Con este gracioso título Thich Nhat Hanh habla de algo muy serio: cómo la conciencia cuece la ira. Primero pelamos la patata, las sumergimos con agua, las cubrimos y las ponemos al fuego. El fuego es como la conciencia, la práctica de la respiración consciente que enfoca nuestra ira. La tapadera simboliza nuestra concentración.
En cuanto ponemos la olla sobre el fuego empieza a operarse el cambio. Finalmente la ira se ha transformado en otro tipo de energía: el conocimiento y la comprensión.
Rodrigo Córdoba Sanz sobre el texto de Thich Nhat Hanh: "Hacia la Paz interior"
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Meditación de la patata
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