimiento.
Bibliografía:
·        Carlos Cuevas-Yust, Salvador Perona-Garcelán y Manuel Jesús Martínez-López, Tratamiento cognitivo-conductual de un paciente con diagnóstico de trastorno delirante,  Psicothema 2003. Vol. 15, Nº 1.
·        Chris Jackson y Paul Chadwuik, Terapia cognitiva para las alucinaciones y las ideas delirantes, en Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos, Vicente E. Caballo (Dir.).Vol. I. Ed. Siglo XXI, Madrid 2007.
·        Cristina Díez-alegría Gálvez, Carmelo Vázquez-Valverde, Teorías cognitivas de las creencias delirantes, Apuntes de Psicología, 2006, Vol. 24, número 1-3.
·        José Salavert, Montserrat Berrospi. María L. Miralles. Rosa Mª Dueñas, María L.Tiffon, Luis San Molina, El trastorno delirante. Revisando los aspectos de la  paranoia, Rev. Psiquiatría Facultad. Medicina Barna 2003; 30(6):304-313.

Mohammed Jamil El Bahi
Psicólogo/Psicoterapeuta

Brillante artículo de Elisabeth Kübler-Ross

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"No hagas de tu vida un borrador, pues puede que no haya tiempo para pasarlo a limpio."
                                                                                         André Rossato

(Conferencia realizada en el II Congreso Holístico Internacional, realizado en la ciudad de Sao Paulo, Brasil.)

(La Dra. Kübler-Ross es Médica Psiquiatra. Docente. Investigadora. Pionera de la tanatología a nivel mundial. Doctora Honoris Causa de 28 Universidades. Autora de varias obras de su especialidad.) Traducción de Nydia Élida Lorenzo.

Mi trabajo comenzó cuando tenía diecinueve años, en un campo de concentración, donde tuve ocasión de ver las cámaras de gas en que habían muerto los niños. Cuando una joven suiza, que fue criada en una sociedad que no tuvo guerras durante setecientos años, que nunca enfrentó situaciones terribles en la vida, que no conoce el desempleo, ni la pobreza, ni las villas de emergencia, ni ninguna cosa que resultara difícil, es colocada en un lugar de Alemania, Polonia o la Europa devastada por la guerra, sufre un shock cultural terrible. Ver esos campos de concentración, fue el momento más importante de mi vida.

Cierto día, encontrándome allá, una joven judía que me estaba observando, me preguntó: -¿Qué estás haciendo aquí? Yo le dije, muy impulsivamente, sin pensar, porque cuando hablamos visceralmente decimos la verdad, pero cuando lo hacemos con la cabeza, decimos cualquier cosa: -Necesito entender cómo los hombres y las mujeres como tú y yo, pueden matar a novecientas sesenta mil criaturas inocentes”. Me miró muy seriamente, y me dijo: -Tú también serías capaz de hacer lo mismo. Yo quise decirle: -¡Eh! No, ¡yo nunca podría hacer eso! ¡Soy más pestalozziana que cualquier otra cosa!. Pestalozzi fue un prócer suizo que trabajó mucho por los niños. Y ella me dijo muy seriamente: -Tenemos un Hitler escondido en cada uno de nosotros. Si tienes el coraje de mirar a tu propio Hitler, entonces te convertirás en una Madre Teresa de Calcuta. Yo pensé que ella habría pasado mucho tiempo en un campo de concentración y que estaba mentalmente un poco enferma. Pocas semanas después de salir de Polonia, para tomar algún transporte que me llevara gratuitamente a Alemania, y regresar a mi casa, después de no haber comido durante tres días y tres noches; de repente pensé, que si un niño pasase ante mí con un pedazo de pan en la mano, yo le robaría ese pan. Entonces, comprendí que ella tenía razón. Los indios americanos decían: “No hables de un ser humano si no has andado dentro de sus zapatos kilómetros y kilómetros”. Este fue el inicio de mis trabajos sobre la vida y la muerte.

Siempre digo, un poco en broma, pero también, bastante seriamente, que las únicas personas honestas que aún quedan en el mundo, son los pacientes psicóticos, los niños y las personas que están al borde de la muerte. Siempre dicen la verdad. Todos los demás son inauténticos, y realmente, necesitamos aprender a ser nuevamente honestos. Y cuando digo honestidad, hablo de honestidad consigo mismo. No se puede dar a los demás lo que no se tiene.

Cuando fui a Estados Unidos, vi como se descuidaba a los pacientes moribundos, cómo eran objeto de mentiras y cómo, con todas las disculpas posibles, no se les dice la verdad porque no lo van a soportar o porque los puede desquiciar. Fue ahí, entonces, donde encontré mi verdadero trabajo: pedirle a los moribundos ?que al final de sus vidas son muy honestos otra vez-, que nos enseñen cómo trabajar con ellos, sea usted médico, capellán, sacerdote, rabino, asistente social, enfermera, vecino o miembro de la familia. A continuación, voy a resumir brevemente lo que aprendimos con ellos.

Pensamos que el ser humano está constituido por cuatro cuadrantes: el físico, el emotivo, el intelectual y el espiritual.

El Cuadrante Físico.

Si queremos crear una generación que no necesite de conferencias sobre el morir y la muerte, que respete a la madre naturaleza y que no sea destructiva, una generación completa que no tenga miedos ni negativismos, crearíamos una generación en la que, durante el primer año de vida y preferentemente, durante el último año también, mimarían a los bebés y cuidarían exclusivamente el cuadrante físico. Se ocuparían de tocar, besar y abrazar a los niños. Las sociedades antiguas y primitivas sabían eso. Todas ellas cargaban a sus niños colgados de sí; y tenían un contacto físico total con ellos. Hoy en día, cuando las madres les dan una mamadera a sus hijos, no quieren ni tocarlos, los ponen en la cuna o ponen una almohada debajo de la mamadera para sostenerla y así, tener más tiempo para ver televisión. Pero después de quince años, sus propias vidas, serán una novela de televisión, cuando esos adolescentes se conviertan en suicidas, alcohólicos o tengan alguna otra forma negativa de conducta. Y ellos serán los responsables de eso.

No sé si ustedes vieron un video sobre cuidados a los niños enfermos de sida, en Rumania. Nadie quiere tocarlos. Mueren como moscas. Yo cuido a tres mil bebés de sida en Estados Unidos, mientras que los demás se mueren de miedo por tener que tocarlos. Estos niños también van a morir, porque si usted no es tocado, ni besado, ni abrazado, es como una casa sin cimientos. Lo que estoy diciendo sobre el cuadrante físico en el primer año, es muy importante también para todas las personas al final de la vida.

Las personas ancianas también necesitan ser tocadas, besadas y abrazadas, y mi gran sueño es transformar todos los hogares y asilos de ancianos de Estados Unidos y convertirlos en centros E. T. ¿Conocen la película E. T.) ¿Hay alguien que no haya visto ese film? ¿Quién no lo vio? Es obligatorio. Deberían alquilar el video y verlo. Es una película sobre el amor incondicional. Los asilos que preveo en los Estados Unidos, se llamarán Centros de E. T. Tenemos que transformar nuestros asilos en centros de amor y cariño, donde la única remuneración que se reciba, sea la de mimar a un niño hasta que muera. No comprándole juguetes, sino poniéndolo en el regazo, contándole cuentos de hadas, o aquellos que hayan conocido cuando ustedes eran niños; acariciándolos, tocándolos, cantando con ellos, contándoles historias del pasado, que algunos llaman “de los buenos tiempos”. Y esos niños comenzarán sus vidas aprendiendo un amor sin condiciones, por parte de las personas ancianas. Lo que ellos hacen por los ancianos para prevenir la vejez, la amargura y la senilidad prematura, es tocarle las arrugas. A ellos les encantan las arrugas, y si los ancianos tienen barba que pinché las manos, les gusta más aún. Esto es un beneficio mutuo. Hay que saltar una generación: los padres ya no saben más que es el amor. Los ancianos saben y se acuerdan.

Si usted cuida personas que se están muriendo, si usted ve pacientes de sida o de cáncer, o si es médico y trabaja en un hospital, necesita tener en cuenta lo primero, las necesidades del cuadrante físico. No se preocupe por lo espiritual o por lo emotivo. Si un paciente tiene mucho dolor no puede escuchar una oración. Deseo que entiendan lo que estoy diciendo. Es muy importante que mantengan a los pacientes de cáncer sin dolor. En Estados Unidos les damos MST no inyectable. Se puede mantener a un paciente de cáncer sin dolor. El motivo por el cual no damos medicación por inyección es porque si se les da por ese medio, no sienten dolor, pero quedan completamente inconscientes, y están tan sedados que no pueden terminar sus cuestiones inconclusas. Y a ninguno de nosotros nos gustaría vivir estando inconscientes. La muerte es una experiencia en la que uno tiene que participar. Si no se tiene dolor, se puede hacer eso. Esto es lo único que voy a decir sobre el cuadrante físico.

El Cuadrante Emocional.

Otro problema es el de la emoción. Todos nacemos perfectos. Todos nacemos completamente perfectos y, a través de nuestra crianza, nos desnaturalizamos.

Emociones naturales:

~Temor: a caer de lugares altos, a los ruidos intensos e inesperados.
~Pesar: Cómo enfrentamos las pérdidas expresado por lágrimas y participación.
~Ira (toma 15 segundos): causa cambio, asertividad, defensa propia.
~Celos: Estímulo y motivador del desarrollo.

~Amor (incondicional): Cuidado, interés, capacidad para decir no, establecer límites para educar a otros a ser independientes; autoestima, confianza en sí mismo.

Emociones distorsionadas y no naturales

~Temores al fracaso, al rechazo, a no ser amado, al éxito, al sufrimiento, a la violencia, al jefe, a las opiniones de los vecinos, etc.
~Autocompasión, mal humor, depresión, culpa, vergüenza, autorreproche, censura.
~Ira prolongada, rabia, odio, venganza, amargura, resentimiento.
~Envidia, competencia, carácter dominante, autocondenación.

~Te quiero si…Conduce a complacer a otros para “comprar” su amor o su aprobación (llamamos a esto prostitución).

Para resumir: el problema es ¿qué hacemos con cada una de las cinco emociones naturales para que se tornen antinaturales? Este es el problema, y eso es lo que se necesita cambiar. Si ustedes no tienen nada de este lado (señalando la zona de las emociones distorsionadas) entonces, están bien. ¿Cúantos miedos tienen? Creo que aquí, debe haber unas doscientas personas que puedan responder esto. ¿De qué tienen miedo? … Nadie dice una palabra… Uno de ellos es hablar en público (risas), y otro es lo que su vecino pensaría si se entera. Miedo de viajar, a la muerte, al dolor… ¿Quién?… Si tuviera tiempo suficiente, me detendría para esperar que todos hablasen. Es anti-natural llegar a casa con esos miedos sin hablarlos. Sólo tenemos dos miedos naturales: uno es a caer de lugares altos, y eso es un don de Dios para poder sobrevivir, hasta ser adultos; el otro, es a los ruidos inesperados. Es una reacción natural para ayudarnos a sobrevivir. Los otros miedos son completamente anti-naturales, y ustedes necesitan liberarse de ellos. Todas las fobias y los miedos, sólo sirven para darle de comer a su psiquiatra, y eso no debería ser la meta de sus vidas.

El cuadrante emotivo desarrolla durante los seis primeros años: es aquí donde adquirimos las actitudes que han de paralizar nuestro progreso en la vida. ¿Cómo los trataron sus padres cuando ustedes manifestaron miedo o tristeza entre la edad de uno a seis años? ¿Qué les dijeron? No llores. Si lloras eres un mariquita. Los niños grandes no lloran. Si no dejas de llorar, te voy a hacer algo para que sí tengas por qué llorar.

Y eso hace que uno deje de llorar inmediatamente. Así, se convertirá en un adulto lleno de autocompasión. Si hace eso durante cincuenta o sesenta años, tendrá, seguramente, problemas pulmonares. Todos los problemas que uno mantiene dentro de sí mismo, tienen consecuencias físicas. La tristeza, es un don de Dios. Se nos debería enseñar desde pequeños que cuando perdemos algo o estamos enfermos con lágrimas y tiempo sanaremos. Si se aprende eso con uno o dos años, no se tendrá tantos problemas después como adultos. Cuando se incendie su casa, o se divorcie o tenga cualquier tipo de pérdida importante, si ha aprendido desde niño a lidiar con la tristeza, no necesitará ir al psiquiatra. Todos los remedios están dentro nuestro si sabemos usarlos.

¿Cómo se comportaban sus padres cuando ustedes tenían rabia? ¿Eran castigados? ¿Les pegaban? ¿Los encerraban en un cuarto? Si cada vez que un niño manifiesta rabia, es castigado, eso le enseñará, a una edad muy temprana, que la rabia es una cosa negativa, y nos olvidamos que la rabia es un don de Dios. La rabia natural demora sólo quince segundos. En quince segundos podemos liberarnos de todas las rabias si no nos castigaron de niños. Si usted tuvo la valentía de decirle no a su madre y ella no le castigó, su rabia le enseñará la auto dignidad, la afirmación y la autoestima.

Hay millones de personas que tienen una autoestima baja, porque siempre fueron castigados. Si reprime su rabia, se la “va a tragar”, y diez, cuarenta o cincuenta años después, se trasformará en un Hitler. Todas nuestras cárceles, todas nuestras instituciones penales, están llenas de personas que ahogaron su rabia hasta que un día explotaron. Y se transformaron en bombas de odio y de venganza. Toda la violencia de nuestra sociedad, todas las guerras, no son otra cosa que el resultado de no poder disfrutar de la rabia natural.

Cuando somos niños, tenemos celos que son naturales. Se tiene envidia de la hermana mayor que puede bailar, que sabe patinar, que sabe leer, que se la quiere imitar. Esto es un estímulo para el crecimiento, y debe promover el conocimiento y el aprendizaje. Si por respeto se siente culpa, se transforma en competición, y el amor es nuestro problema principal.

Levanten la mano: ¿Cuántos de ustedes fueron criados de esta manera? Yo te quiero “si eres bueno”, “si traes buen boletín”, “si me acompañas”, “si”, “si”, “si” … Cuenten con cuantos tipos de “si” fueron criados. Eso hace que se prostituyan. Se prostituirán, no en el sentido común de la calle, pero sí pasarán el resto de sus vidas esforzándose en obrar para agradar a los demás, para que los amen. Y tendrán la ilusión de que eso es amor, pero no sabrán qué eso no es amor, sin embargo, no sabrán qué es amor, realmente.

El amor verdadero es totalmente incondicional. No tiene condiciones. Le encanta ser una dádiva. Si usted da amor verdadero, que es un amor incondicional, recibirá mucho y nunca tendrá que salir de compras buscando amor. Vemos a personas de sesenta, setenta y ochenta años que andan comprando amor, porque están deseosas de sentirlo, aunque sea sólo una vez en la vida. Estas personas morirán muy tristemente porque nunca vivieron.

El Cuadrante Intelectual

Una criatura que fue criada naturalmente, desarrollará su cuadrante intelectual, le gustará estudiar, le gustará ir a la escuela, para ella, será un desafío y sólo así, ese cuadrante se desarrollará.

El Cuadrante Espiritual

El cuadrante espiritual, es el más importante en la vida de cualquier ser humano. Cuando digo: cuadrante espiritual, no tiene nada que ver con religión. El cuadrante espiritual, es la fuente de Dios que hay dentro de nosotros, y tiene todo el conocimiento. Si abre su propio cuadrante espiritual, se hará completamente intuitivo. Y si bien continuará usando su cabeza, confiará plenamente en su intuición. La cabeza comete muchos errores, la intuición siempre acierta. Si nuestro propio cuadrante espiritual está abierto entonces comprenderá a los pacientes terminales, porque, el lenguaje de las personas que están muriendo, de los niños suicidas, de los pacientes de sida, el lenguaje de millones de personas que han sido víctimas de abuso sexual; el lenguaje de cualquier ser humano, ante una gran situación de necesidad, no será el portugués, ni el español, ni el inglés, será el lenguaje del cuadrante espiritual. Y es obligatorio que ustedes entiendan ese lenguaje.

Cuando trabajan con niños moribundos, que pueden tener un tumor cerebral, ellos no entenderán intelectualmente qué quiere decir tumor, pero por su conocimiento intuitivo, sabrán exactamente lo que tienen. Ellos saben cuánto tiempo van a vivir, saben quién es el que tiene más problemas en la familia, lo saben todo.

Si quieren entender realmente al paciente, simplemente, pregúntenle si quiere hacer un dibujo. Jung nos enseñó cómo nuestro cuadrante se revela a través de los dibujos espontáneos. Y si le piden a un paciente que haga un dibujo con colores y no se le da ninguna otra consigna, el niño lo hará, y ustedes sabrán absolutamente todo lo que precisan saber sobre los cuadrantes espiritual, emocional y físico de ese niño. Es así cómo se trabaja con los niños moribundos y con los adultos terminales. Si confían en su propio cuadrante espiritual, también confiarán en el cuadrante espiritual de sus pacientes.

Frente a un niño que fue diagnosticado a los tres años con leucemia, y que muere a los nueve años: se plantearán que no tendrá un cuadrante espiritual desarrollado, porque éste, sólo comienza a aparecer cuando se es adolescente (lo que es un don de Dios para los adolescentes que se están muriendo).

Pero Dios creó al hombre de tal manera, que si se deteriorara su cuadrante físico muy tempranamente y sólo tuviese unos pocos años de vida, el milagro real se producirá por el hecho de que el cuadrante espiritual comenzará a abrirse como una flor en la primavera. Aún teniendo uno o dos años, y hasta el momento de morir, ese cuadrante espiritual será mayor que el de todos nosotros juntos. ¿Entienden lo que quiero decir? Se trata de un mecanismo compensatorio. Si un niño nace intelectualmente damnificado, como en el caso de un down severo, que sólo tiene un pequeño cuadrante intelectual, lo que sucede, es que, desde el inicio de la vida, el cuadrante espiritual compensará la falta del cuadrante intelectual. ¿Entienden lo que digo? Es muy importante que ustedes sepan esto. No se pueden comunicar intelectualmente con un niño con problemas así, pero ellos serán los mejores profesores del mundo si ustedes aprenden el lenguaje del cuadrante espiritual. Quienes utilizan este lenguaje no sólo ayudan a pacientes terminales, sino que también se ayudan a sí mismos.

Cuando tenemos pacientes de cáncer, especialmente ahora, en que muchas personas no quieren hacer quimioterapia, o no toman medicación u otro tipo de remedios, y todas esas cuestiones relativas a la nueva era; ¿cómo puede reaccionar un médico ante eso? ¿Cómo hace para aceptar este tipo de cosas? Cuando un paciente dice lo que desea, y usted siente frustración como médico, porque piensa que no está utilizando todos los recursos que la Medicina le ofrece,
podemos enseñarle cómo combinar la ciencia de la medicina con su arte. Y el arte de la medicina consiste en escuchar las ideas que ese paciente pueda tener y que puedan ayudarlo a curarse.

La mayoría de ustedes, posiblemente, hayan sentido hablar de Bernie Siegel, un oncólogo muy conocido. Este es el caso de uno de sus pacientes. Él le pidió a ese paciente que hiciera un dibujo sobre cómo se veía. Y el paciente dibujó un cuerpo todo lleno de círculos rojos concéntricos representando células cancerígenas. Tenía plena conciencia de estar totalmente tomado por el cáncer. Este oncólogo le sugirió quimioterapia. Le pidió que dibujara no sólo su concepto sobre el cáncer, sino también sobre la quimioterapia. El resultado fue, el mismo cuerpo y unas flechas atacando y rebotando a la vez, en los círculos rojos, que representaban la acción de la quimioterapia.

¿Es un buen candidato para la quimioterapia? Cada célula cancerosa es alcanzada por la quimioterapia, pero algo ocurre después y sale de la célula cancerosa. Cualquier persona que sepa que el hombre no es sólo un ser físico sino que también tiene un componente intelectual, ya debería saber que éste no es un buen candidato para la quimioterapia: Yo vi a este paciente y le pregunté: -¿Qué le dijo el médico con respecto a la quimioterapia? Y el respondió que el médico le había dicho que la quimioterapia mata las células cancerosas. Yo le dije: -¡Sí! Y la forma en que le dije -¡Sí! Tan enfáticamente, transmitía implícitamente la pregunta: -Pues, ¿Y qué está esperando entonces? El hombre me miró impávido. Le pregunté otra vez. Y dijo: -Sí, pero… -¿Dónde está su pero? … Y me dijo: -No matarás. Si yo hubiese seguido insistiendo, podría haberle dicho: -Usted tiene células cancerosas y ¿no quiere matarlas? Esa hubiera sido mi reacción. Él me dijo con mucha seriedad: -Yo crecí como un cuáquero y fui criado para creer en el amor universal total. Especialmente en el mandamiento: -No matarás.

Yo admiraba mucho a ese hombre. Lo admiré mucho por su respuesta. Todo el mundo, sin duda, respeta el amor universal. Pero tuve que ser honesta y le dije: -Comprendo y admiro su creencia. Pero usted también debe entender que yo soy médica, y quiero que mis pacientes se mejoren. Hágame un favor. Vaya a su casa, y trate de percibir o de concebir ¿cómo se podría liberar del cáncer? Comprendió inmediatamente. Usé un lenguaje totalmente simbólico. Una semana más tarde volvió y me dio su respuesta. Le di un lápiz de cera y un papel. El cuerpo que dibujó ese hombre estaba lleno de pequeños gnomos, pequeños enanos.

Allí donde había una célula cancerosa había un pequeño gnomo cargándola con bastante amor. Casi me puse a llorar… Llamé a su oncólogo y le dije: -Ahora usted puede comenzar su tratamiento.

Conclusión de los Cuadrantes.

Es muy importante que comprendamos esto. La Medicina holística consiste en respetar los cuadrantes físico, emocional, intelectual y espiritual del paciente. Si todos los cuadrantes del ser humano están equilibrados y en armonía, estará bien. Este conocimiento nos ayuda ahora para curar a los pacientes de sida. Tenemos los primeros casos de pacientes de sida que fueron totalmente curados. No a través de la ciencia de la Medicina, sino a través de la Medicina.

Recuerdo el nombre de un libro que se llama “Cómo curé mi sida” y que ayuda a resolver el desequilibrio y reencontrar la armonía.

Esto es lo que hacemos en nuestros talleres en todo el mundo. Ayudamos a las personas a resolver sus cuestiones inconclusas. Las ponemos en contacto con sus Hitleres, y cuando ellos salen de allí, hablando de manera simbólica, también salen las madres Teresa. Cada uno de ustedes puede hacer lo mismo. Tenemos una gran cantidad de mujeres y hombres que sufrieron abusos sexuales cuando eran niños y que reprimieron totalmente esos sentimientos. Ellos nos compartieron el recuerdo del incesto, con la vergüenza, la culpa, la rabia y el sentimiento de injusticia que esto les suscitó. Pero lo más importante fue la tristeza en relación a la pérdida de lo que jamás tuvieron. La tristeza de no haber tenido una infancia. Fueron cincuenta personas que se animaron a contar sus problemas, ante otras tantas, para discutirlos y para superarlos.

Volví recientemente de Escocia, donde tuve que trabajar en una prisión. Me quedé, literalmente dentro de la cárcel, durante una semana, trabajando con personas que tenían prisión perpetua. Cuando oímos sus historias pudimos entender lo que allí estaba sucediendo. Podemos evitar el tener que llegar hasta allí. Uno de ellos que tuvo mucho éxito esperaba presentarse en las prisiones británicas para curar a esas personas antes que ellas pudiesen matar o cometer estupro con alguien.

Vida Después De La Muerte.

No sé si voy a tener tiempo para hablar sobre la vida después de la muerte. Si ustedes se liberaran de sus cosas inconclusas no precisarían de esto. Sabrían que la muerte es sólo una transición hacia otra forma de vida.

¿Cuántos de ustedes no están satisfechos con la manera en que están? Si ustedes tuviesen mucho dinero se harían una cirugía plástica para aumentar el busto, la cadera, la nariz… ¿Cuántos de ustedes harían esto? Usted no es del modo en que se mira al espejo. Eso es sólo una habitación temporal. Cuando su vida física acabe, la única cosa que va a suceder es que usted va a dejar esa casa. Es como ir de un apartamento pequeño a otro más grande. Hacer una mudanza. ¿Qué es lo que sucede? Que usted sale del cuerpo físico y se convierte en una mariposa.

(La Dra. Kübler-Ross muestra al público una oruga de tela. Abre una cremallera que tiene en su parte superior, y saca e allí una mariposa.) (Aplausos)…………

Esto lo aprendí en un campo de concentración de Alemania. Los niños que murieron en los campos de concentración, tallaban mariposas con sus uñas, en las barracas de madera en que vivían. Y yo me preguntaba ¿por qué mariposas? Tenía 19 años… Ellos sabían mucho más que yo. Todos ellos sabían intuitivamente, por causa del cuadrante espiritual, que en breve estarían libres y se convertirían en mariposas. En homenaje a todos esos niños de los campos de concentración voy a usar este lenguaje.

Aquí está usted en su cuerpo físico. (señala el gráfico) ¿Lo pueden ver mejor? Estando en el cuerpo físico, necesitaría tener un cerebro, para poder tener conciencia. Está literalmente en el capullo. Si usted muriese en un accidente de auto o de una muerte lenta, de cáncer o de sida, lo que va a suceder simplemente, es que saldrá de su cuerpo físico y se volverá mariposa.

Aquí ya no tiene signos vitales, (señala el gráfico) pero aún no está muerto. Son pasos para llegar a estar muerto. No tiene dolor, ni señales vitales, pero sí tendrá toda la conciencia. Hay una gran diferencia entre consciousness y awareness. Awaresness es la conciencia que se tiene durante la muerte clínica (1) Desde el punto de vista clínico está muerto. Peor si una persona entra, dos horas después de su muerte, en el cuarto del hospital, usted no solamente sabrá quien está entrando en su cuarto, sino que también sabrá todos sus pensamientos.

Si usted pasara por un desastre automovilístico terrible, sabría cuantas herramientas fueron utilizadas para sacarlo del auto, sabría quien pasó por el lugar del desastre, y qué disculpas dio para no detenerse. Sabría todo, incluyendo las oraciones y los pensamientos de las personas. En esa segunda etapa, estaría integro otra vez. Tuvimos muchas personas de Vietnam, con esclerosis múltiple, que pasaron mucho tiempo en silla de ruedas y que no pueden caminar ni bailar más. Y la primera cosa que me dijeron es: -¡Conseguí bailar y caminar otra vez! Esto no es el cuerpo físico, sino el cuerpo psíquico. Es energía psíquica. Esto es psíquico y esto es espiritual. (Señala el gráfico) Los hombres solo pueden manipular la energía psíquica: ¡Gracias a Dios! Y como somos los seres humanos, los que tenemos la opción, tanto puede ser positivo como negativo. Lo espiritual solo puede ser positivo.

¿Cómo se verifica si estas experiencias de muerte, son reales? Si usted le pregunta a personas que son completamente ciegas, que no tienen ninguna manera de percibir la luz ¿qué pudieron ver? Pueden decirle cómo es el diseño de su corbata, las joyas que usa, etc. Y son personas completamente ciegas. Si usted los trae otra vez al cuerpo humano, estarán ciegos nuevamente. Así, usted podrá verificar esto ¿Cómo tiene capacidad de saber lo que las otras personas piensan?

Tuvimos el caso de un hombre en Suiza, que debía cruzar una montaña para asistir a un partido de fútbol. Era un partido muy famoso, en que todo suizo trató de entrar en la parte italiana de mi país. Al atravesar la montaña tuvo un accidente automovilístico. Quedó gravemente contuso. Tres médicos, de todas las centenas de autos que pasaron, lo declararon clínicamente muerto. Lo cubrieron con una manta. La ambulancia tardó horas en llegar hasta ese lugar. Lo que este hombre después compartió con nosotros, fue otra comprobación de esta conciencia normal. Tenía conciencia de que miles de personas, realmente se quejaron de no poder ir al partido, y maldijeron mucho. Miles de personas estaban muertas de rabia. Y después de mucho tiempo. (El tiempo sólo llega hasta este punto (señala el gráfico) Aquí no hay más tiempo ni espacio). Tomó conocimiento de la voz de una mujer que rezaba fervorosamente por él. Ella rezaba desde el fondo de su corazón. Y esa persona golpeada, a la que se había declarado muerta, se sintió conmovida, al ver que, entre los miles de personas que se quejaban por haber perdido un partido de fútbol, una mujer completamente extraña, rezaba por él. Él hizo una promesa a Dios. Si viviera, de alguna forma, le diría a esa mujer que sus oraciones fueron escuchadas. Se movió en dirección a esa voz, llegó hasta el auto e intentó memorizar la patente del mismo, para poder identificarla después. Para abreviar, después de nueve meses de exámenes, de cirugía, de rehabilitación, se pudo comunicar verbalmente, y le pidió al médico que buscara el auto con esa placa. Y tuvieron el encuentro. Ustedes podrán comprender lo que esto significó para la fe de esa mujer.

Tuvimos una mujer indo americana que murió a causa de un accidente de auto, por un conductor que huyó. El automovilista la dejó a un costado del camino. Ella no parecía golpeada, pero internamente estaba completamente contusa. Nadie paró. Varias horas después un extraño paró y le preguntó: -¿Puedo hacer algo por usted? Y ella le dijo: -No. Pero después de quince o veinte minutos, dijo: -Tal vez haya una cosa, que usted pueda hacer por mí. Si usted fuera hasta la reserva indígena, déle un mensaje a mi madre. Dígale a mi madre, que yo estaba muy bien. Estoy muy feliz de hecho, porque ya estoy con mi padre. Y murió en los brazos del extraño. Este hombre se sintió tan conmovido de estar en el lugar indicado y en el instante preciso, que hizo setecientos kilómetros saliéndose de su camino. Halló a la mujer indígena, y ésta, le dijo que entendió el mensaje, porque una hora antes de la muerte de su hija, su marido, el padre de la víctima, había muerto de un problema coronario a setecientos kilómetros de distancia. Ustedes pueden encontrar, varios casos por el estilo.

Usted se encontrará con sus seres queridos que se anticiparon en el camino de la muerte. Solamente a quienes usted amó, y no precisamente porque le compraron un abrigo de piel. Ellos lo estarán esperando. Su ángel de la guarda o guía, que todos nosotros tenemos, también estará esperando por usted, y usted lo reconocerá inmediatamente. Una vez que usted sepa que no está solo y que la muerte es sólo una transición hacia otra forma de vida; esta ligazón se terminará, y entonces será el momento de su muerte.

Este es el momento en que cualquier técnica es inútil. Una vez que sabemos eso, no precisamos prolongar la vida ad infinitud. Una vez que eso fue cortado, usted creará algo, que le dará una sensación de transición: un túnel, un puente… (Señala el gráfico) Y así usted ascenderá hacia una esfera espiritual. Y usted verá una luz muy pequeña, pero muy luminosa (señala el gráfico).

A las personas que tienen miedo a morir yo les digo: -Focalicen esa luz y no se distraerán con otras cosas. Cuanto más usted se aproxime a esa luz, más estará lleno de paz, amor y de un sentimiento maravilloso. Esto de aquí se cierra otra vez (señala el gráfico).

Cuando estemos en presencia de esa luz, de la cual todos provenimos, nos fundiremos con ella

y no tendremos más conocimiento sino conciencia.

Entenderemos que escogimos nuestro camino. Cada pensamiento, cada palabra, cada acto de nuestra vida entera, pasará revista ante nosotros. Usted sabrá la consecuencia individual de cada acto y de cada pensamiento. Esto es hablando simbólicamente, pasar por el infierno, para muchos de ustedes. Pero como no tendrá el cuadrante emotivo, entonces no tendrá sentimiento de culpa. También comprenderá que Dios es amor, comprensión y compasión. Y escogerá como podrá hacer para ayudar a otros, creciendo en compasión y en comprensión.

Mi paciente más pequeño, de veinte mil casos que atendí, era un niño de tres años que inesperadamente murió por una reacción anafiláctica y fue recibido por Jesús y María, quienes le dijeron: -Tienes que volver. No estás listo todavía. Él intentó ignorar lo que se le estaba diciendo, como una típica criatura de tres años. Pero a la tercera vez, dice que María lo tomó suavemente de la muñeca y lo empujó, Pedro tú tienes que volver. Tienes que salvar a tu madre de un incendio. Y Pedro dice, que en ese momento corrió hasta llegar a su casa, y abrió los ojos nuevamente. Hoy es un joven que trabaja en un asilo, sin ningún miedo a la muerte.

La tragedia es, no obstante, que muchas de nuestras religiones enseñan el miedo y la culpa; en lugar del amor incondicional. Y esta madre estuvo durante trece años en un estado de depresión, a causa de este incidente. Yo le pregunté: -Tengo miles de padres que quisieran que su hijo volviese a la vida, que cantarían, bailarían, y usted entró en esta depresión? ¿Cómo es posible? Ella dijo: -Le dijeron a Pedro, tienes que salvar a tu madre del fuego. Y ella pensó que era una mala mujer y que estaba destinada a irse al infierno. Este lenguaje simbólico aparece en las Escrituras, en la Biblia.

-Dígame un momento, ¿qué hubiera sucedido hace trece años, si María no hubiese mandado a Pedro de vuelta? Y ella agarró su cuaderno y me dijo: ¡Ah! ¡Dios mío! Yo habría pasado por el infierno! ¿Ustedes entienden el lenguaje simbólico y verbal? Ustedes tienen que aprender este lenguaje. Si ustedes aprenden eso con pacientes terminales y niños terminales respetarán a la madre Tierra y a nuestro prójimo.

Este es el dibujo que hizo un niño (señala el dibujo) de siete años poco antes de morir:

Él tuvo una experiencia cercana a la muerte y me llamó por teléfono, puesto que le fue permitido visitar a Dios, allí donde reside. Y me dijo: Muéstrale esto a los adultos y diles que éste no es un arco iris común, que es una vista lateral del puente que lleva a la vida eterna. Yo pensé que este paciente no me necesitaba más y que estaba muy bien.

Unas horas después, me llamó por teléfono otra vez, y me dijo: -Elizabeth me olvidé de hacerte la pregunta más importante: ¿qué sucedió con mi perro que murió hace dos semanas? Le dije: -Nunca aprendí eso en la Facultad de Medicina. No sé qué decirte. Tuve que pensar y dije: -No sé si tu perro estará allá. Me gustaría haberle dicho: -El estará allí. Pero usted no le puede mentir a un niño, porque ellos se dan cuenta inmediatamente. Usted solo puede decirle lo que sabe realmente. Entonces le dije: -De hecho hay algo que sé. Si precisas alguna cosa, pídela. Si la precisas, la vas a tener. Pero si la pides con pocas ganas, puede ser que no la consigas. Y después de esperar un minuto, me respondió: Me parece bien, y cortó.

Pocos minutos después, antes de morir, tuvo otra experiencia fuera del cuerpo y me gritó por teléfono: -¡Elizabeth, mi perro no sólo estaba allá sino que también movió la cola al verme! Muchas gracias!. (Aplausos)

(1) Debemos diferenciar entre muerte clínica y muerte biológica. En la muerte clínica que es el caso de las Near Death Experiences (NDE), o Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM)- se detienen los sistemas y aparatos importantes: la respiración, el corazón y el cerebro. Es una clara ruptura. En un momento funcionan y en otro dejan de funcionar. La muerte clínica es reversible, es decir, que se puede salir de ella. La muerte biológica, en cambio es irreversible y a diferencia de las anteriores consiste en la detención del metabolismo de todas las células del organismo, especialmente, de las células nerviosas. La muerte biológica representaría el umbral definitivo entre la vida y la muerte. (Nota del Editor)

PREGUNTAS DEL PÚBLICO

P: -Dra. Kübler-Ross, ¿qué nos podría decir sobre el karma de vidas pasadas?

E. Kübler-Ross: -No soy una especialista en el tema. Pero sé que aquello que usted siembra, usted cosecha. Esta es una ley absoluta. Usted obtiene aquello que merece. Existe una justicia inherente en esta contabilidad lineal

P: -Dra. Kübler-Ross, ¿cómo analiza el fenómeno de la reencarnación?

E. Kübler-Ross: -¿Qué cómo puedo analizar esto? ¿Cómo podríamos explicar de otra manera las cosas horribles que suceden? Es un premio tener una oportunidad y otra. Una esperanza que no vamos a negar nuevamente.

P: ¿Usted tuvo experiencias con personas de otros planos?
E. Kübler-Ross Sin duda muchas experiencias, pero no hay tiempo para hablar
de ellas. (2)

P: (Otra persona repite la pregunta anterior.).

E. Kübler-Ross: (Se sonríe) Sí. Fue realmente como si estuviese en el paraíso, en el cielo. Quiero decir algo brevemente sobre eso. ¡Dios mío! Realmente estamos arruinando este planeta maravilloso que es la Tierra. En uno de mis últimos viajes fuera del cuerpo, me permitieron ver el planeta Tierra desde otra perspectiva y con colores diferentes. Todo estaba arruinado, la tierra, el agua… Y al final de mi experiencia, me mostraron también cómo será la Tierra en el futuro, con mucha ayuda de arriba. Y es fantástico, maravilloso. Todos nosotros debemos ayudar y contribuir. No podemos quedarnos sentados, simplemente, sin ayudar a las personas que están trabajando para solucionar los problemas que hemos provocado. Todo lo que puedo decir, es que envidio a los niños que nazcan a fines de este siglo. Ellos tendrán un lugar maravilloso para vivir.

P: ¿Qué piensa sobre la donación de órganos después de la muerte física? ¿Qué pasa a nivelenergético?

E. Kübler-Ross: -Lo que le suceda a este capullo, es totalmente irrelevante, una vez que la persona ya pasó por la transición. Si él puede ayudar a salvar una vida, que la salve. Si se pueden usar mis ojos, mis riñones, mis córneas o cualquier otra parte, para salvar un paciente y devolverlo a su familia, saque cualquier parte de mí. Una vez que me haya ido, ya me fui.

P: -En su opinión, ¿Por qué razón, la espiritualidad es tan poco vivenciada, en el mundo?

E. Kübler-Ross: -Estamos volviendo de la era del materialismo hacia la era de la espiritualidad. Hay algunas experiencias místicas que nos ayudan a comprender que la muerte es sólo una transición, y también, a entender el verdadero propósito de la vida. La vida física es una escuela, donde venimos a aprender a dar y a recibir. Y cuando lo hemos hecho debemos prometer enseñar. Entonces no podemos recibir. La muerte es el examen final de nuestra graduación. Usted tiene que saber eso. Una vez que lo sepa tiene que creerlo. No basta con que lo sepan. Es ahí, cuando se da el salto cuántico hacia la espiritualidad. Esto es sólo el comienzo de todo lo que va a suceder. De aquí a cien años todo el mundo va a saberlo, entonces yo podré realmente descansar y no tendré que hablar más. Muchas gracias. (Aplausos)

(2) Algunas de estas experiencias han sido relatadas por Elizabeth Kübler-Ross, en su obra “La Muerte: un Amanecer” 1ª, ed. Barcelona. Ed.
Luciérnaga. 1991. (Nota del editor)
Visita “Las Enseñanzas de Kryon” por Mario Liani: http://38uh.com – 
You Tube: http://www.youtube.com/user/coilort – 
Facebook: http://www.new.facebook.com/group.php?gid=32488009121&ref=mf

Alex Rovira sobre Elisabeth Kübler-Ross

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La psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross (1926-2004) fue la mayor de trillizas. Pese a que su padre nunca quiso que estudiara Medicina, su fuerte vocación resultó determinante para forjar una brillante carrera focalizada en la muerte como experiencia en la vida. De hecho, fue pionera en estudiar las emociones de las personas que saben que van a morir y en proponer cuidados paliativos. Autoridad mundial en este campo, propone que se afronte la muerte con serenidad e incluso con alegría.
En sus libros, comparte las observaciones que pudo realizar al acompañar a enfermos terminales. Estudió en profundidad el proceso del duelo y se aproximó también a los casos terminales por el virus del SIDA. Gracias a su trabajo, muchos moribundos han mejorado su calidad de vida en sus últimos momentos, y sus familiares y personas del entorno han aprendido cómo apoyar al enfermo y también a gestionar el dolor por su pérdida. Las conclusiones de sus investigaciones han dado como fruto casi una veintena de obras. En castellano, se han publicado algunos de sus libros, como “La muerte, un amanecer”, “La rueda de la vida” o “Lecciones de Vida”.
La doctora Elisabeth Kübler-Ross tuvo dos hijos, desarrolló sus investigaciones en Estados Unidos y por ellas recibió hasta 23 doctorados honoríficos y multitud de reconocimientos.
Es una autora necesaria, profunda, estimulante. Su lectura aporta consuelo en procesos de duelo o la hora de encarar la muerte propia o la de un ser amado. Más allá de ello, sus escritos, al girar en torno a la cuestión de la muerte, la pérdida o el duelo propician reflexiones sobre la vida, la consciencia, el ahora, los valores que nos unen.
Deseo compartir unos fragmentos de su delicioso libro “Lecciones de Vida”, publicado en castellano por Ediciones Luciérnaga. Un libro necesario que merece la pena tener cerca y volver a leer a menudo. Dicen así:

Estamos aquí para sanarnos unos a otros y a nosotros mismos. No una sanación como en la recuperación física, sino una sanación mucho más profunda. La sanación de nuestros espíritus, de nuestras almas.
Cuando hablamos de aprender nuestras lecciones, estamos hablando de deshacernos de asuntos inacabados. Los asuntos inacabados no tienen que ver con la muerte, sino con la vida.
“Sí, he tenido una buena vida pero, ¿he sacado tiempo para vivir de verdad?”. Hay muchas personas que han existido, pero que realmente nunca vivieron. Y gastaron cantidades inmensas de energía en mantener ocultos sus asuntos inacabados.
Puesto que los asuntos inacabados son el mayor problema en la vida, también es el tema principal que abordamos cuando nos enfrentamos a la muerte. Muchos de nosotros dejamos la vida con una gran cantidad de asuntos inacabados; algunos solo dejan unos pocos.
En tiempos antiguos, la comunidad solía tener lugares para reunirse donde los niños y los adultos escuchaban, mientras los ancianos y ancianas contaban historias de la vida, de los desafíos de la vida, y las lecciones que pueden extraerse de los últimos momentos de una vida. La gente sabía que a veces nuestras lecciones más importantes se hallan en los momentos de mayor sufrimiento.
Encontramos muchas cosas en este largo viaje, extraño a veces, que contemplamos como vida, pero básicamente nos encontramos a nosotros mismos. Quiénes somos en realidad, qué es lo que más nos importa.
Los moribundos siempre han sido maestros de grandes lecciones, porque cuando nos vemos empujados hacia el final de la vida es cuando la vemos con mayor claridad. Al compartir con nosotros sus lecciones, los moribundos nos enseñan mucho sobre el inmenso valor de la vida en sí.
En lo más profundo, todos sabemos que hay alguien que estamos destinados a ser. Y podemos sentir cuándo nos vamos convirtiendo en ese alguien. Lo contrario también es verdad: sabemos cuando algo no encaja y no somos la persona que estábamos destinados a ser.
Consciente o inconscientemente, todos buscamos respuestas, intentando aprender las lecciones de la vida. Andamos a tientas por miedo y culpa. Vamos en busca de sentido, amor y poder. Tratamos de comprender el miedo, la pérdida, el tiempo. Tratamos de descubrir quiénes somos y cómo podemos llegar a ser realmente.
Sin embargo, con demasiada frecuencia los buscamos en el dinero, en la condición social, en el trabajo perfecto, o en otros lugares, solo para descubrir que estas cosas carecen del sentido que esperábamos encontrar y que incluso nos producen angustia. Seguir estas pistas falsas sin una comprensión más profunda de su significado nos deja inevitablemente con una sensación de vacío, creyendo que la vida tiene muy poco o ningún sentido, que el amor y la felicidad son tan solo espejismos.
Para conocernos, ser auténticos con nosotros mismos, para descubrir lo que queremos hacer y lo que no, necesitamos comprometernos con nuestras propias experiencias. Todo lo que hacemos debemos hacerlo porque nos produce alegría y paz, desde el empleo que tenemos hasta la ropa que usamos. Si hacemos algo para aparentar respetabilidad a los ojos de los demás, no estamos viendo el valor que hay en nosotros. Es sorprendente hasta qué punto vivimos mucho más por lo que deberíamos hacer que por lo que queremos hacer.
Solo podemos encontrar paz y felicidad en el amor cuando eliminamos las condiciones que ponemos a nuestro amor por los demás. Y generalmente a los que más amamos les imponemos las peores condiciones. Nos han enseñado bien el amor condicional, lo cual dificulta mucho el proceso de desaparecer. Como seres humanos, no es posible encontrar un amor totalmente incondicional entre nosotros, pero podemos encontrar más que los pocos minutos que por lo general tenemos en la vida.
Una de las pocas áreas donde realmente podemos encontrar  amor incondicional es en nuestros hijos cuando son muy jóvenes. No les importa nuestro tiempo, nuestro dinero o nuestros logros. Simplemente nos aman. A la larga les enseñamos a poner condiciones a su amor cuando los recompensamos por sonreír, por obtener buenas calificaciones, y por ser lo que queremos que sean. Pero, aun así, podemos aprender mucho del modo en que los niños nos aman. Si amáramos a nuestros hijos un poco más incondicionalmente, durante un poco más de tiempo, tal vez crearíamos un mundo muy diferente para vivir.
A la larga perdemos todo lo que poseemos, pero lo que importa en definitiva no se pierde nunca. Nuestras casas, coches, empleos y dinero, nuestra juventud e incluso seres queridos solo los tenemos en préstamo. Como todo lo demás, no podemos conservar siempre a nuestros seres queridos. Pero la aceptación de esta verdad no tiene por qué entristecernos. Por el contrario, puede proporcionarnos la capacidad de valorar mejor la infinidad de experiencias y cosas maravillosas que tenemos durante el tiempo que permanecemos aquí.
En muchos aspectos, si la vida es una escuela, la pérdida es una parte importante del currículum.
Cuando experimentamos una pérdida también experimentamos que a los que amamos –y algunas veces incluso a los extraños– cuidan de nosotros en tiempos de necesidad. La pérdida es un agujero en el corazón. Pero es un agujero que inspira amor y puede contener el amor de los demás.
Hemos aprendido mucho sobre la pérdida gracias a los moribundos. Los que han estado técnicamente muertos y los han hecho volver a la vida nos transmiten algunas lecciones claras y sencillas. Primero, aseguran haber perdido el miedo a la muerte. Segundo, dicen que ahora saben que la muerte solo es desechar un cuerpo físico, muy semejante a quitarse un conjunto de ropas que ya no son necesarias. Tercero, recuerdan haber tenido una profunda sensación de integridad en la muerte, haberse sentido conectados con todo y con todos, y sin ninguna sensación de pérdida. Finalmente, nos cuentan que nunca estuvieron solos, que alguien estaba con ellos.
Éste es uno de los propósitos para los que sirve la pérdida en la vida: nos une. Nos ayuda a comprender a los demás de un modo más profundo. Nos conecta con los otros como ninguna otra lección de vida podría hacerlo. Cuando nos une la experiencia de la pérdida, nos preocupamos por los demás y los percibimos de un modo nuevo y más profundo.
No tendrás otra vida como ésta. Nunca volverás a desempeñar este papel y experimentar esta vida tal como se te ha dado. Nunca volverás a experimentar el mundo como en esta vida, en esta serie de circunstancias concretas, con estos padres, hijos y familiares. Nunca tendrás los mismos amigos otra vez. Nunca experimentarás de nuevo la tierra en este tiempo con todas sus maravillas. No esperes para echar una última mirada al océano, al cielo, las estrellas o a un ser querido. Ve a verlo ahora.

Conoced a Elisabeth Kübler-Ross, leedla, y obtendréis importantes reflexiones sobre el arte de vivir y, en consecuencia, de saber morir.
Os deseo lo mejor.

Álex Rovira

¿Juega Dios a los dados? Por Stephen Hawking

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"No hay ningún motivo para castigarte por no haberlo hecho mejor. Lo hiciste todo tan bien como pudiste. Libera el pasado con amor y agradécele que te haya conducido a este nuevo conocimiento."
                                                                                        Louise Hay

Traductores : José Luis Acuña / Ariadna Martínez

Esta conferencia versa sobre si podemos predecir el futuro o bien éste es arbitrario y aleatorio. En la antigüedad, el mundo debía de haber parecido bastante arbitrario. Desastres como las inundaciones o las enfermedades debían de haber parecido producirse sin aviso o razón aparente. La gente primitiva atribuía esos fenómenos naturales a un panteón de dioses y diosas que se comportaban de una forma caprichosa e impulsiva. No había forma de predecir lo que harían, y la única esperanza era ganarse su favor mediante regalos o conductas. Mucha gente todavía suscribe parcialmente esta creencia, y tratan de firmar un pacto con la fortuna. Se ofrecen para hacer ciertas cosas a cambio de un sobresaliente en una asignatura, o de aprobar elexamen de conducir.
Sin embargo, la gente se debió de dar cuenta gradualmente de ciertas regularidades en el comportamiento de la naturaleza. Estas regularidades eran más obvias en el movimiento de los cuerpos celestes a través del firmamento. Por eso la Astronomía fue la primera ciencia en desarrollarse. Fue puesta sobre una firme base matemática por Newton hace más de 300 años, y todavía usamos su teoría de la gravedad para predecir el movimiento de casi todos los cuerpos celestes. Siguiendo el ejemplo de la Astronomía, se encontró que otros fenómenos naturales también obedecían leyes científicas definidas. Esto llevó a la idea del determinismo científico, que parece haber sido expresada públicamente por primera vez por el científico francés Laplace. Me pareció que me gustaría citar literalmente las palabras de Laplace. y le pedí a un amigo que me las buscara. Por supuesto que están en francés, aunque no esperaba que la audiencia tuviera ningún problema con esto. El problema es que Laplace, como Prewst [N. del T.: Hawking probablemente se refiere a Proust], escribía frases de una longitud y complejidad exageradas. Por eso he decidido parafrasear la cita. En efecto, lo que él dijo era que, si en un instante determinado conociéramos las posiciones y velocidades de todas las partículas en el Universo, podríamos calcular su comportamiento en cualquier otro momento del pasado o del futuro. Hay una historia probablemente apócrifa según la cual Napoleón le preguntó a Laplace sobre el lugar de Dios en este sistema, a lo que él replicó "Caballero, yo no he necesitado esa hipótesis". No creo que Laplace estuviera reclamando que Dios no existe. Es simplemente que El no interviene para romper las leyes de la Ciencia. Esa debe ser la postura de todo científico. Una ley científica no lo es si solo se cumple cuando algún ser sobrenatural lo permite y no interviene.
La idea de que el estado del universo en un instante dado determina el estado en cualquier otro momento ha sido uno de los dogmas centrales de la ciencia desde los tiempos de Laplace. Eso implica que podemos predecir el futuro, al menos en principio. Sin embargo, en la práctica nuestra capacidad para predecir el futuro está severamente limitada por la complejidad de las ecuaciones, y por el hecho de que a menudo exhiben una propiedad denominada caos. Como sabrán bien todos los que han visto Parque Jurásico, esto significa que una pequeña perturbación en un lugar puede producir un gran cambio en otro. Una mariposa que bate sus alas puede hacer que llueva en Central Park, Nueva York. El problema es que eso no se puede repetir. La siguiente vez que una mariposa bata sus alas, una multitud de otras cosas serán diferentes, lo que también tendrá influencia sobre la meteorología. Por eso las predicciones meteorológicas son tan poco fiables.
A pesar de estas dificultades prácticas, el determinismo científico permaneció como dogma durante el siglo 19. Sin embargo, en el siglo 20 ha habido dos desarrollos que muestran que la visión de Laplace sobre una predicción completa del futuro no puede ser llevada a cabo. El primero de esos desarrollos es lo que se denomina mecánica cuántica. Fue propuesta por primera vez en 1900, por el físico alemán Max Planck, como hipótesis ad hoc para resolver una paradoja destacada. De acuerdo con las ideas clásicas del siglo 19, que se remontan a los tiempos de Laplace, un cuerpo caliente, como una pieza de metal al rojo, debería emitir radiación. Perdería energía en forma de ondas de radio, infrarrojos, luz visible, ultravioleta, rayos x, y rayos gamma, todos a la misma tasa. Esto no sólo significaría que todos moriríamos de cáncer de piel, sino que además todo en el universo estaría a la misma temperatura, lo que claramente no es así. Sin embargo, Planck mostró que se puede evitar este desastre si se abandonara la idea de que la cantidad de radiación puede tener cualquier valor, y se dijera en su lugar que la radiación llega únicamente en paquetes o cuantos de un cierto tamaño. Es un poco como decir que en el supermercado no se puede comprar azúcar a granel, sino sólo en bolsas de un kilo. La energía en los paquetes o cuantos es mayor para los rayos x y ultravioleta, que para la luz infrarroja o visible. Esto significa que a menos que un cuerpo esté muy caliente, como el Sol, no tendrá suficiente energía para producir ni siquiera un único cuanto de rayos x o ultravioleta. Por eso no nos quemamos por insolación con una taza de café.
Para Planck los cuantos no eran más que un truco matemático que no tenía una realidad física, lo que quiera que eso signifique. Sin embargo, los físicos empezaron a encontrar otro comportamiento, que sólo podía ser explicado en términos de cantidades con valores discretos o cuantizados, más que variables continuas. Por ejemplo, se encontró que las partículas elementales se comportaban más bien como pequeñas peonzas girando sobre un eje. Pero la cantidad de giro no podía tener cualquier valor. Tenía que ser algún múltiplo de una unidad básica. Debido a que esa unidad es muy pequeña, uno no se da cuenta de que una peonza normal decelera mediante una rápida secuencia de pequeños pasos, más que mediante un proceso continuo. Pero para peonzas tan pequeñas como los átomos, la naturaleza discreta del giro es muy importante.
Pasó algún tiempo antes de que la gente se diera cuenta de las implicaciones que tenía este comportamiento cuántico para el determinismo. No sería hasta 1926, cuando Werner Heisenberg, otro físico alemán, indicó que no podrías medir exactamente la posición y la velocidad de una partícula a la vez. Para ver dónde está una partícula hay que iluminarla. Pero de acuerdo con el trabajo de Planck, uno no puede usar una cantidad de luz arbitrariamente pequeña. Uno tiene que usar al menos un cuanto. Esto perturbará la partícula, y cambiará su velocidad de una forma que no puede ser predicha. Para medir la posición de la partícula con exactitud, deberás usar luz de una longitud de onda muy corta, como la ultravioleta, rayos x o rayos gamma. Pero nuevamente, por el trabajo de Planck, los cuantos de esas formas de luz tienen energías más altas que las de la luz visible. Por eso perturbarán aún más la velocidad de la partícula. Es un callejón sin salida: cuanto más exactamente quieres medir la posición de la partícula, con menos exactitud puedes conocer la velocidad, y viceversa. Esto queda resumido en el Principio de Incertidumbre formulado por Heisenberg; la incertidumbre en la posición de una partícula, multiplicada por la incertidumbre en su velocidad, es siempre mayor que una cantidad llamada la constante de Planck, dividida por la masa de la partícula.
La visión de Laplace del determinismo científico implicaba conocer las posiciones y velocidades de las partículas en el universo en un instante dado del tiempo. Por lo tanto, fue seriamente socavado por el Principio de Incertidumbre de Heisenberg. ¿Cómo puede uno predecir el futuro, cuando uno no puede medir exactamente las posiciones ni las velocidades de las partículas en el instante actual? No importa lo potente que sea el ordenador de que dispongas, si lo alimentas con datos deplorables, obtendrás predicciones deplorables.
Einstein estaba muy descontento por esta aparente aleatoriedad en la naturaleza. Su opinión se resumía en su famosa frase 'Dios no juega a los dados'. Parecía que había presentido que la incertidumbre era sólo provisional, y que existía una realidad subyacente en la que las partículas tendrían posiciones y velocidades bien definidas y se comportarían de acuerdo con leyes deterministas, en consonancia con Laplace. Esta realidad podría ser conocida por Dios, pero la naturaleza cuántica de la luz nos impediría verla, excepto tenuemente a través de un cristal.
La visión de Einstein era lo que ahora se llamaría una teoría de variable oculta. Las teorías de variable oculta podrían parecer ser la forma más obvia de incorporar el Principio de Incertidumbre en la física. Forman la base de la imagen mental del universo, sostenida por muchos científicos, y prácticamente por todos los filósofos de la ciencia. Pero esas teorías de variable oculta están equivocadas. El físico británico John Bell, que murió recientemente, ideó una comprobación experimental que distinguiría teorías de variable oculta. Cuando el experimento se llevaba a cabo cuidadosamente, los resultados eran inconsistentes con las variables ocultas. Por lo tanto parece que incluso Dios está limitado por el Principio de Incertidumbre y no puede conocer la posición y la velocidad de una partícula al mismo tiempo. O sea que Dios juega a los dados con el universo. Toda la evidencia lo señala como un jugador empedernido, que tira los dados siempre que tiene ocasión.
Otros científicos estaban mucho más dispuestos que Einstein a modificar la visión clásica del determinismo del siglo 19. Una nueva teoría, denominada la mecánica cuántica, fue propuesta por Heisenberg, el austríaco Erwin Schroedinger, y el físico británico Paul Dirac. Dirac fue mi penúltimo predecesor en la cátedra Lucasiana de Cambridge. Aunque la mecánica cuántica ha estado entre nosotros durante cerca de 70 años, todavía no es generalmente entendida o apreciada, incluso por aquellos que la usan para hacer cálculos. Sin embargo, debería preocuparnos a todos, puesto que es una imagen completamente diferente del universo físico y de la misma realidad. En la mecánica cuántica, las partículas no tienen posiciones ni velocidades bien definidas. En su lugar, son representadas por lo que se llama una función de onda. Esta es un número en cada punto del espacio. El tamaño de la función de onda indica la probabilidad de que la partícula sea encontrada en esa posición. La tasa con la que la función de onda cambia de punto a punto, proporciona la velocidad de la partícula. Uno puede tener una función de onda con un gran pico en una región muy pequeña. Esto significará que la incertidumbre en la posición es muy pequeña. Pero la función de onda variará muy rápidamente cerca del pico, hacia arriba en un lado, hacia abajo en el otro. Por lo tanto la incertidumbre en la velocidad será grande. De la misma manera, uno puede tener funciones de onda en las que la incertidumbre en la velocidad es pequeña, pero la incertidumbre en la posición es grande.
La función de onda contiene todo lo que uno puede saber de la partícula, tanto su posición como su velocidad. Si sabes la función de onda en un momento dado, entonces sus valores en otros momentos son determinados por lo que se llama la ecuación de Schroedinger. Por lo tanto uno tiene aún un cierto determinismo, pero no del tipo que Laplace imaginaba. En lugar de ser capaces de predecir las posiciones y las velocidades de las partículas, todo lo que podemos predecir es la función de onda. Esto significa que podemos predecir sólo la mitad de lo que podríamos de acuerdo con la visión clásica del siglo 19.
Aunque la mecánica cuántica lleva a la incertidumbre cuando tratamos de predecir la posición y la velocidad a un mismo tiempo, todavía nos permite predecir con certidumbre una combinación de posición y velocidad. Sin embargo, incluso este grado de certidumbre parece estar amenazado por desarrollos más recientes. El problema surge porque la gravedad puede torcer el espacio-tiempo tanto que puede haber regiones que no observamos.
Curiosamente, el mismo Laplace escribió un artículo en 1799 sobre cómo algunas estrellas pueden tener un campo gravitatorio tan fuerte que la luz no podría escapar, siendo por tanto arrastrada de vuelta a la estrella. Incluso calculó que una estrella de la misma densidad que el Sol, pero doscientas cincuenta veces más pequeña, tendría esta propiedad. Pero aunque Laplace podría no haberse dado cuenta, la misma idea había sido propuesta 16 años antes por un hombre de Cambridge, John Mitchell, en un artículo en Phylosophical Transactions of the Royal Society. Tanto Mitchel como Laplace concebían a la luz como formada por partículas, más bien como bolas de cañón, que podían ser deceleradas por la gravedad, y hechas caer de vuelta a la estrella. Pero un famoso experimento llevado a cabo por dos americanos, Michelson y Morley, en 1887, mostraron que la luz siempre viajaba a una velocidad de ciento ochenta y seis mil millas por segundo, no importa de dónde viniera. Cómo podía entonces la gravedad decelerarla, y hacerla caer de nuevo.
De acuerdo con las ideas sobre el espacio y el tiempo vigentes en aquel momento esto era imposible. Sin embargo, en 1915 Einstein presentó al mundo su revolucionaria Teoría General de la Relatividad en la cual espacio y tiempo dejaban de ser entidades separadas e independientes. Por el contrario, eran meramente diferentes direcciones de una única noción llamada espacio-tiempo. Esta noción espacio-tiempo no era uniforme sino deformada y curvada debido a su energía inherente. Para que se entienda mejor, imagínese que colocamos un peso (que hará las veces de estrella) sobre una lámina de goma. El peso (estrella) formará una depresión en la goma curvándose la zona alrededor del mismo en contraposición a la planicie anterior. Si hacemos rodar canicas sobre la lámina de goma, sus rastros serán espirales más que líneas rectas. En 1919, una expedición británica en el Oeste de África observaba la luz de estrellas lejanas que cruzaba cerca del sol durante un eclipse. Descubrieron que las imágenes de las estrellas variaban ligeramente de sus posiciones habituales; esto revelaba que las trayectorias de la luz de las estrellas habían sido curvadas por el influjo del espacio-tiempo que rodea al sol. La Relatividad General había sido confirmada.
Imagínese ahora que colocamos pesos sobre la lámina de goma cada vez más cuantiosos y de manera más intensiva. Hundirán la plancha cada vez más. Con el tiempo, alcanzado el peso y la masa crítica se hará un agujero en la lámina por el que podrán caer las partículas pero del que no podrá salir nada.
Según la Teoría General de la Relatividad lo que sucede con el espacio-tiempo es bastante similar. Cuanto más ingente y más densa sea una estrella, tanto más se curvará y distorsionará el espacio-tiempo alrededor de la misma. Si una estrella inmensa que ha consumido ya su energía nuclear se enfría encogiéndose por debajo de su masa crítica, formará literalmente un agujero sin fondo en el espacio-tiempo por el que no puede pasar la luz. El físico americano John Wheeler llamó a estos objetos “agujeros negros” siendo el primero en destacar su importancia y los enigmas que encierran. El término se hizo popular rápidamente. Para los americanos sugería algo oscuro y misterioso mientras que para los británicos existía además la amplia difusión del Agujero Negro de Calcuta. Sin embargo los franceses, muy franceses ellos, percibieron algo indecente en el vocablo. Durante años se resistieron a utilizar el término, demasiado negro, arguyendo que era obsceno; pero era parecido a intentar luchar contra préstamos lingüísticos como “le weekend” y otras mezcolanzas del “franglés”. Al final tuvieron que claudicar. ¿Quién puede resistirse a una expresión así de conquistadora?
Ahora tenemos evidencias de la existencia de agujeros negros en diferentes tipos de entidades, desde sistemas de estrellas binarios al centro de las galaxias. Por lo tanto, la existencia de agujeros negros está ampliamente aceptada hoy en día. Con todo y al margen de su potencial para la ciencia ficción, ¿cuál sería su relevancia para el determinismo? La respuesta reside en una pegatina de parachoques que tenía en la puerta de mi despacho: “los agujeros negros son invisibles”. No sólo ocurre que las partículas y los astronautas desafortunados que caen en un agujero negro no vuelven nunca, sino que la información que estos portan se pierde para siempre, al menos en nuestra demarcación del universo. Puede lanzar al agujero negro aparatos de televisión, sortijas de diamantes e incluso a sus peores enemigos y todo lo que recordará el agujero negro será su masa total y su estado de rotación. John Wheeler llamó a esto “un agujero negro no tiene pelo”. Esto confirma las sospechas de los franceses.
Mientras hubo el convencimiento de que los agujeros negros existirían siempre, esta pérdida de información pareció no importar demasiado. Se podía pensar que la información seguía existiendo dentro de los agujeros negros. Simplemente es que no podemos saber lo que hay desde fuera de ellos pero la situación cambió cuando descubrí que los agujeros negros no son del todo negros. La Mecánica Cuántica hace que estos emitan partículas y radiaciones a un ritmo constante. Estos hallazgos me asombraron no sólo a mí si no al resto del mundo pero con la perspectiva del tiempo esto habría resultado obvio. Lo que se entiende comúnmente como “el vacío” no está realmente vacío ya que está formado por pares de partículas y antipartículas. Estas permanecen juntas en cierto momento del espacio-tiempo, en otro se separan para después volver a unirse y finalmente aniquilarse la una a las otra. Estas partículas y antipartículas existen porque un campo, tal como los campos que transportan la luz y la gravedad no puede valer exactamente cero. Esto denotaría que el valor del campo tendría tanto una posición exacta (en cero) como una velocidad o ritmo de cambio exacto (también cero). Esto violaría el Principio de Incertidumbre porque una partícula no puede tener al tiempo una posición y una velocidad constantes. Por lo tanto, todos los campos deben tener lo que se denomina fluctuaciones del vacío. Debido al comportamiento cuántico de la naturaleza se puede interpretar estas fluctuaciones del vacío como partículas y antipartículas como he descrito anteriormente.
Estos pares de partículas se dan en conjunción con todas las variedades de partículas elementarias. Se denominan partículas virtuales porque se producen incluso en el vacío y no pueden ser mostradas directamente por los detectores de partículas. Sin embargo, los efectos indirectos de las partículas virtuales o fluctuaciones del vacío han sido estudiados en diferentes experimentos, siendo confirmada su existencia.
Si hay un agujero negro cerca, uno de los componentes de un par de partículas y antipartículas podría deslizarse en dicho agujero dejando al otro componente sin compañero. La partícula abandonada puede caerse también en el agujero o bien desplazarse a larga distancia del mismo donde se convertirá en una verdadera partícula que podrá ser apreciada por un detector de partículas. A alguien muy alejado del agujero negro le parecerá que la partícula ha sido emitida por el mismo agujero.
Esta explicación de cómo los agujeros negros no son tan negros clarifica que la emisión dependerá de la magnitud del agujero negro y del ritmo al que esté rotando. Sin embargo, como un agujero negro no tiene pelo, citando a Wheeler, la radiación será por otra parte independiente de lo que se deslizó por el agujero. No importa lo que arroje a un agujero negro: aparatos de televisión, sortijas de diamantes o a sus peores enemigos. Lo que de allí sale es siempre lo mismo.
Pero ¿qué tiene esto que ver con el determinismo que es sobre lo que se supone que versa esta conferencia? Lo que esto demuestra es que hay muchos estados iniciales (incluyendo aparatos de televisión, sortijas de diamantes e incluso gente) que evolucionan hacia el mismo estado final, al menos fuera del agujero negro. Sin embargo, en la visión de Laplace sobre el determinismo había una correspondencia exacta entre los estados iniciales y los finales. Si usted supiera el estado del universo en algún momento del pasado podría predecirlo en el futuro. De manera similar, si lo supiera en el futuro, podría deducir lo que habría sido en el pasado. Con el advenimiento de la Teoría del Cuanto en los años 20 del siglo pasado se redujo a la mitad lo que uno podía predecir pero aún dejó una correspondencia directa entre los estados del universo en diferentes momentos. Si uno supiera la función de onda en un momento dado, podría calcularla en cualquier otro.
Sin embargo, la situación es bastante diferente con los agujeros negros. Uno se encontrará con el mismo estado fuera del agujero, independientemente de lo que haya lanzado dentro, a condición de que tenga la misma masa. Por lo tanto, no hay una correspondencia exacta entre el estado inicial y el estado final ya fuera del agujero negro. Habrá una correspondencia exacta entre el estado inicial y el final ambos fuera o ambos dentro del agujero negro. Sin embargo, lo importante es que la emisión de partículas y la radiación alrededor del agujero provocan una reducción en la masa del mismo y se empequeñece. Finalmente, parece que el agujero negro llega a la masa cero y desaparece del todo. Pero, ¿qué ocurre con todos los objetos que fueron lanzados al agujero y con toda la gente que o bien saltó o fue empujada? No pueden volver a salir porque no existe la suficiente masa o energía sobrante en el agujero negro para enviarlos fuera de nuevo. Puede que pasen a otro universo pero eso nos da lo mismo a los que somos lo suficientemente prudentes como para no saltar dentro de un agujero negro. Incluso la información de lo que cayó dentro del agujero no podría salir de nuevo cuando el agujero desaparezca por último. La información no se distribuye gratuitamente como bien sabrán aquellos de ustedes que paguen facturas telefónicas. La información necesita energía para transportarse, y no habrá suficiente energía de sobra cuando el agujero negro desaparezca.
Lo que todo esto significa es que la información se perderá de nuestra demarcación del universo cuando se formen los agujeros negros para después desvanecerse. Esta pérdida de información implica que podemos predecir incluso menos de lo pensamos, partiendo de la base de la teoría cuántica. En esta teoría puede no ser factible predecir con certidumbre la posición y la velocidad de una partícula al mismo tiempo. Hay sin embargo una combinación de posición y velocidad que sí puede ser predicha. En el caso de un agujero negro, esta predicción específica concierne a los dos miembros de un par de partículas-antipartículas pero únicamente podemos detectar la partícula expulsada. No hay modo alguno, incluso en un principio, de poner de manifiesto la partícula que se precipita al agujero. Por lo tanto, por lo que sabemos, podría estar en cualquier estado. Esto significa que no podemos hacer ninguna predicción concreta acerca de la partícula que expulsa el agujero. Podemos calcular la probabilidad de que la partícula tenga esta o aquella posición o velocidad pero no podemos predecir con precisión una combinación de la posición y velocidad de sólo una partícula porque su velocidad y posición van a depender de la otra partícula, la cual no está bajo nuestra observación. Así que Einstein estaba sin lugar a dudas equivocado cuando dijo, “Dios no juega a los dados”. No sólo Dios juega definitivamente a los dados sino que además a veces los lanza a donde no podemos verlos.
Muchos científicos son como Einstein en el sentido de que tienen un lazo emocional muy fuerte con el determinismo pero al contrario que Einstein han aceptado la reducción en nuestra capacidad para predecir que nos había traído consigo la teoría cuántica. Pero ya era mucho. A estos no les gustó la consiguiente reducción que los agujeros negros parecían implicar. Pensar que el universo es determinista, como creía Laplace, es simplemente inocente. Presiento que estos científicos no se han aprendido la lección de la historia. El universo no se comporta de acuerdo a nuestras preconcebidas ideas. Continúa sorprendiéndonos.
Podría pensarse que no importa demasiado si el determinismo hizo aguas cerca de los agujeros negros. Estamos casi seguros de estar al menos a unos pocos años luz de agujero negro de cualquier tamaño pero según el Principio de Incertidumbre, cada región del espacio debería estar llena de diminutos agujeros negros virtuales que aparecerían y desaparecerían una y otra vez. Uno pensaría que las partículas y la información podrían precipitarse en estos agujeros negros y perderse. Sin embargo, como estos agujeros negros virtuales son tan pequeños (cien billones de billones más pequeños que el núcleo de un átomo) el ritmo al cual se perdería la información sería muy bajo. Esto es por lo que las leyes de la ciencia parecen deterministas, observándolas con detenimiento. Sin embargo, en condiciones extremas, tales como las del universo temprano o las de la colisión de partículas de alta energía, podría haber una significativa pérdida de información. Esto conduce a la imprevisibilidad en la evolución del universo.
En resumen, de lo que he estado hablando es de si el universo evoluciona de manera arbitraria o de si es determinista. La visión clásica propuesta por Laplace estaba fundada en la idea de que el movimiento futuro de las partículas estaba determinado por completo, si su sabían sus posiciones y velocidades en un momento dado. Esta hipótesis tuvo que ser modificada cuando Heisenberg presentó su Principio de Incertidumbre el cual postulaba que no se podía saber al mismo tiempo y con precisión la posición y la velocidad. Sin embargo, sí que era posible predecir una combinación de posición y velocidad pero incluso esta limitada certidumbre desapareció cuando se tuvieron en cuenta los efectos de los agujeros negros: la pérdida de partículas e información dentro de los agujeros negros dio a entender que las partículas que salían eran fortuitas.
Se pueden calcular las probabilidades pero no hacer ninguna predicción en firme. Así, el futuro del universo no está del todo determinado por las leyes de la ciencia, ni su presente, en contra de lo que creía Laplace. Dios todavía se guarda algunos ases en su manga.
Es todo lo que tengo que decir por el momento. Gracias por escucharme.

Elisabeth Kübler-Ross: Descanse en Paz

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Kübler-Ross estudió medicina en Zürich, su ciudad natal. En 1959, recién casada con un médico norteamericano, llega a Nueva York donde se especializa en psiquiatría. Trasladada a Denver, trabajará con enfermos terminales en el Centro Médico de la Universidad de Colorado. Fue profesora de Psiquiatría en la Universidad de Virginia en Charlottesville y directora del Servicio Familiar y el Centro de Salud Mental South Cook Country en Chicago.
En 1969 publica "On Death and Dying" ("Sobre la muerte y los moribundos"), un volumen clásico en la sociología de la muerte que recoge la experiencia de Kübler-Ross en su trato con más de 200 enfermos terminales, ilustrado con la trascripción de conversaciones entre la doctora y sus pacientes. En esa obra, fruto de un seminario auspiciado por el departamento de Psiquiatría del Billings Hospital de la Universidad de Chicago, la psiquiatra suiza nacionalizada norteamericana fijó las cinco fases que suelen atravesarse antes de morir (rechazo, ira, "negociación" con Dios, depresión y aceptación).
Defensora e impulsora de la medicina paliativa inspirada en el modelo Hospice, Kübler-Ross se opuso con firmeza a la eutanasia. Docente y conferenciante, escribió 13 libros, en los que se ocupó entre otros temas de cómo ayudar a afrontar la muerte de un niño y del estudio del sida. En 1999 la revista "Time" la incluyó en la lista de los 100 pensadores más destacados del siglo XX.
Casada y con dos hijos, Kübler-Ross fue una mujer de carácter, independiente, aguerrida y muy inquieta. A la absorbente dedicación a las conferencias y seminarios se unieron los conflictos que generaron algunas de sus iniciativas asistenciales. En 1997 escribe su biografía, "The Wheel of Life", que pone de relieve un carácter impulsivo, en el que se aprecia muy buena voluntad pero insuficiente formación antropológica y teológica. Educada en su niñez en el calvinismo, no perteneció a ninguna confesión religiosa, aunque manifestó aprecio por la labor de los capellanes católicos y protestantes de los hospitales. En su autobiografía se declara religiosa a su manera y apela a un Dios providente y amoroso y al valor enriquecedor del sufrimiento. Su interés por el más allá le llevó a un entusiasta acercamiento durante tres años a sesiones de espiritismo, que provocaron el abandono de su marido, que solicitó el divorcio en 1976. Establecida en Arizona desde 1995, sufrió varias embolias que la dejaron hemipléjica desde 1996.
En un artículo publicado en 1973, Kübler-Ross escribía: "La gente nacida y criada en una comunidad rural acepta por lo general más fácilmente morir que la gente que se ha educado en un medio urbano. Supongo que el nacimiento y la muerte han formado siempre parte de la vida del campesino. Culturalmente hay diferencias enormes en el modo de morir. En los Estados Unidos los pacientes tienen por lo general grandes dificultades para encontrar un médico o enfermera que se preste a escucharles y a participar en sus últimas preocupaciones. El 80% de la población norteamericana muere en una institución donde la muerte se convierte en un proceso mecanizado, despersonalizado y, a menudo, deshumanizado. No se permite a los niños que entren en las salas de los hospitales, y por eso raramente asimilan la experiencia de que la muerte es parte intrínseca de la vida. Hay que reconsiderar al paciente como ser humano, hacerle participar en diálogos, aprender de él lo bueno y lo malo del trato que se da al paciente en los hospitales".

Tres Perlas

Entrevista con Elisabeth Kübler-Ross

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Elisabeth Kübler-Ross es mejor conocida por su trabajo concerniente a la muerte y su proceso; su fama ha sido bien ganada. Mas que cualquier otra persona en el mundo Occidental, Elisabeth ha ayudado a abatir el tabú que hasta hace cerca de 20 años, aislaba a los enfermos terminales, en una atmósfera de silencio nervioso. Mientras tanto, La Doctora nacida en Suiza, ideó un modelo de proceso de duelo:
Negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Escribiendo el clásico “Sobre la vida y la muerte” (así como un número de otros volúmenes referentes al tema)… difundió el tema de los hospicios en los Estados Unidos ..y auxilió a millones de personas a aprender a ver la muerte “como una etapa final de crecimiento”, una parte integral de la vida misma.
La mayoría  estará de acuerdo en que las lecciones que Kübler-Ross ha enseñado mientras ayuda a miles de pacientes terminales, puede significar algo para cada persona, ya que todos en algún momento hemos estado involucrados en la muerte de otros, incluso en la propia. Sus enseñanzas tienen una mayor relevancia en lo que refiere a su trabajo con las personas seriamente enfermas. Proporcionó sabios consejos acerca de cómo vivir de una manera mas satisfactoria y positiva. Desde luego, una buena parte de su trabajo se difunde a través de talleres de 5 días llamados “Vida, muerta y transición”, impartidos a través de su Organización Shanti Nilaya… en la que se intenta ayudar a las personas a expresarse, a deshacerse de la hostilidad interior, miedos y culpa.
Cuando hace años varios de sus pacientes le dijeron que se habían transportado hacia una dimensión espiritual durante sus experiencias cercanas a la muerte,  el trabajo de Elisabeth tomó otra dimensión. La una vez,  Doctora-Científica no religiosa, inició  una investigación acerca de la naturaleza de la muerte  y de la realidad de una vida posterior, subsecuentemente manteniendo su  apertura para lograr ser exitoso en el papel de consejero y  sanador. 
Y mientras el lector puede formar su propia idea acerca de las creencias religiosas de Kübler-Ross, esperamos que no pongan en saco roto el consejo de esta pequeña mujer en estatura, pero grande en consejos y sanadora del corazón humano.
Algunos años antes de la muerte de Elisabeth, Pat Stone, asistió a uno de los Talleres de Kübler-Ross, “Vida, Muerte y Transición” , posteriormente la siguió a Washington, D.C. y –más tarde-  hasta su hogar en Escondido, California… para poder estar suficiente tiempo con Elisabeth y completar esta entrevista. Stone apunta “El Taller al que asistí fue un teatro de catarsis, una lección que me movió en el dolor, y en el potencial de la existencia humana. La mayoría de nuestro grupo integrado por 70 personas fue motivado por la externalización de técnicas de negatividad que compartimos, y en muchos casos, utilizados para resolver heridas personales. Y a pesar de que Elisabeth siente que existen ciertas ventajas para superar las aspectos dolorosos, permitió que quienes así lo desearan, hicieran uso de sus propios recursos para superarlos.
Es ella una de las personas mas intuitivas,  empáticas y amorosas que he conocido. Sin embargo, no es una persona de suaves modales, lo que exige es honestidad de parte de los participantes en el Taller. Por otro lado, ella permanecía con aquellas personas con necesidades especiales y cada vez que estaba con ella, encontraba el tiempo para responder a quienes constantemente se le acercaban solicitando ayuda. Aún durante la última parte de nuestra entrevista –cuando fuimos aislados en su casa de las montañas (donde  de alguna forma encuentra tiempo para atender su jardín y cabras)- a menudo era interrumpida por llamadas telefónicas. (Después de aconsejar a una mujer cuyo hermano habían recientemente asesinado, para manejar su duelo, Elisabeth le sugirió que intentara contactar al asesino. “ese pobre hombre quien ha arruinado su vida, merece compasión, ve si le puedes ayudar en su dolor”.) Y sorprendentemente, encausa su energía en una dieta que generalmente consiste en menos de una comida completa al día, atribuyendo el cansancio al hecho de que le encanta trabajar, y a que una vez que limpias tus emociones negativas, descubrirás una abundancia de energía.
Sin que esto signifique que sea perfecta, debo concluir que, en mi opinión, Elisabeth Kübler Ross es una mujer en santidad.
Esperamos que disfrute y se beneficie de lo que nos relata.
PLOWBOY: Elisabeth, usted es reconocida como un parte aguas en nuestra resistente  cultura respecto a la muerte, y ayudando a las personas a aprender a aceptar el fin de la vida abiertamente, pero tendría yo que decir que después de asistir a su Taller durante  una semana, enfatizaré  que su trabajo se enfoca en la vida!
KÜBLER-ROSS: Por supuesto. La vida es la que es difícil. Las personas quienes han vivido en plenitud, nunca tienen miedo de morir. Así que es mucho mas importante para mí enseñar a aceptar la muerte. De hecho, cuando comencé con lo que ahora es mi  trabajo de vida, no estaba siquiera preocupada acerca de cómo lidiar con la muerte e ir muriendo. No, cuando dejé mi hogar, una chica Suiza que esperaba llevar a cabo trabajo de ayuda en Alemania y Polonia al final de la II Guerra Mundial, quería aprender cuál era la causa por la que las personas asesinaron a cientos de miles de niños en los campos de concentración. ¿Cómo puede el promedio de hombres y mujeres – quienes también eran padres y madres. –cometer estos actos sin compasión y después ir a casa y preocuparse porque sus hijos tienen varicela?
PLOWBOY : Pero,¿ de qué forma esa experiencia la ató en el trabajo que está haciendo actualmente?
KÚBLER-ROSS: En Maidanek –un campo de concentración donde 960 000 niños fueron asesinados- conocí a una joven judía cuyos abuelos, padres y hermanos habían muerto en las cámaras de gas. Ella se salvó sólo porque no hubo suficiente espacio en la cámara de gas. Como resultado de este horror, decidió sobrevivir…de manera que pudiera contar al mundo acerca de las atrocidades cometidas por la Alemania de Hitler. Aún así, me contó que cuando finalmente el ejército liberador arribó, se dio cuenta que ella no era mejor que Hitler, ya que estaba llena de odio y negatividad.
Esta joven tocó mi vida más que cualquier otra persona, enseñándome que hay un “Hitler” dentro de cada ser humano. Mi primera reacción fue “Oh, no…no dentro de mí!” “Yo soy una buena persona. Quiero ayudar al mundo”, pero poco tiempo después de conocerla, dejé Alemania y me dirigí hacia Polonia, donde una epidemia de tifo estaba en progreso. En ese momento no había  probado alimento durante 3 días, y de repente me dí cuenta que si un niño hubiera caminado cerca de mí con un pedazo de pan, ¡se lo hubiera robado!
Luego comencé a entender lo que mi amiga judía me había dicho. Como resultado, cuando regresé a casa, estudié medicina y traté de encontrar la manera de ayudar a las personas a eliminar cierta negatividad de sus vidas. Cuando me casé y vine a América, comencé trabajando –con mucho éxito- con enfermos crónicos,  esquizofrénicos supuestamente “sin esperanza” , y posteriormente  con niños multi-discapacitados. Y, conforme pasó el tiempo, comencé a involucrarme con el trabajo de “muerte e ir muriendo”, porque descubrí que a  los  enfermos terminales se les niega el servicio en las  Instituciones, de la misma manera que a los esquizofrénicos y a los niños con múltiples discapacidades. El personal del hospital siquiera sabía sus nombres, hablaban acerca de “páncreas en la habitación 17” cuando se referían a alguna persona.¡ Un ser humano con una familia e hijos, quien padecía de cáncer de páncreas!
PLOWBOY: Usted se ha dedicado a la atención de los enfermos más graves o emocionalmente afectados.
KÚBLER-ROSS: Creo que esto ha sucedido porque crecí en un hermoso hogar, siendo trilliza sentí que carecía de identidad. Uno de los recuerdos que vienen a mi memoria fue cuando mi padre bañó a mi hermana dos veces y me saltó a mí.
PLOWBOY: Es mejor  que en algunas ocasiones, los enfermos terminales mueran en casa?
KÜBLER ROSS: Yo estoy a favor de permitir que los pacientes mueran en su hogar. Cuando has hecho todo lo posible por prolongar o salvar una vida, deberías permitir que las personas pasen sus últimas semanas en un ambiente familiar…un lugar en donde pueden recibir las visitas que deseen o apreciar el aroma de una buena sopa o café en la cocina, y en donde pueden tener su mascota favorita o ver a sus hijos o nietos jugar.
PLOWBOY:¿Cómo  saber cuando un paciente puede terminar sus días en su hogar?
KÜBLER-ROSS: Un buen médico deberá juzgar si en recomendable continuar con tratamiento médico y la familia necesita escuchar a los pacientes de manera que se enteren de las razones emocionales que implica trasladarlo a casa y saber si es o no lo correcto. Puedo recordar cuando le dije a una persona mayor acerca del gran esfuerzo que estábamos haciendo para salvarlo; él volteó y me dijo  “podrían tratar un poco menos?” después de reírnos por su comentario, agregó “todo lo que quiero es que me dejen en paz. He vivido suficientemente y pienso tener derecho a estar en mi hogar”. Y tenía razón. Por otro lado, a pesar de que un paciente deprimido y con un cáncer, pero con buenas expectativas de entrar en remisión, debe ser aconsejado para permanecer un poco más en el hospital, en cuanto el tratamiento que le está ayudando, termina.
PLOWBOY: Me imagino a varias familias que son sobrepasadas por la situación de tener que cuidar a un enfermo terminal ó crítico, en el hogar.
KÜBLER-ROSS: Sí, a menudo, las familias necesitan ayuda de alguien externo que les asista en el cuidado del paciente, de tal forma que si por ejemplo , la esposa pueda continuar asistiendo al salón de belleza, ó el adolescente salga a distraerse unas horas. Es importante no convertir el hogar en una morgue, los familiares tienen que continuar haciendo su vida normal. Si esto  no sucede, estas personas quedarán exhaustas y muy amargadas.
PLOWBOY: Como encuentran los familiares algún ayudante?
KÜBLER-ROSS: Si realmente buscan, encuentran- quizás un vecino ó amigo- con el que se sientan a gusto tanto el paciente como los familiares. Por ejemplo, yo alguna vez pagué a un operador a un joven abogado Sueco  quien padecía esclerosis lateral amiotrófica . Estaba paralizado desde el cuello y no podía hablar. Su esposa y dos pequeños hijos estaban absolutamente agotados, y casi a punto de enviarlo a un hospital. El hombre percibió a desesperación de su familia, y con la ayuda de un tablero parlante, – una hermosa herramienta que ayuda a personas con parálisis a comunicarse- me pidió que acudiera a verlo.
Después de visitarlo, le pregunté a su esposa qué clase de ayuda necesitaría ella, que le permitiera continuar manteniendo a su esposo en el hogar. Ella respondió, “necesito alguien que cuide de él de las 20:00 a las  08:00hs. todas las noches, de manera que al irme a dormir por la noche, no tenga qué preocuparme . Continué con mis Talleres regularmente y en alguno conocí a un
Americano económicamente estable y que ha llevado a cabo lo que denomino como “workshopitis”, que son intentos de crecer y ser más espiritual, asistiendo a múltiples sesiones. Cuando este hombre me dijo lo que realmente quería, le informé que su primer trabajo comenzaría ese viernes en la noche, con jornadas de 12 horas diarias y sin paga. Se reportó con la familia y permaneció ahí trabajando hasta que el enfermo falleció, y todos los involucrados se sintieron inmensurablemente felices por este arreglo.
PLOWBOY: Pero el promedio de familias no tienen a Elisabeth alrededor, ni manera de contactar a este tipo de nobles personas.
KÜBLER-ROSS: No tienes que ser Elisabeth Kübler-Ross para hacerlo! Pregunta! Difúndelo al través de grupos de la Iglesia, jóvenes guías o cualquier organización a la que estés afiliado. Existen siempre personas quienes quieren servir y ser necesitados. Mira…siempre encontrarás la ayuda que buscas.      
PLOWBOY: Elisabeth, Qué debiera hacer la gente  una vez que han  sufrido la pérdida de un ser querido?
KÜBLER-ROSS: Primero debes prepararte antes de que la persona fallezca. Enfrentar el hecho de que no somos eternos y saber que es tiempo de decir las cosas buenas antes de que sea muy tarde. Para simplificarlo, si amas a alguien, díselo.
PLOWBOY: ¿Cual es la diferencia entre esas emociones… y cómo  se pueden manejar?
KÜBLER-ROSS: El duelo es un dolor simplemente natural, y la manera de manejarlo es permitirle llorar. Llegará el momento en que sanes si te das el tiempo necesario para estar triste y recordar .
La aflicción involucra un proceso de miedo, culpa y vergüenza, especialmente si piensan en cosas que quizás  no hiciste a la persona fallecida- . La forma de deshacerse de esos sentimientos  es compartiéndolos con alguien en quien verdaderamente confías. Si hablas de la vergüenza y culpa con honestidad, seguramente vendrá acompañado por llanto. Entonces, todo lo que hay que hacer es perdonarte a ti mismo, de la misma forma en que  te permitirás dejar tus sentimientos fluir. Si no puedes deshacerte seguramente continuarás y prolongarás tu castigo hacia alguien mas. La mayor de las veces en ti mismo. Y seguramente esa energía desperdiciada, terminará por enfermarte. 
PLOWBOY: En el taller a que asistí de “la vida, muerte y transición”, usted auxilió a personas a manejar su aflicción , a aprender a perdonarse a sí mismas.¿ Podría explicarme , para usted, cual es el propósito principal de esos talleres?
     LA ÚNICA FORMA DE SANAR AL  MUNDO ES SANEARSE A SÍ MISMO
KÜBLER-ROSS: Estoy tratando ahora de mostrar a la gente cómo diagnosticar en sí mismos los impedimentos que les permitan ser mejores y trasmitir cosas positivas especialmente a los niños. Las personas saludables no reaccionan , actúan. Están en control de sus vidas. Si te vuelves un “impedido”, solo te la pasarás reaccionando ante los demás, mas nunca viviendo tu propia vida.
PLOWBOY: ¿Existen otros sentimientos negativos?
KÜBLER –ROSS: Como yo lo veo, existen 5 emociones naturales.. y cada una de ella tiene su contraparte negativa, no natural . La primera emoción positiva básica es el miedo…la cual es un regalo de Dios que ayuda a preservar nuestras vidas. De cualquier forma, creo que las dos únicas naturales son
El miedo a fallar y el  miedo los ruidos fuertes. Todos los demás –incluyendo la preocupación a  lo que los vecinos piensen de ti, tener miedo a tu jefe y otras fobias- no son naturales, ya que todas filtrarán tu energía hacia una salud enfermiza.
PLOWBOY:¿ Como puede una persona deshacerse de los miedos no naturales?
KÜBLER-ROSS: Grita!! Si vives en una ciudad, vete al bosque. Si viven en un apartamento en Nueva York, sube a tu  coche, cierra las ventanas, maneja en la carretera…y grita hasta tú límite. Cuando lo haces, puedes contactarte nuevamente con los horrores que has reprimido. Vas a sentirte  muy bien, y te alimentarás de consuelo.
La segunda emoción natural que es la aflicción, es también un regalo de Dios y ayuda a manejar todas esas muertes pequeñas a lo largo de nuestra vida. Y las lágrimas son la bendición que nos ayudarán a deshacernos de la aflicción. La culpa por supuesto, es el sentimiento menos natural, .. y solo he mencionado algunas maneras de manejarla.
La tercera emoción natural es el enojo. Esta también, es un regalo de Dios. Es mi opinión, que el enojo natural dura solo 15 segundos. Cuando tú estas enojado por un período mayor, es porque te has saturado de remanentes, es decir, enojo no procesado de otras ocasiones. Si no te deshaces de eso, terminarás como una cubeta rasa, de odio, hambre de venganza y eventualmente te enfermarás.
PLOWBOY:¿ Cómo eliminas el enojo y la ira reprimida?
KÜBLER-ROSS: La mejor manera es, tomar un trozo de manguera y golpear con furia en un colchón o una almohada viejos. Tienes que verbalizar tus sentimientos mientras que haces esto… no puedes solo golpear en silencio hasta que tus músculos se cansen.  Y no temas actuar violentamente o sobre excitado cuando esto suceda porque no estás lastimando a alguien, por el contrario probablemente estás evitando que un futuro puedas lastimar a alguien.
Ahora bien, todas estas técnicas trabajan mejor si por lo menos la primera vez tienes a alguien quien te ayude a  sacar tus sentimientos. Tiene que tratarse de alguien compasivo, que no te sermoneé ni te haga sentir culpa.
PLOWBOY: Cómo podemos saber qué es lo que nos está causando ese enojo reprimido?
KÜBLER-ROSS.-Mantén un diario y anota cada vez que sobre- reacciones hacia alguien. Después de un tiempo, comenzarás a  ver en tu registro qué tan recurrente es y cuánto te molesta. Deja te cuento lo que me pasó a mí alguna vez. Hice un taller en Hawai, y estaba programada en  la temporada de Pascua. fechas en que yo quería estar con mi Familia. El hombre que lo organizó era un tacaño que nos cobró cada hoja de papel que utilizábamos para nuestros dibujos espontáneos,  a 50 centavos y 10 ctvs.  más por crayola usada… 25 -ctvs por cada taza que utilizábamos para café. Si me hubiera pedido un centavo más, lo hubiera matado ahí mismo, de veras. Y he aquí a la “buena persona” quien viaja alrededor de todo el mundo enseñando amor incondicional!
Cuando regresé  a casa, estaba tan desgastada y absorta en mi enojo, que casi me enfermo. No sabía el porqué de mi disgusto, excepto que sentía “alergia hacia los tipos corrientes”. En algún momento mis colegas de Shanti Nilaya se acercaron a preguntarme cómo me había ido en el Taller, y sólo contesté, bien, bien, bien, endemoniadamente bien.
Actualmente una de nuestras reglas en Shanti Nilaya es que todos debemos deshacernos de asuntos no terminados y negatividad reprimida. Pero otra regla es nunca preguntar mas de tres veces algo, pues si lo hacemos, podemos quitarle a la persona la posibilidad de evitar el tema. En lugar de insistir en el tema, me preguntaron dulcemente, “bien, entonces platícame de tu visita del conejo de Pascua”. eso sacó el corcho de la botella, y exploté. Después de 8 hrs. de llanto y hablar con mis amigos, pude vaciar un mar de negatividad, que me remontó aún a mi infancia.
¿Sabes? Como ya les he dicho, mis padres nunca me dieron mucho afecto, así que eventualmente yo los rechazaba y desviaba mi amor hacia unas mascotas de conejitos que tenía. De vez en cuando, mi papá me pedía que llevaba alguno de mis conejitos a la carnicería ya que a él le gustaba la carne de conejo., así que una vez hecho su trabajo, yo tenía que cargar con mi mascota adentro de una bolsa, cortada en pedazos.
Finalmente, tuve a  mi conejo favorito, negro; ese sobrevivió hasta que un día mi papá me pidió que lo sacrificara. Lo liberé de su jaula y traté de que huyera, pero como me quería mucho, no lo hizo, así que tuve que llevarlo al carnicero, quien al finalizar su trabajo me dijo “lástima que maté a este, era coneja y estaba preñada. Sus conejitos nacerían la próxima semana”
No dije una palabra durante la comida esa noche, pues yo estaba determinada a no permitir pues estaba determinada a no mostrar a mi familia , el enorme dolor que sentía. Luego, a través del intenso trabajo con mis amigos, pude liberar esa negatividad, incluso puedo bendecir ahora a ese individuo por ayudarme a aprender más acerca de mí misma.
Por eso digo que cada hombre y mujer está dentro de su propia prisión, por sus propios “conejillos negros”. Así que creo que si alguien más es un criminal, yo también lo soy.
PLOWBOY: Vamos a cambiar de tema, hablemos ahora a las otras dos emociones naturales. Qué son?
KÜBLER-ROSS.- Los celos, la cuarta emoción natural al reprimirse, provocan envidia, y a menudo se asocia con vergüenza y culpa. Para deshacerse de esos sentimientos no naturales, tienes que tener la capacidad de reconocer cuando actúas motivado por la envidia para tratar de contactar tus sentimientos con la fuente de origen – seguramente en la infancia-  para poder entender el porqué de tu forma de ser. Una vez hecho esto, puedes en contraparte, ver todos esos dones  con los que cuentas, y que te hacen especial y único, y liberar la envidia.
El último y mas importante es el amor, y tiene dos aspectos. Una es la necesidad de abrazar y sentir seguridad y físicamente cerca. Y el otro aspecto
del amor y la habilidad de decir “no”  para proveer una disciplina consistente.
La mayoría de nosotros fuimos criados con  un “te quiero si…”   Te quiero si eres Médico, si te va bien en la escuela, si mantienes tu habitación limpia. Tratamos de comprar el amor de otras personas complaciéndoles y haciendo cosas para obtener su amor. Bien, ese no es amor, es prostitución.  El amor real no reclama ni espera y no juzga, Escucha y respeta al individuo por sí mismo. El amor real es incondicional. Tuve un caso de un niño  de 11 años que llegó a su casa con malas calificaciones. Su Padre las leyó  y dijo, “así que no te importa, Bien, si es así, a nosotros tampoco” ordenó que el resto de la familia lo ignorara esa noche. La Madre ni siquiera lo acompañó en la noche a su cama. La siguiente mañana el chico había muerto. Se suicidó. La falta de amor incondicional lo mató. Y no es el único caso. El suicidio es la tercera causa de muerte entre los niños Norteamericanos actualmente..
PLOWBOY: Los niños son muy importantes para usted. ¿Piensa que las personas pueden aplicar estos consejos para ser mejores Padres?
KÜBLER-ROSS: Sí, tomando en cuenta que los niños que crecen rodeados de amor incondicional firme y consistente –en iguales circunstancias-  tienen pocos problemas para manejarse en la vida. Puedes amar a un joven y aún así, aborrecer alguna parte de su comportamiento sin embargo no por eso lo golpeas o nalgueas. Los niños no aprenden de palabras amargas o golpizas, al contrario, cada vez que un niño hace algo mal, trata de cambiar tu respuesta hacia una firme expresión de amor , presentándole una consecuencia adecuada, inmediatamente.
PLOWBOY: ¿Cuáles son  ejemplos de “consecuencias apropiadas”?
KÜBLER-ROSS: Si tu hijo de tres años –por ejemplo-  no tiene límites cuando van a un restaurante, no lo lleves la próxima vez que salgas. Muéstrale que se quedará en casa una persona quien le cuidará hasta que esté dispuesto a comportarse en el restaurante. Si tu hija arruina un juguete, no le compres otro. Tolera su llanto y el sentimiento de culpa que va a intentar depositar en ti, y dile “qué tristeza, la próxima vez que tengas algo que te guste, no permitas que le suceda algo malo”. O cuando es hora de llevar a tu hijo a dormir, si se enoja por mas de 15 segundos o trata de golpearte, dale una manguera de plástico y dile que golpeé  el colchón…que saque su enojo..y luego se irá a dormir.
Si pretendes que tus hijos crezcan saludables mentalmente, primero deberás sanar tu parte infantil interna. Si fuiste golpeado por tus Padres, en lugar de repetir conductas o manifestarlo a través del poder físico hacia niños completamente indefensos y llamarlo “autoridad”, encuentra un escape para tu rabia y enojo. Corta madera, golpea un tapete y maldice todo lo que necesites. Cuando regreses y confrontes el problema, ya no tendrás una reacción exacerbada. Recuerda,  a pesar de que los niños siempre necesitan saber que son amados, también necesitan saber, que quizás en ocasiones tu no amas su comportamiento.
Además, observa tus propios actos,  especialmente observa que tan consistente eres en la aplicación de castigos. A los niños se les confunde si un día que el Papá viene de buen humor y no le molesta ante una actitud que el día anterior hizo y por lo que recibió una cachetada. Si vienes malhumorado del trabajo, trata de decirlo. “Tuve un terrible día, así que probablemente tendrán que estar mas tranquilos que otras veces, pero espero que no me sienta así a menudo”. Los niños aprenderán a ajustarse rápidamente. Y luego si un día ellos te manifiestan su mal humor, deberás respetarlos.
Por último, no los sobreprotejas de las asperezas de la vida. Si crías a tus hijos como plantas adentro de un invernadero, tarde que temprano, si esas plantas las expones a la intemperie no podrán soportar el frío.
PLOWBOY : Elisabeth, es difícil deshacerse de nuestros aspectos negativos, implica mucho trabajo.
KÜBLER-ROSS: Desde luego. En Norteamérica el trabajo para promover la salud emocional del individuo en un concepto rechazado. En su lugar, después de que una persona está seriamente enferma, se le recetan tranquilizantes o se le encierra. Eso es horrible. Lo que practico y enseño en simplemente  psiquiatría preventiva… y necesitamos mucho mas de ella. Deberíamos tener habitaciones para gritar en cada hospital, dirigido por personal quienes han perdido  seres amados ellos mismos, de manera que las familias puedan descargar su duelo después de la muerte de un ser querido. Maestros debieran utilizar la técnica de interpretación simultánea de dibujos de los niños, como una herramienta de exposición en la que el docente detecte tempranamente qué niños necesitan ayuda.
PLOWBOY: ¿Qué pasa si una persona puede deshacerse de su negatividad?
KÜBLER-ROSS: Conforme vas trabajando tu cuadrante emocional, tu propia intuición se incrementará y florecerá  convirtiéndote un una persona mas espiritual.. No tienes que asistir a  la escuela o meditar  para desarrollar tu espiritualidad, ha permanecido contigo desde tu nacimiento y solo tiene que emerger, si te puedes deshacer de las malezas que impiden tu habilidad para contactarte contigo mismo, esa parte de ti crecerá naturalmente.
Obsérvame, soy una granjera Suiza , vengo mis antecedentes son opuestos al estereotipo Californiano. Aún puedo sentarme y meditar, He estado en la India, o asistido con un Guru, y aún así he tenido casi cualquier experiencia mística.
PLOWBOY: Elisabeth, hablemos un momento de la muerte. Basado en su investigación y experiencia, que diría usted que sucede cuando muere una persona?
KÜBLER-ROSS : Existen tres etapas de muerte. La primera ocurre a un nivel físico, la que está ligada a tu consciencia normal y a tu cuerpo..Cuando estas mortalmente herido, en coma o similar y pierdes la conciencia, tu cerebro deja de funcionar. Tu “yo” real emerge de tu cuerpo físico y se traslada al segundo nivel psíquico…como una mariposa emergiendo del capullo. En este punto, tienes lo que yo denomino, “alerta-total”: tu cuerpo siente todo y tú permaneces completamente alerta de todo lo que está sucediendo a tu alrededor. Las personas ciegas pueden decirme aún el color de las corbatas de sus doctores. Una ancianita que había permanecido en coma total, me dijo que la enfermera había dicho “esa vieja……..espero que se vaya”. Muchos investigadores han apuntado este tipo de cosas. Después de escuchar acerca de estas experiencias, uno comienza  a darse cuenta de que ningún ser humano puede morir solo, por tres razones. Por una cosa, una vez que estás fuera de tu cuerpo físico, el tiempo y el espacio no existen, así que puedes viajar hacia la gente que amas a la velocidad del pensamiento. Segundo, podrás ver a tus familiares y amistades que te precedieron . Los encontrarás, reconocerás y estarás rodeado por mar amor del que puedas imaginarte.
Y esto, es fácilmente verificable. Lo chequé recolectando casos de tragedias en las que un niño seriamente lastimado, recobró la conciencia un tiempo largo después del accidente y en la que otros miembros de su familia fallecieron. Estos jóvenes han narrado sus experiencias acerca de lo que sucedió mientras permanecían inconsciente..diciendo cosas como “Ví a mi Mamá y a Peter esperándome”. Identificando a esas personas quienes habían fallecido.
La tercera razón por la que no puedes morir en soledad, es porque tú tienes un ángel guardián . Este guía espiritual que te ha sido asignado y que te asistirá durante tu vida, tratando por todos los medios de mantenerte en el curso que has  escogido durante tu vida. Cuando mueres, te encontrarás con este ángel guardián y experimentarás un reconocimiento instantáneo junto con el más grande amor que jamás hayas sentido.
PLOWBOY: Pero, ¿como puedes científicamente verificar la existencia de estos guías espíritus?
KÜBLER-ROSS: Tú y yo podemos saberlo por experiencia personal, pero en este momento, la ciencia no lo puede verificar…porque nuestros conocimientos tecnológicos no posee aún las herramientas, o lenguaje para manejarlo. Esto no significa que esas cuestiones no sean científicas o verdaderas, pero la realidad es que en este momento, la ciencia está en pañales.
Sin embargo, nuestras capacidades tecnológicas están mejorando, y estoy absolutamente cierta, que en la próxima década, estaremos en posibilidad de fotografiar la energía de la separación de la “mariposa del capullo”  – y el punto de contacto entre lo espiritual y lo físico-  que sucede durante la muerte.
PLOWBOY : Pero, es posible alcanzar o contactar este nivel sin morir o tener una experiencia similar?
KÜBLER-ROSS: El nivel psíquico puede ser alcanzado, y manipulado por los humanos, pero yo me opongo terminantemente a enseñar tales cosas, incluyendo técnicas que auxiliar a inducir a sí mismo experiencias extra-corporales. con esto no pretendo decir que la energía psíquica sea mala, sino que existen  personas que hacen uso indebido  de la misma. Yo diría que cualquiera que juega con la energía psíquica, corre  un 90% de posibilidades de convertirse en una farsa.
PLOWBOY: Pero, regresemos al tema de la muerte, ¿cuál es la tercera etapa de la muerte ?
KüBLER-ROSS: Al final de la segunda etapa, la persona atraviesa algo que para ella representa una transición hacia el tercer nivel, o nivel espiritual. Ese símbolo puede ser un pasaje de una montaña,  el río Ganges, un túnel …la percepción de cada individuo de la transición será determinada culturalmente. En cualquier rango, al final del túnel o lo que sea, usted verá una luz. Una vez que la  has vislumbrado, no tendrás temor de la muerte. Cuando finalmente falleces  experimentarás la luz que te dará un inmenso  sentimiento de amor y felicidad y completarás tu jornada hacia el nivel espiritual. Este nivel es el Reino de Dios. No puede ser manipulado por algún ser humano.
En ese momento revisas todas las palabras, pensamientos y actos de tu vida y sabes cómo con ellos, afectaste a terceras personas. Aprendes que la suma de tu vida es la consecuencia de cada decisión tomada. Observas si aprendiste las lecciones que prometiste a ti mismo aprender o tal vez debas regresar a la tierra y tratar de nuevo. Ves? No puedes regresar a Dios con las manos sucias, porque tú eres responsable de tus acciones.  Por ejemplo, no puedes matar y esperar sentarte a la derecha de Dios en el cielo. Deberás regresar y hacer cosas buenas que sanen tus errores.
PLOWBOY : Elisabeth, no es mi intención negar algo de lo que me dices. –no soy quién para juzgar. Pero parece claro que nuestra discusión se ha tornado hacia las creencias religiosas. ¿Cómo nombras tus puntos de vista religiosos?
KÜBLER-ROSS: Sí,  practicando Cristianismo.
PLOWBOY: Lo siento, pero nuca pensé que el Cristianismo toma en cuenta la reencarnación y la guía espiritual.
KÜBLER-ROSS: Sí, la reencarnación fue enseñada durante el Cristianismo durante cientos de años. Su enseñanza estaba eventualmente prohibida por el Primer Consejo Ecuménico, exclusivamente por razones políticas , de hecho, la Biblia hace múltiples referencias a ángeles guardianes.
PLOWBOY: Qué consejo le puedes dar a otras personas?
KÜBLER-ROSS: La única manera de luchar en contra de la negatividad, no es maldecir la oscuridad, porque eso en sí mismo, es negativo, sino ver al Hitler que todos llevamos dentro. La forma de sanar este mundo, es sanarte a ti mismo, de manera que cada vez que tomes una decisión, trates de que sea de mayor importancia o de un mas alto nivel, la que beneficie a un número mayor de personas.
Deja te lo explico de esta forma: Pregunta a ti mismo cada día “si todas las personas vivieran como lo hago yo, sería el mundo un mejor lugar para vivir?
Traducción: Rosa María Vázquez Mellado

Paciencia: Elisabeth Kübler-Ross

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La lección de la paciencia 

“La paciencia es una de nuestras más difíciles lecciones, tal vez la más frustrante de aprender”

“Cuando uno está enfermo o depende de alguien, a cualquier parte que mire hay una lección de paciencia”

“Una lección de paciencia es que no siempre obtenemos lo que deseamos. Tal vez queremos algo en este momento, pero tarda en llegar, si es que llega. Aun así, siempre conseguimos lo que necesitamos, aunque no encaje en nuestro cuadro mental”

“La gente ya no sabe esperar, ni sabe lo que esto significa. Es agradable tener lo que uno quiere cuando lo desea, pero la capacidad de demorar la gratificación es importante”

La clave de la paciencia es saber que todo va a salir bien y confiar en que existe un plan. Es fácil olvidarlo, y por ello muchos intentan controlar situaciones que de otro modo funcionarían como estaba previsto, en su momento adecuado y perfecto”

“No tendrás ninguna experiencia vital antes de estar preparado, cuando descubras la confianza y comprendas que las cosas suceden como deben y en su propio tiempo. Entonces podrás relajarte”

“La mente quiere creer que, si cambiamos nuestras circunstancias, encontraremos paz. La mente piensa que tenemos que hacer algo. Pero la realidad es que podemos aceptar las circunstancias tal como son, sabiendo que una profunda paciencia nos dará una profunda paz y sanación

“Ser paciente no significa que tenemos que ser víctimas. Ser paciente no significa que carecemos de poder, no significa tener que tolerar abusos o padecer circunstancias terribles”

“La vida es una serie de experiencias por las que pasamos todos. Existe una razón para cada experiencia, aun cuando no la veamos;hay un propósito en todas las cosas. Todo lo que ha ocurrido es para que aprendamos las lecciones que nos son necesarias. Pero es difícil aprender esas lecciones si gritamos con impaciencia: ¡Esto no me gusta! ¡Quiero que cambie!. A veces sólo hay que vivir la experiencia, en lugar de rechazarla, quejarse de ella o intentar cambiarla”

“Cada experiencia nos lleva hacia un bien superior y una sanación más profunda. Lo maravilloso es que no tenemos que hacer nada especial para conseguirlo. Simplemente vivir la vida tal como se nos presenta”

“El primer paso para adquirir paciencia es renunciar a la necesidad de arreglar o cambiar las cosas, comprender que algunas cosas son como son por una razón, aunque nos parezca lo contrario o no podamos verlo”

Si algo no se puede cambiar, intenta verlo con buenos ojos. Trata de tener un poco de fe en el proceso y en el desarrollo de las cosas. Pese a nuestra idea de que las cosas necesitan nuestro auxilio, muchas de las cosas sorprendentes que suceden en el mundo ocurren sin nuestra ayuda, interferencia o asistencia”

“Hay un poder en el mundo. Debemos confiar en que todas las cosas se mueven hacia el bien, aunque no lo advirtamos ni lo veamos. Eso es fe. Tener paciencia es tener fe”

“La mayoría de las personas no cambiarían sus malas experiencias cuando llegan al final de la vida, porque han aprendido de todo lo que les ha ocurrido. Todo aquello por lo que pasas, cada tormenta en la vida, ocurre para que nazca un perfecto tú

“Si las cosas suceden con demasiada rapidez o con demasiada lentitud para ti, recuerda que tu medida del tiempo no siempre es la mejor, y que existe un plan. Puedes guardar calma y dejar que la vida se revele”

“Al universo le importa quién eres, y, en cualquier situación, en cualquier tiempo, llevará a tu vida lo que necesitas para convertirte en la persona que debes ser. La clave está en confiar y tener paciencia

Fases del enfermar

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Negación y aislamiento:
“Me siento bien, esto no me puede estar pasando a mí”. La negación es un mecanismo de defensa temporal ante una noticia inesperada e impactante. Como tal defensa temporal, pronto irá siendo sustituida por una aceptación parcial.
Ira:
La negación es sustituida por la rabia, la envidia y el resentimiento; surgen todos los por qué. Es una fase difícil de afrontar para los familiares y personas próximas, porque la ira se activa contra todo y contra todos. Suelen quejarse de cualquier cosa, muchas veces de manera injusta; todo es criticable. En otros momentos, la ira se torna en dolor y lágrimas, culpa o vergüenza. La familia y quiénes rodean a la persona no deben tomar esta ira como algo personal, sino que deben comprender las razones que la activan; así evitarán reaccionar a su vez también con ira, y alimentar la conducta hostil del doliente.
Negociación:
«Dios, déjame vivir al menos para ver a mis hijos graduarse», «haré cualquier cosa por un par de años más».
La tercer etapa involucra la esperanza de que la persona puede de alguna manera posponer o retrasar la muerte. Psicológicamente, la persona está diciendo: «Entiendo que voy a morir, pero si solamente pudiera tener más tiempo...».

Depresión:
«Estoy tan triste, ¿por qué hacer algo?»; «voy a morir, ¿qué sentido tiene?»; «extraño a mis seres queridos, ¿por qué seguir?»
En esta fase, la persona se debilita, adelgaza, aparecen otros síntomas y se verá invadida por una profunda tristeza. Este proceso permite a la persona moribunda desconectarse de todo sentimiento de amor y cariño. Es un estado preparatorio para la aceptación de la realidad, en el que es contraproducente intentar animarla y sugerirle mirar las cosas por el lado positivo: esto es, a menudo, una expresión de las propias necesidades, que son ajenas a ella. Esto significaría que no debería pensar en su duelo y sería absurdo decirle que no esté triste. Si se le permite expresar su dolor, le será más fácil la aceptación final y estará agradecida de que se le acepte sin decirle constantemente que no esté triste. Es una etapa en la que se necesita mucha comunicación verbal, se tiene mucho para compartir. Tal vez se transmite más acariciando la mano o simplemente permaneciendo en silencio a su lado. Son momentos en los que la excesiva intervención de los que la rodean para animarla, dificultarán su proceso de duelo.
Aceptación:
Quien ha pasado por las etapas anteriores, en las que pudo expresar sus sentimientos -su envidia por los que no sufren este dolor, la ira y la depresión- contemplará el próximo devenir con más tranquilidad. No hay que confundirse y creer que la aceptación es una etapa feliz: en un principio está casi desprovista de sentimientos. Comienza a sentirse una cierta paz, se puede estar bien solo o acompañado, no se tiene tanta necesidad de hablar del propio dolor… la vida se va imponiendo.

La actitud ante la muerte por parte de una persona moribunda ha sido relacionada con la cantidad de significado y propósito que esa persona ha encontrado en su vida. Un estudio de 160 personas diagnosticadas con menos de tres meses de vida mostró que aquéllas que sentían que habían entendido su propósito en la vida, o habían encontrado un sentido a ésta, experimentaban menos tristeza y desesperación en sus últimas semanas de vida que aquéllas que no. En éste y otros estudios similares, la espiritualidad había ayudado a personas agonizantes a lidiar con la etapa de depresión de forma más rápida y efectiva que a aquéllas que no eran espirituales.
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