Una historia:
- No has pagado, y he venido una y otra vez a recordarte que he curado a tu hijo de viruela y no me escuchas.
- Tú eres el que tiene que escuchar; de lo contrario te voy a demandar a los trubunales -contestó Mulla.
- Esto es extraño... He tratado a tu hijo.
- Sí, ya lo sé; pero ¿quién propagó la epidemia por toda la ciudad? ¡Mi hijo! De modo que todo el dinero que has ganado lo tienes que compartir conmigo.
Cuento sufí