Tradición hipocráctica

Hipócrates sentó las bases en Grecia, después Galeno continuó su legado. Allí aparecían ideas de este tipo, relacionadas con el CORAZÓN:

"Los hombres deberían saber que de ningún lado más que del cerebro vienen las alegrías, los placeres, la risa y la diversión, y también las penas, la tristeza y las lamentaciones. Y de ella, de una forma especial, adquirimos la sabiduría y el conocimiento, vemos y escuchamos y sabemos lo que es bueno y malo, lo que es dulce y amargo..."

Si era la cabeza, y no el corazón, la que dominaba, el ENCEFALO se convertía en la morada de la locura:

"El cerebro es también la sede de la locura y el delirio, con los miedos y los sustos que a menudo nos asaltan por la noche pero también a veces de día; es ahí donde se encuentra la causa del insomnio y del sonambulismo, de los pensamientos que no llegan, de los deberes olvidados y las excentricidades. Todo ello es el resultado de un condición enferma del cerebro... cuando el cerebro tiene un nivel anormal de humedad, inevitablemente se agita.